La vida de Kate no ha sido sencilla ya que, durante toda su vida ha sido ignorada y despreciada por su familia.
Especialmente por su madre, quien creía que estaba recibiendo alguna especie de castigo divino al tener a una niña que era la viva image...
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El último día de clases antes de las vacaciones, Gareth ingresó al aula del Defensa Contra las Artes Oscuras en donde vio al profesor Lupin guardando sus cosas.
— Profesor Lupin — dijo Gareth en forma de saludo.
El hombre levantó la mirada.
— Gareth, ¿qué tal estás? — lo saludo con amabilidad. .
— Oh, estoy bien — dijo. Aunque realmente no lo estaba.
— No suenas muy convencido — le dijo Lupin ligeramente preocupado —. ¿Estás bien?
— Sí, no se preocupe por mí — dijo Gareth. Parecía que el profesor Lupin quería seguir insistiendo, así que el Hufflepuff decidió cambiar de tema —. Mire, le traje esto.
Gareth le extendió al hombre una pequeña caja de regalo con un moño. El profesor Lupin abrió la caja y dentro se encontró con un cuarzo de color amarillo.
— Es un cuarzo citrino — explicó Gareth —. Se cree que atraen la felicidad, la prosperidad y la alegría. Aunque realmente yo no creo en esa mier... — Lupin lo miró alzando una ceja, como tetándolo a terminar su frase — digo, en esa basura.
El profesor Lupin le sonrió. — Muchas gracias, Gareth. Aunque tal vez prefieras dárselo a alguno de tus amigos.
— Descuide, mi hermana me envió muchos de esos — dijo él —. Ella tampoco cree en esas cosas, pero, su actual novio, un ex Ravenclaw bastante rarito, sí lo hace.
Lupin no pudo evitar reír.
— No tienen nada en común. No entiendo por qué le gusta — continuó quejándose el de rizos.
— A veces no podemos decidir a quien amamos, Gareth. Simplemente, sucede — dijo Lupin.
— Sí, eso dice ella también — dijo Gareth de forma pensativa —. ¿Sabe? Creo que usted y Dora se llevarían bien. Deberían conocerse.
