Capítulo 53. Humbert Humbert XX

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—El salón de juegos fue demolido y reconstruido varias veces. Luego se convirtió en un edificio comercial. Si los cuerpos realmente hubieran estado en ese lugar, es imposible que no encontraran algo mientras construían. En cuanto al resto, ha pasado mucho tiempo, y los registros de ese entonces están incompletos. No lograremos encontrar nada más en tan poco tiempo.— A través de la pantalla de vigilancia, Lang Qiao observó a Su Luozhan, quien tenía el mentón sobre sus manos. Sintió un escalofrío de disgusto. —¿Y lo que dice esa pequeña psicópata es de fiar o no?

—Solo podemos usarlo como referencia. Puedo ver que a esta niña realmente le gusta alardear.— La mirada de Luo Wenzhou estaba fija en la pantalla; ni siquiera parpadeaba. Luego de pensar un poco, dijo, —Pero el método del crimen ha sido básicamente aclarado. El adulto y la niña trabajan juntos. Primero siguen al objetivo. Luego, en el momento propicio, el adulto aparece y hace algo que asusta a la víctima. A continuación, la chica se acerca, se gana la confianza de la niña bajo esas circunstancias, y luego de uno o dos contactos, engaña a la víctima para que vaya con ella.

—El día que me mudé, Chenchen realmente estaba siendo acechada.— Tao Ran caviló un poco sobre esto y luego, dijo, —Si el acosador que vio Fei Du en ese entonces era el cómplice...

—Supongamos que él es el Sospechoso A.— Luo Wenzhou sacó una hoja de papel y dibujó un círculo alrededor de la letra. —Por el momento, diremos que el hombre que secuestró a Qu Tong y condujo el auto por Xiling era el B... No podemos estar seguros de que A y B sean la misma persona, pero personalmente, me inclino a creer que no son la misma persona.

—¿Por qué?— preguntó Lang Qiao.

—La frecuencia de crímenes.— Luo Wenzhou golpeó la mesa con el bolígrafo. —Si el Sospechoso A estaba siguiendo a Chenchen desde el momento en que Tao Ran se mudó, durante todo ese tiempo hasta anoche, entonces ya habría pasado más de un mes. No consideremos si A podría tener la energía para acosar simultáneamente a dos niñas que se movían en lugares completamente diferentes. Incluso si pudiera hacerlo, para una persona que tiene la paciencia para acosar a alguien durante un mes, cometer dos crímenes en un espacio de cinco días, es demasiado intenso.

—Ahora bien, hay una tercera persona en el caso, Xu Wenchao. Tiene una coartada sólida para la noche del secuestro de Qu Tong, por lo que sabemos que no puede ser B. Así que, ¿qué rol cumplió él?— Luo Wenzhou escribió el carácter "Xu", luego el carácter "Su", y trazó una línea entre ellos. —Después de que Su Luozhan drogara a Chenchen y la atara en la antigua residencia de la familia Su, fue a casa como si no tuviera nada más que hacer. No tenía miedo de que Chenchen pudiera escapar, o que alguien la escuchara...

—¡Porque sabía que su cómplice iría a la antigua residencia Su y se encargaría!

—Pero el cómplice no llegó. Su Luozhan fue alertada por la llamada del profesor del Palacio de los Niños, luego corrió hasta la antigua residencia Su para comprobar si se habían encargado de Chenchen. Entonces llamó a Xu Wenchao dos veces.— Luo Wenzhou repasó la línea entre Xu Wenchao y Su Luozhan, y luego trazó una línea divisoria, creando dos tramos. —Zhang Yuchen estaba demasiado asustada anoche. Por el momento no tendremos su testimonio en cuenta. A juzgar por el resto de nuestra información, existen dos posibilidades...

—Primero, Xu Wenchao es el Sospechoso A, quien acosó a Chenchen, con la intención de secuestrarla.— Luo Wenzhou hizo una pausa. —Segundo, Xu Wenchao es el proxeneta de Su Luozhan. Su Xiaolan estuvo enferma por mucho tiempo, y había cosas que Su Luozhan no podía hacer por su cuenta; necesitaba un adulto.

La primera vez que Xu Wenchao fue convocado por la policía, se sorprendió mucho, ya que no sabía cuál había sido su error. Respondió sus preguntas con mucho cuidado, optando por parecer un poco lento. En ese momento no parecía saber sobre la grabación que Su Luozhan le envió a los padres de Qu Tong, y no esperaba que la policía vinculara este caso con el de hace veinte años.

Los dos gatitos de LuoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora