•○𓇬 Ladridos de cachorritos 𓇬○•

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Nota de Autor:
Dibujo de representación visual para escena, del capítulo: "puntero"

Nota de Autor:Dibujo de representación visual para escena, del capítulo: "puntero"

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Había pasado un día entero desde el momento en que Ao'nung interactuo con el morenito en el campo de tiro

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Había pasado un día entero desde el momento en que Ao'nung interactuo con el morenito en el campo de tiro.

Se la había pasado pensando en el otro hasta la hora de dormir (y de forma inconsciente), recordando sus manos tan pequeñas y delgadas por sobre las suyas... o el tacto genuinamente suave y gentil que tenía al enderezar su postura.

Si fuese una chica, diría que era un maldito ángel...

Pero no, era un hombre

── Ugh... ── se quejó lentamente sobre su escritorio, puesto que no estaba prestando atención a las clases de contaduría de ese día por estar pensando en el moreno con tanta insistencia.

── amigo, ¿que es lo que te ocurre? ── le preguntó de inmediato Rotxo, estando al lado suyo y con la misma materia que él ── ayer casi te atropellan al regresar a casa, con la cabeza en las nubes, y hoy no paras de lloriquear como un niño pequeño ── se quejó, golpeandole en la cabeza ligeramente con su cuaderno para que levantara la cabeza.

── me siento enfermo ── comento poco después, abrazando el bolso que tenía sobre sus piernas, aprisionandolo contra su pecho ── no puedo dejar de pensar en él ── susurró para si mismo, antes de sentir la cara caliente y presión sobre el pecho, agobiandose.

── no me digas que te enamoraste de una chica ── comento Rotxo al instante, sonriendo y dejando en claro que lo había escuchado. Pero lo había escuchado mal

── no estoy enamorado ── respondió a secas y alzando un poco la voz, mirando a su mejor amigo con el ceño fruncido. Él, ¿enamorado?, no, jamás. Nunca.

Y menos de cara de muñeca, porque él no era gay.

── oh Dios mio ── empezó a canturrear su amigo, haciéndole chistar, sabiendo que este iba a empezar a molestarlo con eso de que le gustaba alguien, probablemente ── esta enamorado. Por fin, gracias Dios. Yo siempre confíe ── empezó a lloriquear, juntando las manos y siendo un tanto dramático.

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