Capítulo 8

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Bella

Llegué al trabajo como siempre muy puntual, ignoré a todos inclusive a Angie, me sentí culpable porque me descargaba con ella sin motivos pero a decir verdad no sabía qué hacer ni que decir el comportamiento de Troy me dejo en desconcierto y la verdad tengo miedo. Conozco a los hombres como Él, se niegan a aceptar un no, son posesivos y extremadamente controladores, unos lo son por el dinero; les gusta sentirse superior a otras personas, piensan que lo pueden controlar todo y otros por un pasado no muy peculiar.

El caso de Troy en mi parecer es lo primero, piensa ser el Dueño de todo y de todos, en realidad lo es, es dueño de un restaurante muy sofisticado y el más exitoso de todos. Es dueño de las carreras, es más bien el rey, mi mayor obstáculo para llegar a mi meta. Es el dueño de varios corazones y culos del lugar, me doy cuenta en la forma de que algunas clientas habituales lo miran y casi la mayoría habían pasado por su despacho. Pero lo que no entiende es que no es dueño de todo, no es dueño de mí.

Quizás sea el hombre más sexy, atractivo y jodidamente caliente que vi en toda mi vida, quizás estoy loca al rechazarlo o simplemente había llegado tarde a la entrega del razonamiento y me he quedado loca desde entonces pero simplemente conozco a los de su clase.

Porque yo lo soy.

No soy una zorra ni mucho menos rosa, quizás ese sea mi problema, me gusta lo serio y que todo sea a su tiempo. Nada de toqueteos fuera de lo permitido, nada de pasar a tercera, cuarta y quinta fase. Recuerdo que mi madre me había encerrado en mi habitación solo para alejarme de mi única y mejor amiga pensando que yo tenía tendencias de hombre y no de una mujer y que probablemente me enamore de mi amiga. Era ridículo pero fue más ridículo y humillante salir obligatoriamente con un chico. Damon Denovan, un chico de buena posición, cabello perfecto y la piel muy fina, ojos azules y la tez blanca, ensueño de toda mujer pero no de mí. Su carácter y su personalidad me enfermaban, me hacía sentir impotente, débil y estúpida, fui su juguete hasta que me revele contra mis padres y lo mande a volar, no me importó que Damon me haya humillado luego, en ese momento no me importó nada. Hui de todos encerrándome en mi mundo, en las carreras y llegue a fumar sólo para cabrear a mis padres. En fin, Troy me recuerda mucho a Damon, con cada mirada lo veo a él, cada gesto, cada palabra, todo, pero ahora ya no soy débil, ahora ya no me dejaba pisotear por nada ni por nadie.

--- Alice ¿Sigues enojada conmigo? --- Angie me saca de mis pensamientos.

--- No estoy enojada ¿Porque lo piensas? --- por un momento había olvidado mi comportamiento y las razones.

Angie me mira con cara de ¿Enserio?.

--- ¿Quizás por qué me has estado ignorando durante toda la mañana? --- espeta.

Hago una mueca y me centro nuevamente en limpiar los vasos del polvo.

--- Lo siento.. Mal día. --- me excuso.

--- Alice, sabes que puedes contar conmigo. --- Angie apoya su mano en mi espalda.

--- Solo son problemas familiares. Nada de qué preocuparse.

--- Si eso incluye a un patán entonces si te creo. --- sonríe de lado.

--- No tiene nada que ver con Troy..

--- Ajam ¿Y quién dijo que hablaba de él?

--- Mierda.. --- murmuro por lo bajo.
--- El sábado tú y yo iremos de party así que ponte guapa que vamos a cazar chulos pantalones. --- me guiña un ojo antes de ir a atender en una mesa.

¿Una fiesta? Nunca había ido a una antes, bueno, si cuenta los banquetes que mis padres celebraban quizás si había ido pero nunca fui a un lugar en donde jóvenes como yo recurren sólo para divertirse y quizás tener sexo mientras que yo me quedaba en mi casa con una manta alrededor de mí, un cappuccino bien caliente y un libro en manos. Varias veces veía películas en especial de carreras pero mi hermosa madre me lo impedía.

Troy se hace presente en el bar un poco después del mediodía, su mirada quema mi piel puedo sentirlo y me maldigo a mí misma por volverme torpe ante su presencia, mis nervios me hacían perder los estribos.

Tomo nota de lo que el joven desea comer y me dirijo a la barra, en donde el indeseable Troy se encuentra junto a....

--- Buenos Días Alice ¿Que tal amaneciste? --- lo hacía de adrede, pero no le daría el gusto, su sonrisa puede metérsela en donde le salen la mierda.

--- Bien --- para mi suerte la chica no recuerdo su nombre no levanta la mirada de su teléfono.

Algo me decía que me alejara lo más pronto de aquí pero el idiota de Marcos tardaba mucho con mi pedido.
--- Alice te presento a mi hermana. --- La chica mira a Troy con una sonrisa. --- Alice Rebecca, Rebecca Alice Dixon.

En ese momento la chica posa su mirada en mí y siento cómo el pánico me invade. Su sonrisa se agranda y yo rezo a todos los santos para que quizás se olvide de mí.

--- Hola.. Espera ¡Te conozco! Tú eres...

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Tu Dueño(En Edición...)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora