Capítulo 33

1.2K 200 76
                                    

HOLA! PERDONEN LA INACTIVIDAD, PERO HEY, YA VOLVIMOS, POR FAVOR DISFRUTENLO. 

...

—¡Macaque! Vamos, despierta, ya va a amanecer. —pidió Rumble agitando un poco, dandole algunas palmadas en la mejilla, esperando que eso lo hiciera reaccionar. 

El mono negro no podia evitar mirar cada tres segundos al horizonte, sintiendo como el sol comenzaba a salir, y temían que el extraño de Tamarin ya hubiera terminado y ellos ni siquiera eran conscientes del supuesto plan del mayor, pues se haba desmayado antes de poder explicarles algo, y la enorme sombra se había marcado hasta el templo, rodeando por completo por completo, logrando atravesar los sellos de Tamarin, seguramente infiltrándosela en el templo. 

—¡Macaque! —insistió. 

—Es inutil. Solo hay una opción. —dijo Savage con la cabeza baja, hablando de manera demasiado seria. 

—¿Qué estas... ¡No le vas a morder la cola! —regañó Rumble al ver a su hermano tomar la cola del mayor, acercándose a su boca. 

—¿Tienes una mejor idea? Eso creí —le reclamó y no lo dejó responder, preparado para morder la cola ajena.

—¡No! —alzó demasiado la voz, asustando a Savage. —Mira... esta... haciendo algo. —señaló el rostro de Macaque, pues este parecía perder su glamour, mostrando de nuevo esa fea cicatriz y sus seis orejas, las cuales parecían iluminarse por alguna razón como si estuviera escuchando algo. 



...


La sombra gigante se movió con rapidez a través del bosque hasta llegar al templo, rodeándolo por completo con ayuda de las demás sombras , rompiendo cada sello de protección que Tamarin había colocado al rededor del lugar, dejando el paso libre sin que el mono blanco lo notara, ya que este estaba muy ocupado terminando el rituaL, concentrando su magia en ello. 

—... Y esta sangre y carne poder me dará. —terminó de recitar, provocando que el cuerpo del cachorro emanara esa aura dorada y poderosa. Los ojos de Tamarin se volvieron mucho más salvajes, irradiando ese casi espeluznante brillo rojo, a la vez que sus colmillos parecían crecer mientras se acercaba a Xiaotian. 

El pequeño se encontraba acostado inconsciente en medio de aquel círculo. Su pecho subía y bajaba con demasiada tranquilidad, ignorando lo que ocurría a su alrededor, soñando con aquello que añoraba más en ese instante. 

—Cumple tu propósito, y conviérteme en el nuevo Monkey King. —dijo con una espeluznante sonrisa en su rostro antes de lanzarse contra el cachorro lograrlo morderlo un poco en uno de los brazos antes de ser lanzado hasta una de las paredes por una fuerza invisible. 

Cayó de rodillas y miró al frente. —¿Qué mierda? —dijo entre dientes. 

Y entonces todo el lugar se iluminó por ese brillo morado, dejando ver a varios clones de sombra de Macaque, sonriéndole burlonamente mientras salían de las paredes. 

—No esperaba que vinieras tú. —se burló antes de chasquear los dedos, dejando que todos los espíritus de las paredes salieran, enfrentándose a los clones de sombra, mientras Tamarin volvía a moverse con rapidez hacia el cachorro, esta vez preparado para recibir un ataque, con los ojos bien atentos a su alrededor, mostrando sus garras, y desprendiendo toda esa magia verdosa. 

Logró acercarse de nuevo, golpeando a cada sombra que salía del suelo. Tuvo que defenderse contra todas ellas, recibiendo varios daños, pero al estar tan desesperado por consumir la carne del niño, sus instintos animales parecían salir a la luz, volviendo mucho más violento, usando su magia y sus garras para enfrentar a las sombras, mientras que algunas se enfocaban en proteger al niño cada que Tamarin llegaba a el. 

A gift of destinyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora