Capítulo 36

1.3K 198 75
                                    


...

Pasaron algunos dias. 

Los peregrinos continuaron con su viaje, permitiéndole o más bien implorándole  a Macaque que los acompañaran mientras seguían investigando, pasando a algunos templos y a algunas ciudades donde supuestamente podrían encontrar algún tipo de ayuda para liberar al cachorro de aquella corona, ya que, cada vez que el monje intentaba usar su propia magia, la corona no respondía como se esperaba. Casi siempre liberando enormes cantidades de magia que lastimaban tanto a Xiaotian como a Tripitaka. 

El mono de las sombras comenzaba a desesperarse con cada fracaso, hartándose de escuchar al pequeño llorar con cada intento fallido, y esa noche no fue la excepción. 

—Ya...¡Ya basta! —gruñó antes de acercarse mostrando ese aterrador brillo morado en sus ojos que resaltaban en la oscuridad. 

El monje se detuvo mostrándose nervioso, retrocediendo un poco al ver que Macaque se acercaba al cachorro, que yacía sentado en medio de un enorme circulo con símbolos brillantes y dorados. 

—Papá...

—Ve al nido. —le dijo de manera algo fría mientras lo ayudaba a ponerse de pie. —Por favor. —suavizó su tono mientras le acariciaba la frente de una manera relajante usando su pulgar. Eso le ayudaba al dolor. 

—Ok... —dijo antes de hacer una leve reverencia frente a Tripitaka. 

La sonrisa de Macaque se desvaneció tan rápido como el pequeño salió de su vista. —Aprecio su ayuda. —empezó aunque no sonaba muy sincero al respecto, encarando al monje con la barbilla en alto. —Pero esto no puede continuar... Siempre dicen que están cerca, pero yo solo los veo fracasar cada vez... 

—Solo necesitamos más tiempo. Yo estoy convencido de que podemos encontrar la forma de liberarlo de ese tormento... 

—Causándole otro tormento. —soltó una risa agria al decirlo. 

—No estoy tratando de lastimarlo. A mi también me rompe el corazón verlo de ese modo, más sabiendo que yo soy el causante, pero siempre que ese sentimiento me invade, recuerdo que lo hago por un bien mayor. ¿O es acaso qué prefieres que conserve esa corona? Por lo que sabemos, Yu Tamarin pudo colocarle una maldición, y esa maldición va a torturarlo sin importar lo que él haga. ¿Prefieres una tortura eterna?

—El no es uno de sus discípulos... "maestro" —pronunció el titulo de manera venenosa. —Y no es... un sujeto de pruebas... no puede seguir intentando, noche tras noche... Lo lastima... pero esta convencido de que lo hace por su bien... Eso lo vuelve más inhumano de lo que cree... Solo es un niño... ¿Por qué solo yo entiendo eso? ¿Cree que por... nacer como nosotros es igual a nosotros? No lo es... a vivido con humanos... nunca se acercó a ninguna pelea con espadas a voluntad propia, ni... a robado cosas, o molestado deidades... El solo... el no merece esto... 


Aunque el monje comprendía sus palabras, era difícil no debatir con aquel mono, insistiendo en que debía permitirles continuar por el bien de Xiaotian, y porque deseaba destruir personalmente aquella corona ya que era una burla. Era una manera de hacerlo quedar como el villano y lo sabia, convirtiendo ese símbolo honorable de lealtad y redención en un símbolo de miedo y opresión, negándose a creer que la corona que Sun Wukong poseía era similar a la de Xiaotian. A los ojos de Tripitaka, eran dos objetos muy diferentes. Uno creado a base de odio y malicia, utilizado para mantenerlo como a un prisionero, mientras que el otro, estaba bendecido por la corte celestial, usado solo como herramienta para redimir al antes demonio mono para que entendiera que sus decisiones anteriores eran erróneas y que la única manera de conseguir el perdón, era de ese modo. 

A gift of destinyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora