𝓜𝘂𝗱𝗯𝗹𝗼𝗼𝗱 || 𝖣𝗋𝖺𝖼𝗈 𝖬𝖺𝗅𝖿𝗈𝗒

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||𝗗𝗢𝗕𝗕𝗬||

Vernon Dursley se aclaró la garganta con afectación llamando a todos los presentes en la sala y dijo:

— Bueno, como todos sabemos, hoy es un día muy importante.

Kate, quien se encontraba sentada en el sofá lo miró con cansancio. Habían pasado dos días desde el cumpleaños de Harry, y esa noche se llevaría a cabo la estúpida cena de la que su padre no había dejado de hablar en días.

— Puede que hoy sea el día en que cierre el trato más importante de toda mi vida profesional — dijo Vernon —. Repasemos todo una vez más. Petunia, ¿tú estarás...?

— En el salón — respondió en seguida ella — esperando para darles la bienvenida a nuestra casa.

— Bien, bien. ¿Y Dudley?

— Estaré esperando para abrir la puerta — dijo esbozando una sonrisa idiota —. Y luego recogeré sus abrigos de esta forma: ¿Me permiten sus abrigos, señor y señora Mason? — dijo mientras ponía una cara estúpida.

Pero Petunia si miraba a su hijo como si fuese un gatito encantador.

— ¡Les vas a parecer adorable! — exclamó embelesada.

Seguro, en especial si nunca han visto a un cerdo utilizando una peluca pensó Kate con sarcasmo, más no lo dijo.

— Excelente, Dudley — dijo tío Vernon —. ¿Y tú? — pregunto con brutalidad mirando a Harry quien había tratado de mantenerse al margen.

— Me quedaré en mi habitación, sin hacer ruido para que no se note que estoy — respondió el niño.

— Bien dicho — dijo Vernon —. Si tengo suerte, este será el mejor trato de mi carrera. Y tú no me lo echarás a perder, Potter.

Harry asintió y subió a su habitación sin decir nada.

Kate por su parte miró a sus padres, quienes estaban muy concentrados ajustando la corbata y el cabello de Dudley.