Capítulo 46

66 4 14
                                    

César's P.O.V

La tengo entre mis brazos, aprisionada contra el suelo, estamos en un bosque donde dudo que alguien nos interrumpa.

Ella no tiene pinta de querer parar esto y mi autocontrol está demasiado defectuoso para actuar correctamente.

Mi mano se desliza por debajo de su camiseta hasta llegar a sus pechos, esos que un día besé.

Abril se retuerce y gime cuando aprieto mi mano.

Estoy demasiado duro y como siga soltando esos sonidos no tardaré en venirme.

-César...-susurra en mi oreja haciendo que me vuelva loco.

Quiero hacerla mía, quiero que me suplique por más, pero quiero que ella lo desee de verdad.

Mi mente me recuerda que ha estado caminando toda la noche en mi busca, sus pies están destrozados por los kilómetros que han hecho.

Debo importarle.

Me distraigo mientras beso su cuello y sus manos toman la iniciativa hasta quitarme la camisa. Su boca forma una sonrisa y pasa los dedos por todo mi torso, le agradezco que esquive el tatuaje del puente.

Sigo pensando que es mucha coincidencia haberme parado justo en ese tramo de río a beber agua, si lo hubiera hecho en otro momento no la habría encontrado.

¿A eso se llama destino?

Lo dudo, no creo en eso.

Un jadeo de Abril me trae a la realidad, ambos estamos muy pegados, nuestras entrepiernas se rozan con cada caricia y yo creo que voy explotar en cualquier momento.

Las manos de la pelirroja se ponen en la cintura de mi pantalón y eso me hace reaccionar.

Dejo un suave beso en esos labios hinchados y me separo de golpe.

Muevo mi cuerpo para alejarme un par de pasos de ella, solo me aseguro de no caer en la tentación.

Arreglo mi pantalón y desvío la mirada.

Abril se coloca bien la camiseta y con sus dedos arregla el pelo que tenía desordenado.

-¿He hecho algo mal?

Su voz débil hace que la mire, sus labios hace que sonría y su mirada hace que me acerque.

Cayendo otra vez en la tentación.

Mis dedos rebeldes ponen un mechón de su pelo detrás de su oreja.

-Al contrarío, todo era demasiado perfecto.-sonrío y ella me imita.

-¿Entonces?

-Si continuaba íbamos a llegar al final...-su cara muestra ilusión y yo río.-no tengo condón y dudo que tú lo tengas.

Sus mejillas se ruborizan antes de soltar unas palabras que me dejan sorprendido.

-Puedo tomar la pastilla del día después.

Bajo mi mirada sin despegar la mano de su cara y niego con los ojos cerrados.

-No.-suelto firme, ella se aleja.

Joder, ¿por qué tiene que ser todo tan complicado?

-Abril.-levanto la vista para conectar sus ojos con los míos.-he dejado a Erika embarazada.

Su cara no muestra sorpresa, ni enfado, solo está neutra. Supongo que todavía no ha procesado la información.

-Por eso he huido, porque tenía miedo de lo que pensarías al respecto.-hablo sin pensar para rellenar este silencio.

Nunca te quedes con el primer vagón {COMPLETA}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora