Los dos gatitos de Luo

Capítulo 54. Humbert Humbert XXI

Al principio, Fei Du se quedó mirándolo. Luego se recostó en su asiento, luciendo muy despreocupado. Fingiendo no haber entendido, preguntó, —¿Hm?

Había una gran cantidad de su personalidad de playboy en sus movimientos; las comisuras de sus labios estaban listas para sonreír sin realmente sonreír, y su cabeza estaba inclinada mientras observaba a Luo Wenzhou. Preguntó, sabiendo perfectamente la respuesta a su pregunta, —¿Qué hice anoche?

—...

Se dio cuenta de que estaba siendo despreciable. Estaba más acostumbrado a un Fei Du con las palabras "pidiendo una paliza" grabadas en su frente, que a esta extraña y ambigua actitud suya.

Cuando los dos estaban solos, si alguno de los dos se avergonzaba, el otro tomaba ventaja de su debilidad.

El silencio temporal de Luo Wenzhou hizo que Fei Du pensara erróneamente que no podía pronunciar las palabras; eso despertó su interés, y no pudo resistir el impulso de molestar un poco más a Luo Wenzhou. —Anoche, les envié voluntariamente algo de comodidad a tus buenos oficiales. ¿El Capitán Luo está considerando pedir otra pancarta de seda para mí?

Mientras hablaba, se acercó un poco más a Luo Wenzhou; sus ojos emanaban diferentes tonos de luces, radiando desde sus irises, expandiéndose claramente, como ondas. —¿Qué planea escribir esta vez? Estoy pensando...

—Fei Du,— Luo Wenzhou lo interrumpió con una gran muestra de propiedad, —Si sigues provocándome de esa manera, pensaré que tienes algunas "intenciones inmensionables" conmigo.

—...

Debido a su relación inusual, la mayoría del tiempo, Luo Wenzhou se mantenía extremadamente serio en su presencia. Con el paso del tiempo, Fei Du había tenido la impresión equivocada de que esta persona sentía vergüenza.

Luego de un momento, Fei Du ejecutó una "retirada", volteando su mirada hacia la sombría funeraria. —¿Capitán Luo, está seguro de que quiere discutir un tema tan indecente en un lugar como este?

—Aparte del tema indecente, también tengo uno decente,— dijo Luo Wenzhou. —¿Planeas convertirte en un líder que no interviene y darles a otros toda tu fortuna para que la manejen?

—No hay necesidad de preocuparse por eso. Tengo un equipo confiable.— Fei Du se encogió de hombros. —Ni siquiera tiene que ser tan confiable, solo un poco más confiable que yo. Aunque me alejaré de las operaciones diarias, las decisiones más importantes de la empresa todavía necesitarán mi firma. Todavía tengo el control. De cualquier forma, si todo se derrumba...

—Los restos se venderían por más dinero del que nosotros los pobres servidores públicos ganaremos en toda una vida, incluyendo nuestras pensiones, suficiente para varias personas por muchas vidas... ¿Es correcto?— Luo Wenzhou cortó su alardeo. —Deja de decir tonterías. Cuando tu padre tuvo el accidente, todavía estabas en la escuela; aunque tus calificaciones eran descuidadas, ¿por qué no estabas dispuesto a confiar en ese equipo tan "confiable" en ese entonces? Sentarte y recoger tus dividendos anuales como un socio bien portado.

Fei Du levantó la cabeza y se encontró con la mirada de Luo Wenzhou en el espejo retrovisor; su mirada era profunda, con una severidad franca y conocida.

—No te hiciste cargo de la compañía de tu padre por el dinero. Lo estabas investigando,— afirmó Luo Wenzhou. —De acuerdo con esto, tú, aplicando para la Universidad de Seguridad de la ciudad Yan, tiene el mismo objetivo. ¿Para qué lo haces...? o mejor, ¿por quién lo estás haciendo?

—¿Tal vez es para conquistarte?— dijo Fei Du como si nada. —¿Tal vez mis gustos cambiaron de repente, y he empezado a salivar por la clase de encanto de... un caballo negro extremadamente serio del Capitán Luo?