Los dos gatitos de Luo

Capítulo 2. Julien I

Oficina Central de Seguridad Pública de Ciudad Yan, 8:00 A.M.

Los empleados de cada departamento, iban llegando poco a poco a sus puestos. El trabajador de la oficina de suplementos administrativos, Xiao¹ Sun, bostezó y se echó al hombro otro barril de agua para llevarlo a la oficina del Director General. Tan pronto como abrió la puerta, encontró que el Director Zhang ya había hecho su primera taza de té y estaba hablando por teléfono, con una expresión dura en el rostro.

El viejo Director General ya había pasado su quinta década. Estaba en forma y era una antigüedad de mal carácter. A donde fuera, tenía que llevar su propia agua para preparar té. Siempre cargaba un tonto celular viejo que se podía cargar sólo dos veces al mes. Nunca usaba ropa casual para trabajar, sin embargo, en las cuatro temporadas alternaba entre varios uniformes. En medio de su frente, se encontraba un profundo pliegue, como el tercer ojo del Dios Erlang²: esta era la acumulación gradual de una actitud de “todos son desagradables”; si se reía alguna vez, era como que un árbol de hierro germinara.

El sonido de la llamada del viejo se filtraba un poco. Medio arrodillado, abriendo el barril de agua, Xiao Sun podía escuchar a la persona al otro lado de la línea hablando. <Señor, sé que esto que está pasando en mi jurisdicción, demuestra negligencia de mi parte, pero…>

Xiao Sun miró sutilmente hacia el Director Zhang y pensó, ¿Qué habrá pasado?

La ciudad Yan estaba siendo anfitriona de una conferencia internacional muy importante. Los líderes y reporteros de todas las naciones del mundo estaban presentes; muchas escuelas de negocios estaban libres; todos los vehículos privados en la ciudad estaban restringidos a movilizarse día de por medio; todas las compañías y cadenas de seguridad estaban en máxima alerta.

Xiao Sun veía cómo el Director General se tensaba cada vez más. Luego, bajó la voz y dijo suavemente, —La Calle Nanping Norte está a menos de tres kilómetros del lugar de la conferencia. Les dije en la reunión que nada podía salir mal este mes, sin importar qué. Sería mejor si apartaran a los vendedores ambulantes del lugar. Pero has preparado un caso de homicidio para mí. ¡Lao Wang, has “excedido las expectativas” en esta misión!

—Pero, señor, fue a mitad de la noche…

—La orden de aumentar las patrullas nocturnas fue enviada a todas las unidades un mes antes. ¿O es que pretendes pedirles a los delincuentes que trabajen una jornada de ocho horas al día y luego se vayan a descansar?

—Por supuesto- Por supuesto que no estoy negando mi responsabilidad, pero, usted sabe que el Distrito Oeste del Mercado de Flores siempre ha sido un desastre, y hay muchas personas entrando todo el tiempo…

El Director Zhang había reprimido su temperamento durante cinco minutos de conversación con la persona a cargo del Distrito del Mercado de Flores. Se dio cuenta de que la otra parte no tenía la intención de reflexionar sobre su propia conducta, y además, tenía una excusa para todo. El director Zhang explotó en un arranque de ira sin ningún aviso.

—¡Pura mierda! ¿Acaso el Distrito Oeste no es tu jurisdicción? ¿No es tu territorio? ¿Ahora me estás diciendo que es un desastre? ¡¿Qué carajos has estado haciendo?!

Xiao Sun y el director de la sub-oficina se quedaron perplejos y sin habla, como las cigarras en invierno.

El Director Zhang tomó su taza y bebió un gran sorbo de té para aliviar su enojo. Accidentalmente agarró unas hojas de té y las escupió de vuelta a la taza.

Entonces, estiró su “dedo de la muerte” y escribió la palabra estrangulamiento en el teclado empolvado. La pantalla estaba llena con capturas de pantalla recientes de la red.