- ¿alguna vez te haz preguntado que diferencia la alegría de la felicidad? - preguntó aquella vez. siendo curioso, apasionado y único, como siempre lo sabía ser.
- no realmente - murmuró, admirandolo como la más preciosa joya o la mejor bendición...
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Había pasado ya casi un año entero, desde que no pudo ver la sonrisa de Neteyam Sully más.
Venía siendo eso del 20 de marzo, un domingo , para cuando caminaba por las calles de Jersey con 3 girasoles entre sus manos, como cada fin de semana hacía.
Se proponía el ir a ese tedioso lugar literalmente cada semana, llevando siempre la misma cantidad de flores amarillas, mientras que en su bolsa llevaba cierto cuaderno que ahora era suyo, al igual que un buen libro con montones de páginas marcadas que le gustaba leer, deteniéndose sobre cada pequeña frase marcada que le era de preferencia, teniendo sus favoritas.
Se tomaba su tiempo para llegar, admirando los autos o la gente pasar, mientras se pasaba el frío del invierno con lentitud, sin rastros de nieves como el año anterior.
Iba, se adentraba... y buscaba el lugar donde descansaba su morenito de ojitos bonitos, para luego dejarle flores en un jarrón bien cerquita, sentandose poco después de acomodar estas para empezar a leer, ya que era un sitio silencioso y donde podía hablar en voz alta si así lo deseaba, al ser privado solo para conocidos o para él.
Allí tardaba sus buenas horas, repasando siempre las mismas páginas cautivantes y divertidas que le gustaban más
── "No comprendía que amaba los desastres naturales hasta que te conocí " ── leyó con una sonrisa ligera, que ahora nunca le llegaba hasta los ojos... pero lo intentaba.
Frases como aquella eran algún tipo de descripción que tenía Neteyam de él, atrapadas en el libro de forma chistosa y peculiar. Y aquella era una de sus líneas preferidas. Acompañada de otras como...
"Me pasaba la vida llevando sonrisas falsas hasta que encontré las verdaderas en ti "
Refiriéndose en gran parte después de leer el libro a que el personaje principal nunca fue feliz en realidad, y que solo lo era por el otro. O aquella otra que decía:
" No eres ningún gran caballero y podrías ser un gran patán, pero aún así te quiero "
Como si le intentase recordar el como eran las cosas antes de que empezarán a salir, donde le molestaba... resultando que, solo estaba enamorado de él. También estaba aquella frase chistosa de la que le hubiera gustado burlarse del otro, siendo medio cuando decía:
"Tenía la forma de ser más alocada y descabellada... pero me gustó "
Era divertido saber que a Neteyam le gustaba hasta cuando le parecía alguien desquiciado... puesto que aquello le hacía sonreír un poco más verdaderamente de lo que podía, al menos.
Mucho más delante en el libro... estaba una página en particular, que no podía ignorar. Siendo la única del libro que siempre leía completa (y en voz alta) solo por que si.
Y aquella página
No era otra más que la del final, siendo esta no muy de su agradó, pero encontrandola reconfortante. Abierta a opciones de "que hubiera pasado si" que le invadían de forma gratificante.
── ...Se que algún día lo encontraré frente a nuestras puertas del alma ── pronunció con cariño, leyendo tranquila y distraídamente las lineas en el final que ya se sabia hasta de memoria ── y podre decirle en broma un "¿quieres pasar?" ── murmuró, usando un toque divertido para ese ultimo tramo, sin poder parar de hacerlo nunca al imaginarse a un elegante señor ── Sólo para que me responda como en cada ocasión, llevando entre sus torbellinos de andares y bonitas palabras un justo- ── pronunció, antes de verse interrumpido por la voz de alguien más, quedándose helado y en blanco.
── Después de ti... ── escuchó decir a alguien más, antes de alzar la vista desde el libro hacía delante, quedando totalmente sorprendido al ver cierta sonrisa de ángel, acompañada de unos ojitos bonitos que ahora le miraban fijamente ── te dije que era un buen libro ── susurró él, antes de que se le cayera de las manos el libro, llevándose las manos a la boca para evitar gritar, sintiendo que se le llenaban los ojos de lágrimas con rapidez. El otro soltó una risita ante su reacción, notandosele la voz ronca y apaciguada tras tanto tiempo de no haberla usado ── Hola chico lindo ── saludó, provocando que empezará su llanto mientras se levantaba de su lugar, dirigiéndose hasta él en la cama con pasos lentos que pasaron a ser un tanto más rápidos, lanzándose a abrazarle y tenderse entre sus brazos sin importarle nada más.
── Hola... ── saludo entre sollozos, apretujandole con cuidado y amor ── te extrañé ── susurró mientras sorbia su nariz, siendosele correspondido su abrazo con clara debilidad, pero correspondido, a fin de cuentas.
Por fin... finalmente...
Neteyam despertaba de un largo coma en aquel hospital... y justo en frente de él...
