- ¿alguna vez te haz preguntado que diferencia la alegría de la felicidad? - preguntó aquella vez. siendo curioso, apasionado y único, como siempre lo sabía ser.
- no realmente - murmuró, admirandolo como la más preciosa joya o la mejor bendición...
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Ao'nung caminaba ansioso de un punto al otro, siendo ya el mes de abril.
Tenía demasiada angustia encima suya porque, todavía no se encontraba alguien compatible con Neteyam y su médula ósea, ya que este necesitaba bastante extracto de la persona compatible para operar, y eso significaba... que dicha tasa de compatibilidad debía de en extremo, alta.
Lo'ak no era compatible, ni Kiri, tampoco algún conocido de la jodida situación, incluyendolo.
Luego estaban las opciones de externos, donde se buscaba un donante en capacidad de aportar, pero no aparecía.
Encima las clases ya habían comenzado otra vez, por lo que no podía dedicar su 100% de tiempo en ayudar en la búsqueda, dejando todo a doctores, servicios encargado de ello y al padre de Neteyam, Jake Sully. Siendo el más disponible de tiempo para buscar y rebuscar.
Suspiró en un intento por calmar su agobio y se dirigió por los pasillos de la universidad hacía algún sitio donde descansar la mente, puesto que tenía una hora entera disponible ese jueves antes de su próxima clase.
Caminó hasta el tercer piso y directo hacía el salón vacío donde Neteyam y él llegaron a estar por más de una vez, encontrandolo tranquilo y relajante, como siempre lo fue.
Se sentó en alguna de las mesas más cercanas a las ventanas, procurando sacar su laptop y ponerse sus audífonos, para investigar a cuenta propia mediante su tiempo libre, y de paso, escuchar música para acrecentar la paz que necesitaba, sofocando el estrés.
Tardó unos largos minutos investigando de sitio web en sitio web, sin notar que alguien había entrado al salón y se acercaba a él de forma silenciosa y sigilosa.
── ¡¡WAH!! ── Gritó el intruso contra su oído de repente (cosa que escucho por sobre la música), espantandolo por completo y dejándole con una mano en el pecho, sorprendido.
── Teyam, por Dios- ── pronunció pasando el susto y quitándose los audífonos para verle, notando como iba con su mochila y su arco, riéndose.
── lo siento, lo siento ── se disculpó este entre risas, antes de respirar hondo para calmarse, dejando allí una hermosa sonrisa ── te estaba buscando para darte algo ── pronunció, sentándose a su lado mientras se sacaba el arco de encima y empezaba a buscar en su mochila, causándole curiosidad.
── ¿que cosa? ── preguntó, antes de notar como este sacaba un pedazo de pastel dentro de un embase para no estropearse, viéndose muy adorable con una cinta a su alrededor.
