La princesa Iron Fang llevó a un pequeño niño con cabellos rojizos a la sala. El menor se veía disgustado por alguna razón, cruzando sus brazos y manteniendo su mirada seria al contemplar al cachorro acostado en su alfombra.
Su madre le explicó la situación con lentitud, indicándole lo que debía hacer, mientras hacia que dos circulas brillantes aparecieran encima del cachorro.
—¿Lo entiendes? —le preguntó la princesa, colocando sus manos tras su espalda, hablándole como si se tratara de un asunto muy importante y serio.
—Si, madre. —asintió, casi igual de serio que la princesa.
—Muy bien. —su madre le dio espacio, confiando en que su hijo podría hacerlo.
Macaque observaba muy atento al pequeño niño y su manera tranquila y correcta de mover sus brazos, haciendo que algo de fuego apareciera en ellas.
—No puedo creer que tengas un hijo. —comentó el mono de las sombras, dejando salir una risa al ver al menor, quien de inmediato volteo a verlo, aun mostrándose disgustado.
—Podríamos decir lo mismo de ti. —respondió Iron Fang.
—El no es mi...
—¡Intento concentrarme! —la voz irritada del menor los tomó por sorpresa. —Gracias. —asintió con suficiencia volviendo a mover sus manos con gran precisión, dejando que algo de sus llamas salieran de sus palmas, pasando atarles de los círculos brillantes, y luego dirigiéndose al cuerpo de Xiaotian.
Macaque miró de nuevo con atención, esperando que nada de ese poder lastimara al cachorro. Se mantuvo lejos, recargando en una de las paredes de piedra, sintiendo de vez en cuando la mirada de Iron Fang.
—Nuestro hijo posé un poder especial y poderoso, pero los hechizos que puse alrededor de tu cachorro aseguraran que su poder no lo lastime. Estará bien. —le aseguró la princesa.
—Esto puede tardar un rato. Hay que dejarlos solos. —sugirió DBK dispuesto a salir de la sala.
—No gracias, quiero ver esto. —dijo Macaque, sin intenciones de moverse de su lugar.
—Podría llevarle horas. Deberías aceptar nuestra hospitalidad y acompañarnos al comedor. —le dijo Iron Fang con un tono autoritario, pero con una voz suave.
—No necesito comer. —informó algo serio.
—Hermano. —la voz calmada del demonio toro lo hizo voltear hacia arriba. —Él estará bien.
El mono de las sombras dejo salir un cansado suspiro y dejo que la pareja lo llevara al comedor, dandole un poco de comida, como una simple sopa de fideos y un muy enorme tarro con una bebida "especial", supuestamente para calmar sus nervios.
—No estoy nervioso. —se quejó, aunque no se negó a que le sirvieran más, una y otra vez, hasta que él mismo se detuvo. empezando a comer con lentitud.
Los antiguos hermanos se pusieron al día lo que restaba de la noche, quedando sorprendidos por cómo había cambiado su vida desde su derrota en el ataque contra el cielo. Recordando sus antiguos días de gloria, tratando de solo pensar en lo bueno, omitiendo las partes tristes o desagradables, e insultando a Wukong de ves en cuando, haciéndolo ver cómo un desastre con patas.
—Tu hijo es... "encantador" por cierto. —habló con sarcasmo antes de reírse un poco. —Creo que trató de quemarme con sus ojos cuando me vio.
La pareja se miraron entre ellos sonriendo casi orgullosos por ello.
—No puede hacer eso ¿O sí? —quiso asegurarse el mono de las sombras, sacándole una risa divertida a ambos.
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A gift of destiny
FanfictionLa muerte de Macaque a manos de Sun Wukong es presenciada por una diosa quien cree que el mono de las sombras merece otra oportunidad, ya que puede ver la bondad en su interior. Asi que, le pide un favor a Yan Wang, el supervisor del inframundo. ...