Capítulo 37

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HOLI!!! 

DISCULPEN, DISCULPEN, DISCULPEN LA AUSENCIA, PERO HEY! TENEMOS CAP LARGO. 

DISFRUTENLO, NO ME MATEN Y TODOS CONTENTOS

...

Se encontraba en un bosque lleno de arboles secos, corriendo lo más rápido que podía, terminando con rasguños horribles en los brazos y piernas por culpa de las ramas. De todas maneras no se detuvo, no quería hacerlo.

—Xiaotian...

—No, aléjate de mi. —ignoró a aquella voz susurrante para seguir corriendo.

—Xiaotian... 

El pequeño se detuvo en secó al no ser capaz de ver el final de aquel bosque, mirando hacia todos lados, muy seguro de que los arboles tenían caras siniestras en sus troncos, caras que se burlaban de el. 

—Ya déjame en paz... por favor. —imploró aguantando sus lagrimas. 

—Cachorro... te están lastimando... te están usando. —escuchó la voz justo en sus oídos. 

—No. —negó con la cabeza y retrocedió.

—Tu querido padre no puede protegerte de ellos. Lo van a lastimar frente a ti.

—No es cierto. Ellos... están ayudándome. —habló pese a que estaba muy nervioso, mirando en todas direcciones. 

—Que inocente eres. —una macabra risa se hizo presente, haciendo eco en todo el lugar, a la vez que algunas voces se hacían presentes, voces ya muy familiares, acompañadas de imágenes o tal vez recuerdos ajenos en su cabeza. 

—Haz de portar esta corona durante este viaje, como símbolo de lealtad y redención. Cada que manches ese símbolo, la corona te lastimara  —era la voz de una mujer. Sonaba muy seria y decidida, aunque el cachorro podía percibir algo de dulzura. 

Fue capaz de ver el momento en que la corona dorada se colocaba en la cabeza del gran sabio igual al cielo, mientras este solo agachaba la cabeza, tal vez pensando que sí lo merecía.

 —Solo eres simple animal domesticado sirviendo a su adorado amo, Wukong... —esa fue la voz de alguien muy grande con ojos casi rosados. No lograba verlo bien, parecia un recuerdo borroso, mas era obvio que quien hablaba estaba ofendido.

—¡Sin violencia, mono! —escuchó la voz del monje, seguida por un grito desgarrador muy lejano, siendo incapaz de ver algo que no fuera ese destello de poder salir de la corona del mono dorado.

—¿Monkey King? —Xiaotian empezó a soltar sus lagrimas. 

—Te esta cambiando —escucho la voz del sujeto grande nuevo. 

—¡Lo que hicimos estuvo mal! —la voz de Wukong finalmente se hizo presente, respondiendo al sujeto grande. 

—¿Como con Macaque? 

—¿Qué? 

Y entonces, todo el horrible bosque se transformó poco a poco hasta convertirse en la cima de una montaña. El cielo parecía empezar a nublarse, cubriendo el sol, mientras una fuerte brisa soplaba. 

—Conozco este lugar. —dijo para si mismo con algo de melancolía, tocando su superficie de la roca, incapaz de sentir bien su textura. —No. —retrocedió un poco, mirando hacia arriba un momento, presenciando el mundo exacto en el que Macaque se estrellaba contra la montaña.

A gift of destinyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora