Estancado contigo [cynonari]

❝ Capítulo 38 ❞

ㅡ ¡Collei cuánto tiempo sin verte! ㅡ la abrazó con más fuerza de lo que haría normalmente a causa de la emoción ㅡ Qué cambiada estas, se te ve mucho mejor. ¿Es verdad que te curaste? ㅡ se alejó de ella poniendo las manos en su hombro observando cómo asentía a sus preguntas.

Mientras ellas tenían su emotivo encuentro actualizándose de todo lo que había pasado en ambos lugares se generó un subgrupo donde comenzó a hablar Paimon.

ㅡ Bueeeno. ¿Vinieron aquí solo a acompañar a Collei o están interesados en el festival?

ㅡ Un poco por ambas razones, añadiendo otras más. Yo quería ver las propiedades que tiene la flora de Mondstadt para generar nuevos medicamentos. ㅡ Explicó el híbrido.

ㅡ Oh, ¡Entonces estas de suerte! Albedo sabe mucho de eso, es alquimista. ㅡ dijo el viajero señalando al nombrado.

Albedo, quien le estaba arreglando la ropa a Klee y trataba de atender a la conversación de ellos y la de la infante sobre sus bombas se giró hacia ellos al escuchar su nombre. ㅡ Ah. ¿Flora, dices? Sí, sé del tema. ¿Qué necesitas en específico? ㅡ Antes de reincorporarse le murmuró a Klee que luego le siguiera contando sus anécdotas con Dodoco.

ㅡ Uhm... no me esperaba ese tipo de ayuda así que tendría que pensar qué preguntar. ㅡ Dijo pensativo entrecerrando sus ojos.

ㅡ ¿Alquimista? ¿Sabes de química? ㅡ preguntó Cyno recibiendo un asentimiento de respuesta ㅡ ohh, iba a contar un chiste de química, pero Na.

Tighnari, quien había notado que iba a soltar un chiste se adelantó agachando sus orejas y poniendo la mano en su frente. ㅡ Cyno por favor... delante de personas que acabamos de conocer no hagas eso, los espantarás.

ㅡ ¿Qué? Pero no ha contado ningún chiste, ¿no? ㅡ Paimon alzó las manos confundida ya que no había pillado el chiste. El híbrido miró mas rápido de lo que le gustaría a Paimon indicando que la había cagado.

ㅡ ¿No lo pillas? ㅡ Preguntó Cyno ㅡ Verás... dije "pero Na", Na es sodio, un elemento químico ㅡ El chico tenía un don natural para contar los chistes en un tono completamente serio, y Tighnari tenía un don único para detectar cuando iba a decir un chiste a pesar de ser su tono de voz de siempre.

Tras la explicación del chiste todos se quedaron en silencio hasta que Albedo lo rompió ㅡ Qué gracioso.

ㅡ ¿Te ha gustado? Pero si no te has reído ㅡ preguntaron atónitos al unísono todo el grupo salvo Klee que se terminó yendo con Ámber y Collei.

ㅡ A ver, simplemente me resulta curioso, y es un chiste ingenioso.

ㅡ ¿Sabes qué le dice un químico a otro? Ácido un placer ㅡ el peliblanco se había apresurado a contar otro al ver que a alguien le gustaba sus chistes.

Cyno miró al híbrido al notar ligeros apretones en su hombro por su parte. Creía que simplemente era un aviso para que se callara, pero al ver su expresión se dió cuenta de lo que realmente significaba ese agarre. Tenía los ojos entrecerrados y trataba de mantenerse de pie, pero sus orejas destacaban su malestar al tenerlas agachadas ligeramente. ㅡ ¿Tan malos fueron, Tighnari? ㅡ preguntó tratando de pensar qué deberia hacer sin mostrar sospechas de la enfermedad del híbrido.

ㅡ Oye Tighnari, ¿estas bien? ㅡ Preguntó Paimon preocupada al ver su estado. Albedo simplemente estaba analizando en silencio qué podría estar pasándole.

Tighnari estaba luchando por mantenerse consciente, pero su vista tenía puntos negros, su mente daba miles de vueltas como si de una peonza se tratara y se le dificultaba comprender lo que sucedía a su alrededor.

ㅡ Solamente tiene sueño, no esta acostumbrado a estos viajes tan largos y no ha dormido bien estos días. ㅡ Se apresuró a explicar Cyno con su expresión neutra de siempre y lo cargó en brazos. El híbrido al sentir que estaba "acostado" notó que podía cerrar los ojos y dejar de forzarse a estar consciente y tras unos instantes terminó por desmayarse.

Tras media hora Tighnari abrió los ojos algo desorientado y un pequeño dolor de cabeza. Estaba tapado con unas pequeñas mantas que no eran suficientes para poder soportar el frío del lugar.

ㅡ ¿Sabes cuál es el elemento más positivo? ㅡ Albedo hizo un gesto para que continuara ㅡ El Silicio, porque siempre dice Si.

ㅡ Tienes muchos chistes ingeniosos, me agradan. ㅡ Dijo Albedo antes de dirigir la mirada a Tighnari quien estaba acostado en el sillón detrás de Cyno. ㅡ ¿Qué tal dormiste?

Al escuchar esa pregunta Cyno se giró inmediatamente hacia atrás poniendo su mano sobre el brazo de Tighnari. Su mirada transmitía una gran ola de alivio a pesar de tener su expresión de siempre. Este esbozó una sonrisa al ver lo preocupado que estaba por él.

ㅡ ¿Aún cuentas chistes malos mientras descanso? ㅡ Se quejó el híbrido reincorporándose en el sofá con cuidado.

ㅡ Créeme que lleva tenso desde que llegaste aquí, no dejaba de mover el pie de arriba a abajo mientras dormías. Y tenía ligeros temblores en los dedos. Le pedí que me contara chistes porque hablar de ti y de Sumeru no le estaba ayudando. ㅡ Explicó Albedo mientras al peliblanco se le tensaban los hombros y sus mejillas tomaban un ligero tono carmesí de la vergüenza.

Tighnari rió levemente ㅡ ¿Es así? No sabía que el "gran aventurero Cyno" podía ponerse nervioso.

ㅡ No me llames así ahora, es vergonzoso... ㅡ dijo mirando hacia otro lado.

ㅡ ¿Vergonzoso? Te estuviste llamando así todo el tiempo desde que salimos de Sumeru. ㅡ El híbrido comenzó a burlarse de él mientras Albedo los observaba en silencio.

ㅡ Ustedes parecen ser muy cercanos, ¿quién es el mayor? ㅡ rompió su propio silencio ladeando la cabeza.

ㅡ Yo soy el mayor. ㅡ Respondió Tighnari recibiendo una mirada confundida de Cyno. ㅡ En edad mental soy mayor. Es vergonzoso decir que tienes más edad que yo con los comentarios que sueltas. ㅡ Aclaró cerrando sus ojos y cruzándose de brazos.

ㅡ Pero yo soy el mayor. Acéptalo. ㅡ El híbrido nego con la cabeza negándose a aceptarlo.

ㅡ Albedo, sobre las flora... ㅡ Tighnari olvidó el tema mientras se levantaba lentamente para evitar marearse de nuevo y se acercaba a su mochila para sacar su libro de notas y una Añoraescarlata. ㅡ Necesito una flor o algún fruto con propiedades similares a esto.

Albedo tomó la Añoraescarlata con curiosidad mientras se levantaba para analizarla en su mesa. ㅡ ¿Dónde crece esto?

ㅡ En los cactus del desierto. ㅡ Se acercó a su lado junto con su libro abierto buscando la página que habla de todas las propiedades del fruto.

Cyno se acostó en el sofá mientras escuchaban a los otros dos hablar de cosas que no entendía. Frotó sus manos y sopló en el interior de estas en busca de dar calor. A pesar de que Albedo le había proporcionado una bebida para conservar el calor en aquel lugar y unas botas aún sentía ligeros escalofríos. Y en cuanto a las botas se sentía bastante incómodo así que se los quitó mientras estaba acostado.