La vida de Kate no ha sido sencilla ya que, durante toda su vida ha sido ignorada y despreciada por su familia.
Especialmente por su madre, quien creía que estaba recibiendo alguna especie de castigo divino al tener a una niña que era la viva image...
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Una vez que dieron las tres y media de la tarde, Sirius les dijo que lo mejor era que volvieran al colegio, por lo que, tras prometerle al hombre que no saldrían del castillo para buscarlo, el grupo salió de la cueva y regresó por todo el camino empedrado hacia el pueblo.
— Me preguntó si Percy sabe todo eso de Crouch — comentó Ron, mientras caminaban rumbo al castillo.
— Tu hermano vive, come y respira por el señor Crouch, Weasley — comentó con sarcasmo Gareth —. Si lo supiera probablemente no le importaría. Por el contrario, puede que incluso lo admire más.
— Estoy segura de que Percy no le haría a ninguno de sus hermanos lo que Crouch le hizo a su hijo — lo defendió Kate. Probablemente ella era lo única de todos que aún le tenía un cierto aprecio a Percy.
— No lo sé — dijo Ron —. Si pensara que nos interponemos en su camino de ascenso... Percy es muy ambicioso, Dursley.
— Las cosas que hace el amor — dijo con dramatismo el Hufflepuff.
Entraron dentro de los terrenos del castillo y subieron la escalinata de piedra hacia el vestíbulo. Había un delicioso olor a comida procedente del Gran Comedor.
— Hablando de amor. Ese Canuto en verdad debe quererlos mucho — comentó Gareth —. Arriesgar así su vida simplemente para poder pasar el rato con ustedes.
Kate y Harry asintieron de acuerdo. Lo cierto era que las palabras de Gareth eran completamente ciertas.
— Bueno, no sé ustedes, pero yo me muero de hambre — dijo entonces Ron, llamando la atención de todo el grupo.
— Si, también yo — respondió Hermione. Harry simplemente asintió de acuerdo.
Los tres Gryffindors empezaron a caminar rumbo al Gran Comedor, pero se detuvieron al percatarse de que los dos más jóvenes no los seguían.
— ¿Ustedes no vienen, chicos? — preguntó Harry.
— Adelántense — les dijo Kate —. La verdad es que nosotros aún no tenemos hambre, ¿no es así, Gareth?
