A gift of destiny

Capítulo 35

ADVERTENCIA: PRIMERO, SORRY POR LA INACTIVIDAD, JAJAJA Y SORRY POR PUBLICAR SUPER TARDE... DE NUEVO... PERO QUIERO ACLARAR QUE... EL LIBRO TODAVIA NO TERMINA, ASI QUE NO SE ALTEREN, FALTAN CIERTAS COSITAS... Y ESPERO QUE DISFRUTEN ESTE CAP. ES MUY TRANQUILO, PERO CREO QUE... DESPUES DE TODO MERECEN Y MERECEMOS ALGO TRANQUI... 

 El peculiar grupo celebró en el campamento, tratando de ser lo más tranquilos posibles, no solo por respeto al monje, si no por el pequeño cachorro que se negaba a quedarse quieto. Parecía muy alegre, abrazando a casi todos los peregrinos, viéndolos bailar de manera divertida mientras que Rumble y Savage trataban de hacer musica con ayuda de algunos objetos que encontraron por ahí usándolos como tambores, y usando las ramitas del suelo para crear percusiones. 

Mientras que Wukong se encargaba de las heridas de Macaque junto con su maestro. El mono de las sombras no dejaba de mirar a su cachorro, preguntándose como demonios podia estar tan feliz y activo después de todo lo que había vivido, ni siquiera se quejaba tanto de sus heridas como creyó que lo haría. Esperaba que de verdad su inocencia y enemiga infantil lo estuvieran ayudando con ese dolor, y que no estuviera fingiendo estar bien como ciertas personas que conocía bien. 

—Con eso debería bastar... pero el descanso es muy necesario. —comentó el monje al terminar de vendar el pecho del mono de las sombras, permitiendo que este se enderezara y se colocara su camisa y su bufanda como si nada. 

—Gracias. —le dijo sin mirarlo tanto. 

—Tus heridas no sanaran si continuas usando tu poder de esa manera. Debes relajar tanto tu cuerpo como tu mente. Yo recomiendo...

—No se preocupé. Después de esto no volverá a verme. Me esconderé en la cueva más oscura que encuentre y no saldremos en un tiempo. —por la manera casi neutra en la que se haba expresado, era difícil para el monje decir si solo estaba exagerando o hablaba en serio. 

Evitó decir algo respecto a ese tema, poniendo su atención en la manera en la que Macaque volteaba a ver a Xiaotian cada cierto tiempo. —En verdad es un buen niño... haz hecho un buen trabajo cuidándolo. Puedes sentirte orgulloso de eso. —sus palabras tenían buenas intenciones, más el mono de las sombras se sintió mal al escucharlas. El no creía merecer sentirse orgulloso, pues, en el fondo esperaba que el cachorro tuviera una vida tranquila, alejado de todo el tema místico, viviendo tal vez como sus amigos humanos, disfrutando de su infancia. Eso era algo que él no había logrado tener, o al menos no qué era algo que pudiera recordar.

—Eres un guerrero... un arma que solo cambia de amo... —las palabras de Tamarin aun resonaban en su cabeza, convenciéndose de que seguían ahí porque era la triste verdad

—Con permiso. —dijo entre dientes, cerrando los ojos antes de alejarse del humano y casi de todo el grupo, acomodándose con cuidado entre las ramas de los arboles, donde podía seguir viendo al pequeño. 

—Eres un grandísimo idiota. —la voz de Wukong llegó a sus oídos, haciéndolo voltear a su izquierda, donde pudo ver al gran sabio montado en su nube con las piernas cruzadas. 

—Esa es mi linea. —le respondió con media sonrisa acida.

—¿Como se te ocurre arriesgarte así? —ignoró el comentario para seguir reclamándole, aprovechando que su maestro no estaba cerca para impedírselo. —Pudiste haber muerto, o quedarte atrapado con él... Y te atreves a llamarme a mi impulsivo...

—Sabia que tu amigo dragón vendría a ayudarte, y sabia que tú no me dejarías ahí... no hice nada sin pensar. —se defendió intentando no sonar tan presumido al hacerlo.