—Xiaotian...
—¡Ese no era tu padre!
—Espérame...
—Eres el sucesor de su peor enemigo, la creación de la persona que casi lo mata...
—Si, somos familia, niño...
—El arma perfecta...
—No actúas como si estuvieras tu solo, eres muy pequeño para sentirte así...
...
—Papá. —el cachorro despertó con la extraña sensación de que su padre estaba al lado suyo, pero lo único que había a su lado era una gran pila de hojas y almohadas.
Algo decepcionado se puso de pie, estirando su pequeño cuerpo antes de regresar al campamento, sorprendiéndose de encontrar a todos comiendo de manera tan silenciosa. Los rostros de la mayoría parecían estar afligidos y pensativos. No se miraban entre ellos, y en realidad, ni siquiera parecían estar interesados en comer.
—Ahí estas. —el gran sabio llegó y cargo al cachorro como si nada, acomodando entre sus brazos antes de mirar al grupo. —Oh, siguen así. —dijo algo desanimado.
—¿Qué les pasa?
—Bueno... creo que lo que vieron anoche los dejo... "pensando". —le respondieron mientras se acercaba al grupo. —¿Tienes hambre?
Xiaotian asintió sonriendo un poco, mirando de vez en cuando a los peregrinos, sintiéndose mal por verlos de esa manera.
Sun Wukong no lo soltó en ningún momento, lo mantuvo en sus brazos hasta que el pequeño y los demás terminaron de comer. Ayudó a su maestro a empacar las cosas, y después del largo e incomodo silencioso se atrevió a hablarle a los demás.
—Hay una ciudad no muy lejos de ahí. —dijo mientras seguía guardando todo y poniendo parte del equipaje sobre el caballo Ao Lie, intentando no incomodar mucho a su amigo. —Tal vez podamos ir allá por provisiones, encontrar alguna posada o algún establecimiento con buena bebidas. —mencionó de manera traviesa mientras golpeaba el costado de Zhu Bajie con su codo, esperando alguna mirada complice de su parte.
—Sun Wukong. —lo regañó el monje mientras cargaba a Xiaotian solo para que este no se alejara como solía hacer, pues en esos momentos, esperaba que todos estuvieran cerca.
—¿Qué? —su voz se agudizó un poco mientras le dedicaba una simple sonrisa despreocupada. —Solo era una inocente idea para relajarnos un poco.
El cachorro inclinó la cabeza y alzó una ceja. —¿Quieres ir a tomar té?
—Ah... sí, amiguito, es a lo que me refiero. —respondió sin intenciones de corregir al cachorro. —Vamos... quiten esas caras largas. —se movió ágilmente entre sus compañeros, tocando sus rostros de manera juguetona, tratando de hacerlos sonreír.
—Creo que es buena idea. —comentó Ao Lie. —Necesitamos distraernos.
—Esta bien. —aceptó el monje. —Guíanos. —dijo mientras le entregaba al niño para poder subirse al caballo.
Wukong sonrió e invocó a su nube para poder tomar la delantera y guiar a los peregrinos hasta la ciudad más cercana.
Entraron de manera tranquila, notando las casas blancas y toda la gente apurada entre las calles. Era un lugar muy grande y con mucho movimiento. La gente estaba tan metida en sus asuntos que ni siquiera le pusieron atención al peculiar grupo al principio. Lo único que hacían era hacerse a un lado para que el monje pasara con su caballo entre las calles.
ESTÁS LEYENDO
A gift of destiny
FanfictionLa muerte de Macaque a manos de Sun Wukong es presenciada por una diosa quien cree que el mono de las sombras merece otra oportunidad, ya que puede ver la bondad en su interior. Asi que, le pide un favor a Yan Wang, el supervisor del inframundo. ...