Nunca te quedes con el primer vagón {COMPLETA}

Capítulo 48

César's P.O.V

Mis dedos están llenos de sus fluidos y algo cansados de moverse tan rápido pero merece la pena al ver su rostro de placer.

Abril tiene las piernas como de gelatina y su pecho sube y baja de manera desigual. Me pilla desprevenido cuando ataca mis labios y gime en ellos cuando hago más presión.

-Jodeerr...-está vez soy yo quien me quejo.

Estoy demasiado duro y ella está resistiéndose tanto en llegar que me estoy poniendo malo.

-Vamos Abril...-le animo pero ella sigue resoplando y moviéndose en círculos para sentir más placer.

-Ya queda poco.-su sonrisa muestra todos sus dientes y tira su cabeza hacia atrás mientras arquea su espalda.

-Mierdaa, mírame...-ella me hace caso y sus ojos oscuros conectan con los míos enseguida.

Sus dedos tiran de los pelos cortos de mi nuca y eso me hace gruñir.

Intento meter otro dedo para ver si así llega antes al orgasmo pero no cabe, es demasiado estrecha.

Muerde su labio inferior y quiero deshacer ese acto con mi boca pero veo cómo está a punto de venirse y quiero ver su cara.

-Abril...-le llamo en un susurro para excitarla más y su boca se abre para soltar varios jadeos.

Comienza a pegar pequeños saltos y eso hace que mi mano duela pero no digo nada porque eso parece encenderle mucho.

Joder, es que solo viviría para verla así siempre.

Noto algo de líquido preseminal en mis calzoncillos y juro que podría correrme si me rozo un poco.

El chapoteo de mis dedos en su interior se hace más presente y pellizco uno de sus pezones con mi mano libre.

-Césaaar...-deja de botar y arquea la espalda cortando nuestra conexión.

-Mírame, vamos pelirroja, mírame...

Ella se resiste un poco porque suelta gritos desde su garganta y cuando se retuerce más de la cuenta me mira intensamente.

Aumento el ritmo de mis dedos y ella explota.

Qué mujer.

Abril es perfecta.

Su cara se descompone y abre su mandíbula tanto que parece que vaya a llegar al suelo. Todo su cuerpo tiembla y mi mano queda manchada de todos sus flujos.

-Aaagrhh...-se queja cuando le penetro con mis dedos un par de veces más antes de salirme.

Cuando saco mi mano, sus mejillas se vuelven rojas al ver su mucosidad bañando mis dedos.

Me encantaría llevarme los dedos a mi boca y limpiarlo con mi lengua pero veo que ella está demasiado incómoda como para hacer tal cosa.

Iba a buscar un pañuelo en mi bolsillo cuando noto sus manos en mi paquete.

-Mmnhhgh...-gruño cuando empieza a moverla.

-Ahora te toca a ti.

-No hace falta, Abril.

Ella se retuerce por mis duras palabras.

-Quiero hacerlo.

Me muero de ganas de que haga lo que tenga en mente. Ya sea solo masturbarme o darme una mamada.

La pelirroja lentamente baja mis pantalones hasta dejarme al descubierto.

Sus ojos se abren al ver el tamaño de mi polla y yo suspiro cuando sus dedos me rozan.