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── ¡No me toque! ── exigió con agresividad y temor, señalando a su doctora con advertencia ── no te atrevas ── pronunció después hacía Ao'nung, señalandole también

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── ¡No me toque! ── exigió con agresividad y temor, señalando a su doctora con advertencia ── no te atrevas ── pronunció después hacía Ao'nung, señalandole también.

── Neteyam, es sólo una vez más, y es sólo para asegurar mejor tu tratamiento ── le explicaba Ao'nung, tratando de acercarse hasta él.

Había pasado ya la 3ra semana completa, hasta que tuvo una 6ta sesión de quimio, por lo que se había sentido de lo mejor al saber que esa jodida mierda ya había terminado.

Pero no, claro que no, tenían que ir hasta el doctor por una verificación sanguínea, supuestamente.

¡¡NO IR A LA JODIDA, SÉPTIMA SESIÓN!!

── Neteyam, por favor tranquilicese y hablemos ── le pidió la doctora en un intento de calmarlo, cosa que ninguno de ellos iba a lograr.

Estaba harto de la jodida quimioterapia, no más.

── metase su tranquilicese por el culo mamaguevo hija de la gran puta ── pronunció molesto, antes de evadirlos a ambos y agarrar su mochila, queriendo irse de ahí.

A la mierda la terapia, la doctora y ¿Ao'nung? también.

── ¡oye oye! ── trato de detenerlo el de ojos azules, metiendosele en el camino y llegando a agarrarle los brazos, por lo que no dudo en sacudirlos, tratando de soltarse de él. No quería escucharlo en lo absoluto ── muñequita, es literalmente una sola dosis más, una sola. Ya haz pasado por las otras muy bien ── intentó convencer, mientras que el no podía hacer nada más que tratar de soltarse y fruncir el seño, furioso.

── sueltame, o no respondo ── exigió hacia este, dejando de forcejear para mirarle, serio.

── no hasta que te calmes ── contestó, haciendo con ello que sonriera, emputadisimo y de forma aterradora.

── ¿no? ── pronunció, tirando de sus brazos hacía atrás después, solo para poder propinarle una sola patada entre los huevos que le hizo retorcer, logrando que le soltará ── váyase a chingar a su abuela ── exclamó con rabia y sacándole el dedo medio, antes de seguir su camino para salir de ese asqueroso hospital.

Pudo escuchar los quejidos de Ao'nung por detrás suya mientras avanzaba, importandole poco con él jodido enojo que traía encima.

Estaba realmente hasta la madre de las malditas intravenosas, esa mierda dolía. Y más encima tenía que soportarla por más de una hora seguramente, como la 6ta dosis.

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