Capítulo 62. Macbeth III

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—¿Un accidente de auto?— preguntó Luo Wenzhou desconcertado. —¿Por qué me necesita en un accidente de auto? Envíe a los oficiales de tránsito de al lado para que lidien con ello.

Lu Youliang dijo, —¿Has escuchado hablar de Zhou Junmao?

—¿Cuál Zhou Junmao?— Luo Wenzhou se sobresaltó, sintiendo cómo la luz de la tarde se tornaba turbulenta. —¿Ese Zhou Junmao?

Junto a él, Fei Du se detuvo, luego levantó la cabeza en silencio.

Zhou Junmao era una celebridad nacional reconocida en el extranjero; cumpliría setenta y tres años ese año. Había nacido en el Distrito Dong Daogou, a las afueras de la ciudad Yan y había viajado al extranjero cuando era joven. Empezando desde cero, había trabajado arduamente en el campo de la construcción, y más tarde, creó el Conglomerado del Clan Zhou, una compañía multinacional de grandes proporciones. En los últimos años, mientras envejecía, tal vez pensó en regresar a sus raíces; el enfoque de sus inversiones empezó a inclinarse hacia China.

Zhou Junmao no era una celebridad ordinaria. Era discreto y llevaba una vida simple. Estaba muy comprometido con el bienestar público; había hecho grandes contribuciones a la construcción de la infraestructura de su ciudad natal. Él era responsable de la mitad de toda la prosperidad del Distrito Dong Daogou; allí había una calle llamada "Calle Junmao", la única calle en toda la Ciudad Yan con el nombre de una persona viva.

Media hora antes, Zhou Junmao se estaba dirigiendo a su residencia en la ciudad Yan desde el aeropuerto, cuando su auto fue golpeado desde atrás por un camión. La parte trasera del vehículo quedó destruida, y el anciano, quien iba en el asiento trasero, murió al instante. El conductor y el guardaespaldas que lo acompañaban estaban heridos de gravedad y estaban recibiendo atención médica de emergencias en el hospital.

Este era un accidente de tráfico amargo; se esperaba que tuviera un impacto dramático en las acciones del Grupo Zhou una vez se filtrara la noticia.

Y ahora, el hijo menor de la familia Zhou, quien se encontraba en la ciudad Yan en ese momento, afirmaba que su padre había sido asesinado e insistía en que la policía lo investigara.

—El Director Zeng ya está en la escena junto a los examinadores médicos. Nos dirigimos allí a echar un vistazo, hablaremos con los oficiales de tránsito, y luego iremos a la residencia Zhou.— Luo Wenzhou se dirigía por la autopista hacia el aeropuerto, llevando a Lang Qiao, quien estaba de turno, a Xiao Haiyang, quien no se había sentido cómodo yéndose temprano el primer día de trabajo y a un Fei Du. —Relájense, no será otro mes de trabajar horas extras. Ni siquiera sabemos qué pasó todavía. Incluso si el accidente fue deliberado, es probable que la división de crímenes económicos se encargue de esto, y nosotros solo los asistiremos.

Lang Qiao levantó la cabeza con curiosidad. —Presidente Fei, usted conoce a muchas personas ricas. ¿Alguna vez conoció a Zhou Junmao?

—Lo conocí una vez, aunque en realidad no pude hablar con él.— Fei Du, pareciendo haberse convertido en un estudiante modelo, mantuvo su actitud estudiosa mientras se dirigían a la escena. —Conozco más a su hijo menor... El mismo que insistió en llamar a la policía.

Lang Qiao bajó la mirada y empezó a buscar información online. —Zhou Junmao tiene dos hijos. El mayor es Zhou Huaijin... Oh, un talento joven. Asistió a todas las escuelas famosas, empezó a ayudar a administrar los bienes de la familia desde muy joven, está en el exterior la mayor parte del tiempo. El segundo hijo es Zhou Huaixin. ¿Es un pintor? Presidente Fei, ¿es este al que se refiere? ¿Cómo se conocieron ustedes dos? ¿Es porque a ambos les gusta el arte?

Los dos gatitos de LuoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora