—Capitán... ¡Capitán Tao!
Tao Ran volteó y vio a Xiao Haiyang de la sub-oficina, corriendo hacia él.
Las gafas de Xiao Haiyang se habían roto el día anterior, y ni siquiera había tenido tiempo para cambiarlas por unas nuevas; las gafas colgaban torcidamente sobre sus pómulos. Se quedó sin aliento frente a Tao Ran, con una expresión inusualmente grave mientras recuperaba el aliento. El pecho de Tao Ran dolió un poco al verlo.
El rostro de Xiao Haiyang estaba tan tenso como si se acabara de hacer un estiramiento facial. Limpió sus sudorosas manos sobre los pantalones, se acomodó las lamentables gafas y aclaró su garganta antes de sacar una libreta de su bolsillo. —Capitán Tao, hay algo que quiero reportar.
Tao Ran, quien era naturalmente amable, esperó a que recuperara el aliento. —No te apures. Cualquier cosa que tengas que decirme, tómate tu tiempo.
—Bueno, ayer mientras estábamos investigando en el Distrito Oeste, descubrí que la situación de allí es muy compleja, extremadamente fluida y temporal. Es normal que los inquilinos se muden cuando cambian de trabajo. En cuanto a los arrendamientos ilegales, son más bien como un hostal de mala muerte a largo plazo. Debido a esto, la relación entre las personas no es muy cercana, a excepción de los que viven juntos. Ayer mis colegas trabajaron todo el día sin conseguir mucha información relevante.
Tao Ran asintió, animándolo para que prosiguiera. —Umm.
—Pero entre las personas que viven con He Zhongyi, hay una que viene de la misma provincia que él. Su nombre es...— Xiao Haiyang revisó su libreta. —Zhao Yulong. Se llevaba bien con la víctima. Aparentemente, He Zhongyi consiguió el empleo de repartidor gracias a su recomendación. Ma Xiaowei dijo que él había tenido que volver a su hogar para solucionar algunas cosas estos días pasados.
Tao Ran alzó las cejas sorprendido. Había estado pensando en contactarlo.
—Ayer en la noche encontré a la persona encargada de los suministros de la cadena de cafetería y obtuve la información de contacto de Zhao Yulong,— dijo Xiao Haiyang. —Cuando se enteró de la noticia, accedió a venir en el último bus hasta aquí. Quedé en encontrarme con él hoy.
Tao Ran lo observó pensativo. —Pensé que el curso de la investigación en la sub-oficina estaba enfocado en Ma Xiaowei.
El rostro de Xiao Haiyang se tensó aún más. Inconscientemente tiró del borde de su camisa. —Yo... He estado pensando en que hay algo extraño con el individuo misterioso que entregó el teléfono de la víctima. Ahora identificaron a Ma Xiaowei como el asesino, pero todavía hay muchos puntos cuestionables... Lo discutí con nuestro capitán... Me dijo que no fuera un sabelotodo y que dejara de buscar problemas.
En ese momento, la expresión de Tao Ran se oscureció, su cálida sonrisa se desvaneció. —¿A qué horas acordaron encontrarse?
—Umm,— dijo Xiao Haiyang mientras veía su reloj, —si el bus no se retrasa, en una hora.
Tao Ran se decidió rápidamente. —Iré contigo. ¡Vamos!
Mientras los policías golpeaban el pavimento con el sol directamente sobre ellos, el Amo Fei se reclinaba sobre una suave silla de cuero giratoria en su oficina.
Puso suavemente un dedo sobre su frente. En el escritorio junto a él, había una notebook que mostraba la corta y aburrida vida de He Zhongyi. Fei Du buscó un número en su libreta e hizo una llamada.
—Hola, Chang-xiong¹, soy yo.— Fei Du escuchó la respuesta al otro lado, bajó la cabeza y rió. —Cierto, es un poco vergonzoso. De hecho, me gustaría que me ayudaras con algo.
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Los dos gatitos de Luo
ActionTítulo: 默读 / Mo Du / Lectura silenciosa Autor: Priest Publicación: jjwxc