Capítulo 66. Macbeth VII

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—Estaba en un viaje de negocios en Canadá. Regresé tan pronto como me enteré de lo que había pasado, y cuando venía para acá, escuché que Huaijin-dage había sido...— Yang Bo no pudo terminar sus palabras. Descansó los codos sobre sus rodillas y se frotó el rostro, tomando varias respiraciones profundas. —Lo siento, es muy repentino. Yo... Realmente no sé qué hacer...

El oficial de policía frente a él observó a Yang Bo con una mirada crítica. Abrió una libreta y fue directo al grano. Habló bruscamente, diciendo, —Sr. Yang, con el fin de entender la situación, iré directo al punto con usted. Hay algunos rumores que sugieren que usted y el Venerable Zhou son padre e hijo. ¿Puedo preguntar si eso es cierto?

Yang Bo estaba acostumbrado a abordar a otras personas de una manera mucho más sutil; este abordaje tan directo era algo de lo que no estaba preparado. Sus mejillas se tensaron súbitamente. —¡¿Qué acaba de decir?!

Luego agregó con rapidez, —Es una completa locura. Es un insulto a mis capacidades, a mi madre y al Venerable Zhou. No sé dónde escuchó esas mentiras y calumnias. Ustedes...

Miró furiosamente al oficial de policía frente a él, mordiéndose la lengua con fuerza, a duras penas logrando retener sus palabras, —¿Se basan en rumores para resolver el caso?

Al escuchar estas palabras, Zhou Huaixin, quien había sido aplacado con dificultad, una vez más, mostró una tendencia a erupcionar como un volcán. Respiró profundo desde su diafragma y bufó mientras escupía. —Pfft.

Antes de que la saliva tocara el suelo, Luo Wenzhou llamó indiscriminadamente a otro oficial de policía y señaló al sorprendido Zhou Huaixin. —Sepárenlos e interróguenlos por separado. Con Zhou Huaijin siendo secuestrado aquí en Yan, cualquiera que pueda beneficiarse de su desaparición es un sospechoso, incluyendo sus familiares.

—¿Qué? ¿Soy sospechoso? ¡¿Están locos?! ¡¿Están ciegos?!— Dos oficiales, sin aceptar argumentos, "invitaron" a Zhou Huaixin a levantarse. Estaba tan molesto como si estuviera a punto de golpear el techo. Se giró hacia Fei Du, quien parecía comprensivo, pero impotente. —Maestro Fei, ¿qué le pasa a este policía? ¿De qué está hablando? ¡Voy a presentar una queja en su contra! ¿Se cree la gran maldita cosa? Tenga cuidado con quién se está metiendo. Si se atreve a tratarme como sospechoso, yo... ¡No me toque!

Por un lado, Yang Bo, rebosando autocontrol y enojo, dijo, —Mi madre y el Venerable Zhou eran viejos amigos. Gracias a esa conexión, tuve la gran fortuna de conseguir un trabajo en el Clan Zhou, pero solo llegué hasta aquí por mi propio esfuerzo. No es por la asquerosa razón que se imaginan.

Por otro lado, Zhou Huaixin estaba ignorando por completo toda propiedad. —¡¿Cómo te atreves?! Eres un sucio bastar...

Yang Bo no pudo soportarlo por más tiempo; respondió sarcásticamente, —Realmente no entiendo qué estándares podría tener un alcohólico que conduce ebrio, promiscuo, fumador de hierba, para juzgar la "suciedad" de alguien.

Al ver a estos dos jóvenes maestros despedazándose entre ellos frente a una sala llena de policías, uno gritando tan pronto como el otro se calmaba un poco, Hu Zhenyu sintió que las venas de sus sienes estaban a punto de explotar. Lo único que quería era encerrarlos a ambos en una vasija.

Fei Du observaba la situación con gran interés. Estaba a punto de tomar su taza de té cuando Luo Wenzhou apartó su mano con un golpe.

—...

Luo Wenzhou dijo, —¿Viniste a tomar té? Deja esos hábitos tan horribles. El Equipo de Investigación Criminal no es tu casa. No me importa si solo eres un intermediario temporal que no está en la nómina o lo que sea. Estás aquí, por lo que seguirás las órdenes. Si no vas a hacer tu trabajo, entonces puedes irte.

Los dos gatitos de LuoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora