Los dos gatitos de Luo

Capítulo 55. Humbert Humbert XXII

—Quieres que busque dentro de la urna de cenizas.— Luo Wenzhou no sabía qué cara poner ante las palabras de Fei Du. Solo pudo dedicarle una sonrisa con los dientes apretados. —¿Estás seguro de que Xu Wenchao es tan anormal como tú?

—Creo que ustedes, "la gente normal", tienen un punto de vista interesante.— Fei Du le entregó la caja con las cenizas de Su Xiaolan a Luo Wenzhou. —Por un lado, creen que esto es un símbolo de una persona ordinaria; por otro lado, lo endosan con un significado extraordinario, lo hacen sagrado, de mala suerte, que no debe ser profanado, intocable... sin importar qué clase de persona haya sido en vida.

La pequeña caja no era liviana. Luego de tomarla, Luo Wenzhou respiró profundamente varias veces. —El sentimiento de ritual y tabú reflejan la reverencia hacia la vida y la muerte. Déjame decirte, Fei Du, si abro esto y solo hay cenizas adentro, te meteré en esta caja.

Luego, puso la pequeña caja en el suelo, levantó la tapa y retiró el absorbente de humedad que había dentro. Con la piel de gallina, abrió la bolsa de tela que contenía las cenizas, se llenó de fuerzas y rebuscó un par de veces.

De repente, Luo Wenzhou se detuvo. Intercambió una mirada con Fei Du y luego sacó una bolsa plástica de la pila de cenizas.

Fei Du sonrió. —Parece que no tendré que entrar.

Con los guantes puestos, Luo Wenzhou sacudió las cenizas de la bolsa plástica. Dentro de ella, había una libreta de bolsillo muy vieja, de un poco más de 10 cm. Tenía una cubierta de plástico rosada, muy característica de la época.

Los carácteres de Su Xiaolan estaban escritos bastante bien; algunos trazos tenían la naturalidad de la letra de un adulto. Las páginas estaban cubiertas de decoraciones salvajes; calaveras hechas con bolígrafos, "manchas de sangre" con tinta roja, y cosas por el estilo. Se veía muy deprimente. Había frases incompletas y signos de exclamación por todos lados.

[X/X/19XX. La zorra dejó a ese gordo conmigo y contó el dinero en la puerta. ¡Voy a matarla! ¡¡Le cortaré la lengua!! ¡¡¡Le partiré la cabeza con una botella!!!]

Tan pronto como Luo Wenzhou abrió la libreta, sus ojos fueron atraídos por esta oración. Inhaló calmadamente, frunciendo el ceño con fuerza.

[X/X/19XX, ¡Den Ying vino! Empezó a llover de repente y ella no llevaba una sombrilla, había estado en mi casa antes, por lo que corrió hasta aquí para protegerse de la lluvia. Había alguien aquí, ¡estaba borracho!] Después de esto había una página entera llena de tachones, completamente desordenada. [La zorra le ayudó al borracho a meterla al cuarto. ¡Está perdida!]

[X/X/19XX, La policía vino a la escuela. Están buscando a Deng Ying. Le preguntaron a un montón de personas, pero no me preguntaron a mí porque no asistí ese día. Deng Ying está en el baño de mi casa. La zorra dice que si no nos deshacemos de ella, estaremos perdidas.]

[X/X/19XX, La zorra puso a Deng Ying en una caja para hielo y se la llevó. Le dijo a la gente que iba a vender paletas al por mayor. La caja apesta como el infierno. Vomité. La zorra me golpeó de nuevo.]

—¿Quién es Deng Ying?— preguntó Fei Du.

—No lo sé.— Las gruesas cejas de Luo Wenzhou parecían estar tan tensas como la cuerda de un arco. Bajando la voz, dijo, —Su Xiaolan apenas estaba en cuarto grado cuando escribió esto. No encontramos ninguna víctima que cumpliera con los criterios durante este periodo, por lo que lo descartamos. Si esta fue la primera niña asesinada, debió haber sido accidental, por lo que no tenía las características posteriores.

Una noche de verano, veinticuatro años atrás.

La estudiante de primaria, Deng Ying, salió de la escuela y se dirigía a casa. De repente, las puertas del cielo se abrieron, desplegando una tormenta. Corrió algunos pasos y se dio cuenta de que estaba en una posición muy incómoda. Entonces recordó que una compañera de clase vivía cerca de ahí. Podía correr hasta allá y protegerse de la lluvia. Y esa compañera estaría en la casa todo el día porque supuestamente estaba enferma. Podía ir a visitarla...