La vida de Kate no ha sido sencilla ya que, durante toda su vida ha sido ignorada y despreciada por su familia.
Especialmente por su madre, quien creía que estaba recibiendo alguna especie de castigo divino al tener a una niña que era la viva image...
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Vernon Dursley fue tan duro con Harry como había prometido.
A la mañana siguiente de todo el drama, el señor Dursley mandó a poner una reja en la ventana del dormitorio de su sobrino. E hizo poner una gatera en la puerta para pasarle tres veces al día una mísera cantidad de comida y agua. Solo lo dejaba salir por la mañana y por la noche al baño.
En cuanto a Kate, ella sólo tenía prohibido salir a la calle, pero no de su habitación.
Harry no sabía que fue lo que había pasado con todo el asunto de la carta. Y cuando había intentado preguntarle a Kate la noche en la que ella fue la encargada de llevarle la cena, la pequeña se había negado en hablar de ello argumentando que, aunque quisiera ir, la fecha límite para enviar su carta aceptando la invitación ya había pasado y que no había nada que pudiese hacer al respecto.
Harry se sentía muy mal por ella, puesto que sabía el gran deseo que tenía de asistir a Hogwarts. Y lo triste que debía sentirse por haber tenido la oportunidad y no haberlo logrado.
Pero Harry no dejaría que las cosas quedaran así, haría todo lo que fuera necesario para que tanto él como Kate lograran asistir a Hogwarts ese año.
Fue así como el pequeño ideó todo un plan. Primero escribió una carta dirigida al profesor Dumbledore en la que le explicaba toda la situación y las razones (a excepción de la visita de Dobby) por las que Kate no había recibido su carta para poder confirmar su asistencia antes de la fecha límite y le rogaba que le diera la oportunidad de poder asistir al colegio durante ese curso.
Luego espero a que llegara la noche, específicamente la hora en la que Vernon lo sacaba de su habitación para que fuera al baño. Y cuando comenzó a escuchar los pesados pasos subiendo la escalera, Harry abrió la jaula de Hedwig y le entregó la carta a la lechuza.
— Asegúrate de entregársela al profesor Dumbledore, lo más rápido que puedas.
En cuanto la puerta de la habitación se abrió, Hedwig salió disparada y voló por encima de la cabeza de Vernon quien soltó un grito para nada masculino al ser casi golpeado por esta.
