"Siempre me preguntó dónde quedan todos aquellos amores fugaces con los que uno se cruza en la vida..." M.L
Un día normal, una mujer inesperadamente hermosa y un juego que quizás no era tan juego desencadenaron una locura hermosa o un amor insospechadamente perfecto...
La hubiera reconocido en cualquier momento y lugar, sin dudas tendría que haberlo hecho, pero estaba pérdida en la belleza de su alma que la dejó ir sin saber que, quizás, no volvería a tener el privilegio de volver a verla...
Eran las cuatro y media de la tarde del miércoles de alguna semana olvidada, allá por mediados de enero. Ella sabía que tendría que haber sido por esa fecha porque había asociado la débil luz del sol que luchaba por colarse en su tienda con la luz radiante que desprendía por cada poro de su cuerpo aquella mujer que le robaba el sueño aún meses después.
Entonces, eran las cuatro y media de la tarde del miércoles o quizás era martes, Fernanda no recordaba si ese día siquiera se había detenido a mirar con exactitud el almanaque, pero estaba segura que no podía ser jueves porque su empleada nunca faltaba un jueves y menos sin avisar.
Estaba casi segura que no era un lunes porque los lunes ella asistía religiosamente a su centro de meditación y conexión con su parte energética espiritual y no había motivo tan pesado ni contundente para que ella no asistiera a esas reuniones. Pero también estaba medianamente convencida de que no pudo haberla conocido un viernes porque mayormente su librería cierra luego del mediodía para recibir los pedidos de cada semana durante la tarde y no vuelve a abrir hasta el sábado por la mañana donde trabajan hasta las tres asique también quedó descartado el sábado de aquella semana particularmente fría en la Ciudad de México.
Aunque con el tiempo, lo que menos debería importarle a la morocha era saber exactamente si se había enamorado un martes,un miércoles o cualquier día de la semana pero a ella si le importaba porque cuando se sentó convencida de querer comunicarse con aquella hermosa mujer que irrumpió un día cualquiera (si, con que ponga un día cualquiera en su historia iba a estar bien se aseguro borrando nuevamente en la hoja virtual del archivo donde relataba cosas y momentos al azar) no supo especificarle quién era, dónde y cuándo se habían conocido...
"Aparte"... comenzó a pensar Fernanda frente a la hoja en blanco que había tardado diez minutos y una taza de café matutino en elegir como la correcta para relatar una simple carta. "¿Cómo debería comenzar a decirle lo que le pasaba? ¿Cómo se habla con alguien a quien sólo conociste durante tres horas en una mesa medianamente alejada de una librería? ¿Cómo diablos le explicaba a la mujer (que estaba segura que no se llama como decidió presentarse esa tarde) que con solo verla había caído bajo los encantos de su belleza?"
Fer suspiró intentando borrar aquellas dudas de su mente, pero... Cómo no sobrepensar las cosas si para su suerte o desgracia la regia el signo que era capaz de dudarlo todo un millón de veces en cuestión de segundos y entonces, volvió a dejar la birome sobre su escritorio, el que tiene en la oficina de su casa, para luego levantarse frustrada por el silencio. Definitivamente, lo suyo nunca habían sido las palabras.
Camino por el living de su casa seguida muy de cerca por un par de gatitos de aproximadamente dos años cada uno aunque tampoco podía asegurar si Mati tenía dos o cuatro años o si Fígaro ya llevaba dos años haciéndole compañía en su tranquila y solitaria vida de divorciada.
Aunque si se ponía a sacar cuentas, posiblemente llegaría a la conclusión de que Mati llevaba mucho más tiempo con ella. La gatita blanca había sido el último regalo que su ex esposo le hizo antes de divorciarse y "eso había sido a principios del..." Pensó... "Principios del 2003" y sacando cuentas de que estaba a mediados (casi) de abril del 2008 supo que el tiempo había volado sin darse cuenta.
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Un toque de locura (MayFer)
Fiksi PenggemarSolo algunos relatos de May y Fer, integrantes del grupo Pandora. Están hechos con todo el respeto del mundo y sin ánimos de ofender.