Capítulo 47. Humbert Humbert XIV

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<Hola, ¿hablo con la estudiante Su Luozhan? Soy el Profesor Wang del Palacio de los Niños, el que hizo su tarjeta de registro cuando empezó la escuela. ¿Lo recuerda?>

<Lo recuerdo, Profesor Wang.>

<Ya es muy tarde, ¿tus padres ya están dormidos? ¿Están por ahí cerca? Quiero hablar un momento contigo, pero necesito el permiso de tus padres primero.>

<Mi padre no ha llegado a casa todavía. Mi madre está enferma. Está durmiendo y no puedo despertarla. ¿Por qué no solo me dice?>

<Oh... está bien, solo le haré algunas preguntas. El asunto es... Hay una niña en la clase de arte llamada Zhang Yuchen. Desapareció después de clases el día de hoy. Alguien dijo que las vio a ustedes dos jugando. ¿Recuerda en dónde la vio por última vez?>

El otro lado quedó en silencio.

<¿Hola? ¿Estudiante Su Luozhan, sigue ahí?>

<...Sigo aquí. Lo siento, profesor, la señal es un poco mala aquí. Estaba diciendo que en la clase de arte...>

<La estudiante Zhang Yuchen. Es muy pequeña, con una pequeña trenza.>

<Oh, fuimos al parque a jugar un rato. Había muchos de nosotros, también de otras clases. Después de eso nos fuimos. No sabemos a dónde fue.>

<¿En serio? Está bien, entonces. Vaya a la cama pronto. No llegue tarde mañana a clases.>

<Está bien, profesor. Si la encuentra, no olvide llamar y decirnos. Estoy preocupada.>

Lang Qiao apagó la grabación de la llamada. —Debido a que no había ningún adulto con la niña, y que sus explicaciones concordaban con la de los demás, el profesor no siguió preguntando. ¿Qué opina de esta conversación? Sigo creyendo que no es posible, pero entre más lo pienso, eso explicaría por qué Qu Tong accedería a entrar al auto de un desconocido durante una situación tan aterradora y por qué el Oficial Tao y yo no hemos encontrado nada en las grabaciones de seguridad. Es... demasiado horrible.

El nombre registrado para emergencias de Su Luozhan era "Su Xiaolan"; la relación era "madre e hija".

Algunas patrullas llegaron tan rápido como el viento hasta la dirección registrada de Su Luozhan. Era una propiedad bastante cómoda. En medio de la noche, todo estaba en calma. El vigilante dormido se despertó asustado y miró en blanco la identificación en la mano de Luo Wenzhou.

—¿Aquí vive una pareja de madre e hija de apellido Su?

El guardia de seguridad lo miró tan fijamente que sus ojos se desviaron un poco. —No, n-no lo sé, lle- llegué hace poco...

—Vaya a la administración de la propiedad y consiga el registro previo de propietarios,— dijo Luo Wenzhou con prisa. —Todos tengan cuidado. Si esta chica realmente es la sospechosa que estamos buscando, las circunstancias serán muy extrañas; será más inestable que un adulto. Definitivamente no debemos provocarla. En caso de que las víctimas sigan con vida, nuestras acciones no pueden causar algo inimaginable.

—¡Capitán Luo, es el 401!

—Si todos entendieron, entonces vamos.

En el corredor del cuarto piso, un grupo de personas se escondía en la esquina de la escalera. Luo Wenzhou levantó la barbilla, indicando a Lang Qiao que tocara la puerta.

Lang Qiao sobó su rostro congelado, el cual lucía como si se hubiera inyectado botox, convirtiéndolo en la expresión más amable que jamás había puesto. Se acercó a la puerta y tocó. —¿Hay alguien en casa?

Los dos gatitos de LuoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora