|FINAL GIRL!| •Slasher's One Shots•

Michael Myers (1/?)

|FIRST LOVE|

Por favor, date prisa, déjame,
no puedo respirar,
por favor, no digas que me amas.

-Mitski

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Tu primer trabajo como enfermera fue en Smith's Grove Sanitarium, un paciente en especial te llamó la atención, mucho antes de que te dijeran su origen, gracias a esas curiosas máscaras que iban a la perfección con su cabello dorado y aire desolado, cuando hacías rondas por ese pasillo en el tiempo que los pacientes vagaban por el patio, te quedabas esos minutos viendo como las manos de ese ser que describían como "Pura maldad" hacían maravillas con el limitado material. Claramente "The Shape" notó su interés por él le restó importancia, no lo molestabas y no hacías ruido, no preguntabas ni fanfarroneabas de ser su amiga, eras una más que lo observaba, pero no con ese temor y morbo con el que los demás lo veían, si no con curiosidad y admiración.

Cada almuerzo notabas desde la mesa del personal, como el solo comía un poco de carne y terminaba en segundos con su postre, decidiste dale tu postre ¿Por qué? ni tú sabias, solo te preocupaba que no comiera, te sentaste con el en la misma mesa y tus compañeros te miraron como si estuvieras loca y puede que tengan razón, solo un valiente era capaz sentarse a comer junto Michael Myers, un valiente o una estúpida.

Así, fueron pasando varios meses, hasta el momento que ya sabías las reacciones imperceptibles de Michael de memoria, cuando te seguía a todos lados durante tus rondas cuidando y dialogando con pacientes con diagnósticos menos graves que el de él, te acompañaba a todo lugar en el que tuviera permitido entrar y procurabas no tener que entrar a algún sitio sin él, no querías que se quedara solo.

Una tarde, donde dejaste a Michael en la mesa para ir por la cena de ambos él desapareció, creíste que era porque estaba cansado y decidió ir a dormir, dejaste la comida en un rincón a parte donde luego la recogerían y te dirigiste a la habitación de Myers para despedirte de este mismo, pero una mano te haló a un pasillo sin cámaras y básicamente oscuro sino fuera por la luz que llegaba del pasillo contiguo, tus nervios se calmaron cuando viste la máscara naranja acompañada de ese cabello rubio.

Allí con breves palabras de Michael y muchos sentimientos encontrados, te hizo suya, un momento que jamás olvidarás y que el tampoco. Varios encuentros en ese mismo sitio que duraban 30 minutos aproximadamente que iban desde besos y caricias de tu parte hasta saciar sus más bajos deseos, una química que creías inquebrantable, una química que pensabas sentían los dos.

Recuerdas perfectamente ese día, tu turno de trabajo, tu comida con Michael, la ropa, los colores, el aviso de que el Dr.Loomis se retiró, la hora en que todo sucedió. Te despediste de Michael en su habitación y te dirigiste a la tuya para dormir un rato, antes de tener que ir a darle sus medicamentos a varios pacientes, llegaste y cuando te disponías a quitarte la ropa el nuevo conserje apareció de la nada y te tomó en brazos, forcejeaste con él hasta que tus fuerzas no te dieron, reconociste el camino y te aliviaste al ver que entraron a la habitación del que tú considerabas tu pareja, que se encontraba haciendo otra de sus múltiples máscaras.

-Vamos perra, veamos si tu querido Michael viene a salvarte, ¿No Mike?-Dijo burlesco, miles de comentarios así mientras te violaba y él ni volteaba a mirar entre tus gritos de ayuda que nadie escuchaba. No sabías que pasaba en la mente de Michael, que no podía moverse, quería matar a esos dos bastardos y salir contigo de ahí, pero su cuerpo no se movía, no reaccionaba, se quedó haciendo su máscara hasta que escucho como los dos hombres arruinaban las cosas que él hizo en otro tiempo, como llorabas silenciosamente en esa cama en que nunca durmió, lamentándote de haber puesto tu confianza en él.

Cuando el mar de sangre terminó, volvió a ti para llevarte con él, para que al fin sean solo ustedes dos, pero tu respuesta lo dejó incrédulo, aunque no pareciera.

-Mátame si quieres hacerlo, pero no quiero verte nunca más Michael Myers- Al ver que seguía insistiendo en tocarte seguiste hablando.-Lárgate, me entregué a ti... y así es como resultó esto, solo yo sentí esto, solo yo fui la estúpida que pensó que podías amar.-Al entender tus palabras hizo caso y tomó las llaves que tenía el ex conserje y se fue con un nudo en la garganta que jamás admitiría hasta años después.

Tu mente vagaba en eso tan hermoso que sentiste y que ahora te quemaba, te sentías muerta, respirabas pero no vivías, duraste un tiempo así, renunciaste al hospital psiquiátrico y rentaste una casa en un pueblo cercano, encontraste trabajo a unas cuadras que pagaba lo suficiente para que pudieras estudiar medicina en la universidad local.

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Años después tu mente se encontró con un fantasma, alguien que no creías volver a ver: Michael Myers, tu primer amor, solo que con un traje de mecánico, una máscara de látex blanca y un cuchillo dispuesto a matar a cualquiera, pero ese no era su objetivo contigo.

-Michael...

FIN