Una historia sin miedo

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La pandemia mundial que cayó en el 2020 vino a cambiarlo todo y cuando digo todo, es todo, desde la forma de vivir hasta la manera de percibir la vida, a algunos los llenó de miedos y a otros les dio la valentía que de otra manera no tendrían.

El encierro dejó en evidencia muchas cosas, fortaleció la comunión con uno mismo en el caso de May y mostró que quizás los vínculos ya estaban rotos sin darse cuenta, en el caso de Fer.

La convivencia en pareja casi siempre es un poco más fácil mientras están los hijos en casa(en caso de tenerlos) porque hay otras responsabilidades, otras preocupaciones y otros lazos que nos unen más con quién decidimos compartir nuestra vida o al menos parte de ella pero cuando los hijos ya son grandes y empiezan a volar del nido la pareja debe volver a encontrarse, a entender que ya solo son dos en casa y que las cosas cambiaron.
En la pareja de los mijos la partida de las niñas hizo un cambio importante pero lo que terminó de romper el vínculo matrimonial fue la llegada de la pandemia, no es lo mismo permanecer en casa porque quiero a hacerlo obligado, porque de la primera forma, soy libre de salir cuando algo no me gusta, tengo la libertad de enojarme y no ver a la otra persona hasta que decida hacerlo, etc.
Y eso fue algo que ninguno de los dos espero que les afectará, Fer siempre fue una mujer que disfrutó estar en su casa, con sus hijas y su marido pero a veces el amor se nos gasta, se nos rompe como diría la canción.
Y una tarde, sentados en el balcón que tanto ama Fer, solo se miraron en un silencio ni cómodo ni incómodo solo en silencio, ya no había nada que decirse, ni un te quiero, ni un te extrañe y menos un te amo. Eran solos dos corazones que latían por separado y sin ese hilo que antes los unía, eran solo Fernanda y Héctor, los padres de María y Paloma.
No hubo discusiones, ni enfrentamientos ni nada de lo que uno puede esperar cuando se rompe un matrimonio, eran demasiados los años que habían compartido juntos como para terminar de una manera horrible algo tan lindo y especial. Solo se miraron sonriendo con melancolía pero sin dolor, fue un duelo que se hizo antes de que en realidad fueran conscientes, una ruptura antes de la ruptura misma, digamos.

Luego de esa tarde en la que hablaron muy maduramente sobre los pasos a seguir en sus vidas, finalmente las tres integrantes del grupo Pandora estaban solteras o en el proceso.

Isa esperaba la salida de los papeles del divorcio de Jose Manuel y Fer comenzaba con el trámite, parecía que el matrimonio de ninguna duraría para toda la vida como May siempre apostó, pero no es lo mismo separarse en una edad madura que cuando se es joven, se tienen distintas herramientas para salir adelante aunque quizás si duela de la misma manera.

Esa tarde decisiva de septiembre fue un antes y un después en la vida de la morocha, seguiría contando con el mijo y él con ella, eran los mejores compañeros pero ya el amor de pareja los habia abandonado tiempo atrás sin darse cuenta. Pero por el momento la casa que siempre los cobijo los estaba ahogando un poco, parecía más pequeña que antes y la presencia del otro allí, en esa noche lo complicaba todo.
Héctor ofreció irse al consultorio o alquilar algún hotel pero estaban en pandemia y era complicado conseguir una reservación, Fer solo cogió su tapabocas, alcohol para las manos y un par de cosas más y sin decir nada solo salió en su auto, necesitaba no sentirse encerrada porque se estaba acabando un matrimonio de muchísimos años y se estaba transformando en una gran amistad, el amor se transforma diría May y al recordar esas palabras se le calentó el corazón un poquito.

Manejo un par de minutos, cerca de quince sin saber a dónde ir, era obvio que tendría que regresar a su casa esa noche pero necesitaba despejarse, no tenía muchas opciones, en realidad lo primordial sería ninguna porque no podía darse el lujo de andar por las calles y exponiendo su salud de esa manera pero siempre existe esa amiga salvadora que nos levanta del pozo, que parece mentira pero aparece cuando más la necesitamos y sin avisarle, esa era Isabel Lascurain en la vida de Fer.

Un toque de locura (MayFer)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora