Se soltaban golpes sin parar, cada uno más fuerte del que anterior. Macaque estaba dando todo de si, deseaba... No, tenía que ganar esa pelea, claro que su adversario pensaba igual.
Ambos estaban molestos el uno con el otro, y en ese momento, solo querían hacerse daño. Esperando que la sangre derramada los hiciera sentir mejor, pero llego un punto en el que uno de ellos ya no fue capaz de moverse.
Su cuerpo estaba cansado, sus heridas ardían demasiado y su poder se estaba agotando, pero eso no le importó al Gran sabio igual al cielo, quien dio un golpe más con su bastón directo al ojo derecho de Macaque, logrando lanzarlo hasta el suelo, chocando con la punta de una montaña cercana, creando un crater enorme.
Macaque soltó un grito lleno de dolor, sosteniendo su ojo herido con las manos temblorosas, intentando ponerse de pie, ya sin siquiera pensar bien en como regresar el golpe, o si tendría oportunidad de regresarlo. Sin embargo, cuando intentó levantarse, Monkey King aterrizó casi a su lado, amenazándolo con su bastón. Sus ojos dorados llenos de ira miraron a su viejo amigo como si pudiera arrancarle el alma, y su expresión era tan seria que cualquiera que lo mirara dudaría que se tratara de un héroe.
—¿Q-qué demonios esperas? —Macaque habló tragándose su llanto. — Tu preciado maestro estará complacido ¿No?
—No te atrevas a hablar de mi maestro. —advirtió mientras acercaba más el bastón al cuello de Macaque. —Tendrás lo que mereces por lo que hiciste. Por lo que me hiciste.
—Yo... Intentaba salvarte. —logró decir, dejando salir quejas a la hora de tratar de mantener alejado el bastón con ambas manos.
Wukong escuchó esas palabras y dudo por un muy breve instante, viendo a su viejo amigo cauteloso y serio. Su compañero más leal, al que adoraba lograr sacarle una sonrisa con sus tonterías, ahora estaba a sus pies, con demasiadas heridas para poder siquiera darle pelea.
—Macaque... —intentó decir algo, pero entonces, la corona sobre su cabeza se activo, causándole algo de dolor. Apretó los dientes para resistir el dolor y entonces volteo hacia atrás, contemplando como sus compañeros y su querido maestro observaban todo con horror. Su maestro estaba asustado y también herido. Y el responsable de todo eso era Macaque. Nada le aseguraba al Gran sabio que, si lo dejaba vivir no volvería a intentarlo. —Debiste quedarte en las sombras. —alzó su bastón, dispuesto a dar el ultimo golpe.
Algo asustado, el macaco de seis orejas, trató de crear un portal de sombra pero su magia no respondía cómo deseaba, cada que lo intentaba se agotaba más, como si lo único que hiciera en realidad fuera liberar su magia, dejándola esparcirse por el aire.
Sintiéndose indefenso, sin ninguna escapatoria a ese destino, cerró su ojo sano, y solo espero que lo hiciera rápido., mientras sentía toda la magia de Monkey King amenazando con tocarlo.
Todo se volvió oscuro y silencioso...
Debió ser el final, mas no lo fue, porque Macaque abrió los ojos.
No tenía idea de cuánto tiempo había pasado, aunque el cielo nocturno y el viento frio le daba una pequeña pista. Todo su cuerpo dolía y la vista en su ojo derecho estaba muy nublada. Pese a eso, intentó ponerse de pie, sintiendo cómo sus piernas temblaban por la falta de fuerza. Terminó sentado en medio del crater, dejando salir unas lagrimas, pero sin atreverse a sollozar aunque no hubiera nadie que pudiera juzgarlo.
—Debiste quedarte en las sombras...
Recordó las palabras de Wukong, como una apuñalada más, haciendo que apretara los dientes con furia de solo pensar que su compañero, su mejor amigo había sido capaz de matarlo a sangre fría, sin dudarlo, sin pestañear... sin remordimiento.
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A gift of destiny
FanfictionLa muerte de Macaque a manos de Sun Wukong es presenciada por una diosa quien cree que el mono de las sombras merece otra oportunidad, ya que puede ver la bondad en su interior. Asi que, le pide un favor a Yan Wang, el supervisor del inframundo. ...