❝ Capítulo 2 ❞

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In My Mind - Lyn LapidAnd you know, it's always trying to stay awakeOh, but darling, running ain't enough to escape fromThe monsters in my brainPeople say I'm quiet most of the timeIf only you knew what goes on in my mind

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In My Mind - Lyn Lapid
And you know, it's always trying to stay awake
Oh, but darling, running ain't enough to escape from
The monsters in my brain
People say I'm quiet most of the time
If only you knew what goes on in my mind

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ㅡAhora lárgate antes de que me arrepienta. ㅡel eremita junto con los otros se fueron corriendo hacia la salida y Cyno se acercón a auxiliar al chico. Se puso de rodillas a su lado y analizó su estado.

ㅡOye, ¿puedes oírme? ㅡSin respuesta, tenía la vista perdida, las orejas bajadas y los otros síntomas que tenía anteriormente aún no cedían. ㅡEstas sudando mucho, es probable que estes teniendo un golpe de calor. ㅡdicho esto intentó quitarle los guantes que tenía puestos.

ㅡ¡No me toques! ㅡgritó empujándolo con fuerza.

En ese momento Tighnari pudo visualizar al chico y se dió cuenta de la situación en la que estaba. Cerró los ojos y se autoabrazó respirando profundamente y acariciándose las orejas. El peliblanco solo se quedó viendo lo que hacía ya que no sabía qué hacer para ayudar.

Luego de unos minutos el chico se calmó con éxito, no era la primera vez que tenía un ataque de pánico. Sin embargo, en esos minutos Cyno buscó la cantimplora de Tighnari y le tiró el agua encima. Este bajó las orejas incómodo y miró mal a su compañero.

ㅡEstabas sudando y respirando muy agitado y no sabia que hacer, no te podía quitar la ropa porque no querías que te tocara pero tampoco te comunicabas conmigo... ㅡIntentó justificarse asustado, realmente estaba preocupado aunque su expresión no lo mostrara.

El chico con rasgos de zorro agitó su cabeza para sacarse el exceso de agua y se levantó.

ㅡEstá bien, solo tuve un ataque. ㅡel peliblanco no terminaba de entender por qué tuvo ese ataque.

"¿Será porque no esta acostumbrado a pelear? Pero si apuntaba muy bien con el arco." Pensó, pero decidió dejar esos pensamientos para otra ocasión.

ㅡPero aún estas muy sudado, ¿quieres que te lleve a la ciudad? ㅡnegó con la cabeza rápidamente.

ㅡGracias pero creo que seguiré buscando esos frutos antes de irme, ¿ya sabes dónde está la salida?

ㅡTe acompaño.

Tighnari lo miró confundido ㅡ¿Qué?

ㅡTe acompaño, mi trabajo esta semana es simplemente patrullar por el desierto y no te veo bien como para estar solo. No acepto un no por respuesta.

El pelinegro se paró a pensar unos instantes y asintió con la cabeza. Aunque se negara el otro chico parecía que no iba a ceder y no tenía energías para estar discutiendo. Dicho esto comenzaron a caminar a la salida volviendo a notar esos característicos rayos de sol abrasador. Tighnari entrecerró los ojos molesto y miró hacia abajo intentándose ubicar con el mapa.

ㅡGenial... no sé a dónde hay que ir. Me desorienté.

ㅡDéjame ver, ¿qué fruto estabas buscando?

ㅡAñoraescarlata.

ㅡEso es fácil, sígueme. Conozco el desierto como si fuera la palma de mi mano. ㅡdijo mostrando la palma de su mano esbozando una breve sonrisa. Su compañero ni se inmutó y siguieron caminando.

Hubo un silencio incómodo por varios minutos y el chico con rasgos de zorro parecía que no tenía ninguna intención a romperlo. Así que Cyno hizo esa labor.

ㅡHabía una vez un sediento viajero, varado en el desierto que rezaba encontrarse con un Slime Hydro. Sin embargo, el viajero no sabía que, justo en ese momento, un Slime Hydro hambriento también estaba rezando para encontrarse a un viajero perdido y solitario.

Tighnari invocó su arma y se puso a apuntar a varios sitios.

ㅡ¿Dónde esta el Slime? ㅡel peliblanco lo miró incrédulo.

ㅡNo hay Slime, era un chiste... ㅡel pelinegro bajó el arma mirando a su compañero con una ceja levantada.

ㅡ¿Un chiste? ¿Y la gracia?

ㅡ¿No lo pillas? Uno estaba rezando por encontrar al otr-

ㅡSí, sí, lo pillé, pero es tan malo que ni se podría considerar uno.

ㅡ¿Malo? Hm... Te cuento otro entonces, alguno te hará reír.

Después de tres chistes más con explicación incluida Tighnari se iba a morir, y no precisamente de la risa. Cyno estaba preparado para contar otro chiste pero el contrario lo detuvo al momento.

ㅡDigamos que soy una persona que no se ríe fácilmente, ¿sí? Dejémoslo ahí.

Comenzó a recoger unas cuantas añoraescarlatas y a guardarlas en la mochila.

ㅡCuéntame algo, quiero saber de ti. ㅡCyno no era una persona que tuviera interés sobre la gente, pero este chico encendió esa chispa de curiosidad.

ㅡYa te he dicho que me llamo Tighnari y soy médico, si tantas ganas a hablar tienes habla tú. ㅡhubo un breve silencio.

ㅡHabía una vez...

ㅡVale, vale. Mejor hablo yo. ㅡdijo apurado y suspiró. ㅡVivo en los bosques tropicales de Sumeru, y soy un vigilante de allí, de hecho soy el general. Me ocupo de hacer medicamentos y eliminar las zonas marchitas.

ㅡ¿Zonas marchitas?

ㅡSí, ¿no has ido a la selva tropical antes? ㅡle miró incrédulo.

ㅡCreo que sí, pero hace bastante tiempo, casi toda mi vida me la he pasado en el desierto. ¿Y de qué especie eres exactamente?

ㅡUn zorro, zorro fennec.

ㅡOh, sí, he visto unos cuantos de esos animales en el desierto, ¿no se supone que tu especie es del desierto? ㅡa Tighnari no le estaba gustando por dónde iba esto.

ㅡSí. ㅡcomenzó a ser más cortante.

ㅡ¿Entonces por qué vives en el bosque? ¿Naciste en el desierto? Podrías haberte hecho médico aquí, de hecho hay uno que es parecido a ti-

ㅡCállate, ¿Quieres? Empiezas con chistes horribles y luego preguntas personales. Mira que hay cosas para hablar y esta no es la mejor. ㅡHabló irritado.

He de reconocer que a Cyno le dolió esa respuesta, pero decidió no discutir con él, eso solo empeoraría las cosas. ㅡlo siento.

Esta vez la ruta tuvo un silencio más incómodo que el anterior, ya estaba anocheciendo así que ambos se metieron a una ruina sin enemigos y acamparon allí creándose un pequeño fuego y comiendo algunas frutas que había traído Tighnari. El peliblanco tuvo un escalofrío.

ㅡPor la noche hace muchísimo frío, ten. ㅡLe dió una pequeña manta que había traído enganchado en la parte inferior de la mochila.

ㅡGracias. ㅡahora él era de pocas palabras, temía volver a decir algo que le molestara de nuevo.

 ㅡahora él era de pocas palabras, temía volver a decir algo que le molestara de nuevo

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Estancado contigo [cynonari]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora