Capítulo 42. Humbert Humbert IX

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—De acuerdo con esta hipótesis,— Lang Qiao, luciendo unas ojeras tan grandes como sus ojos, dijo débilmente, —Wu Guangchuan salió de su tumba, o, atraparon al hombre equivocado en ese entonces y luego de veinte años, el asesino real resurgió para hacerlo de nuevo.

—Si una persona tiene éxito cometiendo seis crímenes, con la policía siendo incapaz de encontrar siquiera una sombra e incluso haciendo que alguien pagara por él, una persona ordinaria estaría lo suficientemente satisfecha hasta el punto de perder la razón. Si realmente es un psicópata, ¿se habría detenido por tantos años?— dijo Luo Wenzhou. —Si realmente atraparon al asesino equivocado en ese entonces, los últimos veinte años habría sido suficiente para que llenara una fosa común.

Lang Qiao giró la cabeza. —Capitán Luo, lo que está diciendo es horrible.

—Lo que estás diciendo también es horrible.— Luo Wenzhou giró su pluma alrededor de su mano. —Sea como sea, ya envié algunas personas para que vigilen la casa de Qu Tong y que investiguen quién envió la USB.

—No digan que yo lo dije, pero no creo que encuentren algo,— dijo Lang Qiao. —Acabo de hablar con sus padres. La casa de Qu Tong está en un viejo vecindario, y los encargados de la propiedad no hacen nada los treinta días del mes. Básicamente tienen una política de puertas abiertas. El mes pasado les robaron algunas cosas. Solo piénsenlo, alguien se lleva algo de tu casa y no lo atrapan; mucho menos hallarán a alguien que dejó algo.

Tao Ran preguntó, —¿Hay alguna otra pista?

—La USB es una de esas ordinarias, de las más baratas; puedes encontrar el mismo tipo en cientos de sitios web. Fue limpiada cuidadosamente, ni siquiera media huella en ella. Los técnicos están analizando el contenido, pero la precaución del sospechoso para no ser reconocido es más que evidente.— Luo Wenzhou se detuvo un momento y negó con la cabeza. —El panorama no es muy optimista.

La probabilidad de encontrar otras pistas era muy pequeña, al igual que la probabilidad de encontrar a la niña con vida.

Las setenta y dos horas críticas ya habían pasado; la grabación enviada a los padres parecía ser una clase de "resumen" complaciente: "Todavía estoy aquí, soy el ganador de nuevo, no pueden atraparme".

—En realidad hay otra posibilidad,— dijo Tao Ran luego de murmurar para sí mismo por un momento. —En la noche de la desaparición, ¿quién más podría pasar por ahí? En ese momento, investigamos las grabaciones de algunos lugares turísticos cercanos, parques industriales y las avenidas principales. Si la persona hubiera estado ahí por pura coincidencia, sería muy difícil no dejar ningún rastro. Pero hasta ahora, no hemos encontrado ninguna pista. Por lo que es posible que alguien estuviera siguiendo a Qu Tong desde el principio. ¿O tal vez su objetivo era alguien similar a Qu Tong, y terminó encontrándose con el secuestro?

Habiendo escuchado esto, Lang Qiao entendió lo que significaba. —¡Dices que el acosador no tuvo éxito en su primer intento!

El último día del campamento de verano, los estudiantes habían salido de la ciudad, pero antes de eso, sus actividades siempre habían sido dentro de la ciudad, cerca de la escuela. Si el misterioso secuestrador hubiera estado siguiendo a una de las estudiantes, entonces habría sido aún más difícil poder cubrir sus huellas. ¡Las cámaras de tránsito y los residentes tal vez habían notado algo!

Lang Qiao se puso de pie de inmediato. —Haré los arreglos.

—Ya lo hice.— Luo Wenzhou sacudió una mano en su dirección. —Siéntate por ahora. Luego de terminar de investigar la escena y no encontrar nada, hice que investigaran las vidas de algunas de las niñas de su clase. De los dieciocho estudiantes, once eran niñas, todas tienen casi la misma edad de Qu Tong, y seis de ellas tenían una complexión parecida. Incluso enfocándonos en esas seis, investigando cada lugar a donde iban, cada persona que se encontraban, todavía nos queda más de cien personas involucradas. Después de estudiar la escena, solo sabemos que la persona calza del número cuarenta y dos. Es muy poca información; ni siquiera podemos estar seguros del sexo o la edad de esa persona. No tenemos nada, a menos que sea alguien que luciera sospechoso, lo cual aparentemente no es así.

Los dos gatitos de LuoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora