Ella se llenó de amor

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Mayte era diferente, siempre lo fue con respecto a sus demás hermanas, su infancia fue conflictiva, no con su entorno sino consigo misma. Ella tenía inquietudes, dudas que un niño de seis años normalmente no tendría, tenía sueños que no empataban con lo que su familia esperaba de ella y así creció, siendo la rara de la familia Lascurain-Arrigunaga o al menos así la apodaron en la escuela donde sus hermanas mayores habían cursado y por la manera cruel en la que la trataron, sus padres decidieron cambiarla de colegio.

Su madre lo intento todo para llegar a ella, quería entender qué pasaba por la curiosa mente de su tercer hija mujer y quinta con respecto al total de sus hijos. Lo intento pero nada dió resultado, Mayte como la llamaron por cariño era el enigma más grande que habitaba su casa y al no comprender su tan aguda sensibilidad tampoco pudo ayudar demasiado en sus momentos de conflicto con el mundo que la rodeaba.

La adolescencia despertó en la castaña algo que su padre llamó "rebeldía" sin saber que en realidad no era más que inquietud por conocer a las personas, no, perdón, por conocer lo que pasa en la mente de las personas y ahí surgió su vocación, la de ayudar a los demás. Cosa que por suerte calmó un poco la angustia de sus padres, su hija al fin demostraba estar interesada en algo aunque ese algo no fuera del agrado del conservador padre de familia.

Los años y el decidido carácter de la joven May la ayudaron a enfrentarse a la prohibición de Don Alfonso frente a la idea de estudiar una rama de la psicología y para suerte de la muchacha o desgracia de sus padres, cuando una cosa se le metía en la cabeza no había forma de que desistiera. Y así, entre discusiones y acuerdos logró convencerlos de que la dejarán estudiar a cambio de que ella aceptase ir a un par de salidas con el hijo de una familia muy cercana, cosa que, sin ánimos de desperdiciar la oportunidad de tener un título, acepto sin ganas.

La situación cambio cuando Mayte se encontró con su título en mano, porque ya no había barrera que impidiera la oficialización del "noviazgo", bueno, realmente si la hubo porque cuando el joven intento (por obligacion del padre de la Lascurain) poner un anillo en su dedo anular la chica huyó sin girarse siquiera a mirar la casa y la familia que dejaba.

Y la vida siguió pasando pero su familia no volvió a tener noticias suyas, parecía que la tierra se abrió y se comió a la psicoterapeuta. Maria Teresa Lascurain había desaparecido y ese fue un golpe del que su hermana Isabel aún no había podido levantarse incluso después de cinco largos años de ausencia.

Pero la vida es impredecible al igual que Mayte y entonces, un mediodía del mes de diciembre el teléfono de la casa de Isabel sonó anunciando sorpresas nuevas.

-Isa:-mira extrañada el número pero atiende igual- ¿Si? Hola, quien es?

-May:- sonríe nerviosa al escuchar a su hermana, la había extrañado muchísimo- Isa... Soy May, Mayte

La línea quedó en silencio unos breves segundos, hasta que el sonido del llanto de Isabel lo inundó todo.

-Isa: Mayte! Por dios escuincla! Dónde estás? Estás bien? Mí Chi tienes comida? Dónde dormir?-dice preocupada pero feliz por escucharla- dime dónde y te voy a buscar!

-May:-se ríe de la intensidad de su hermana, otra cosa que había extrañado de ella porque Isabel fue siempre como otra mamá para ella- Estoy bien gordita, tengo comida y vivo en un departamento. No exageres si? Y tu? Cómo está todo por casa? Me enteré que soy tía de un muchachito muy lindo-dice emocionada-

-Isa: Segura que estás bien y no necesitas nada?-la más joven le asegura que si- va, te creo entonces. Y si, eres tía de José Manuel aunque le decimos...

-May: Joss-completa la frase rápidamente- lo sé, oye te salió igualito a ti

-Isa:-se extraña ante tanto conocimiento- Si eso dicen, oye mana, cómo sabes todo eso? Digo, un día solo desapareciste y ya no volvimos a saber nada de ti pero estás muy informada de mí vida

Un toque de locura (MayFer)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora