Me dejo caer en la cama rendida y agotada. ¿Quién diría que buscar un departamento en Nueva York llevaría una eternidad? Pues es así, nuestra búsqueda se basó prácticamente en recorrer cada rincón de la ciudad que sea el lugar más adecuado y conveniente para Becca, un lugar cerca de las carreras y el trabajo. Pero eso no fue lo más agotador teniendo en cuenta lo detallista y terca que puede llegar a ser mi nueva amiga. Sus caprichos llegaban a agobiarme y quizás sacarme varias veces de quicio y para colmo ningún departamento había llenado lo suficiente sus expectativas y exigencias por lo que luego de mucho rogar había desistido y lo dejamos estar para el fin de semana.
Jugueteo con mis dedos la tarjeta que contiene el número de aquellos hermosos ojos verdes que dejan sin aliento a cualquiera. Sin embargo otros ojos oscuros me atormentan y de tan sólo pensar en su presencia me eriza los pelos de todo el cuerpo. Me debato en llamarlo o quizás utilizar la razón y comportarme como la adulta que soy y dejar de jugar con fuego... pero como he vivido toda la vida llena de rebeldía y constantes infracciones a la ley paternal dejo de lado la razón y marco su número en mi teléfono al tercer pitido contesta con su voz tan ronca y sensual.
--- Hola este, soy Alice.. Me ha dado hoy su número..
--- ¡Ah, sí! La señorita "No estoy saliendo con mi jefe" creí que no llamarías. --- comenta algunas frases con diversión.
--- Uhm, la misma y si soy "esa" chica. --- ruedo los ojos --- Pues llamaba sólo para saludar.
--- Ah sólo eso ..--- dice con la voz desilusionada. --- Pues entonces, Hola.
--- Hola. --- sonrío con diversión.
--- Y bien, ¿sigue en pie salir algún día?
--- Quizás tenga libre este sábado. --- escucho su pequeña risilla del otro lado de la línea.
--- Señorita Dixon ¿Acaso me está invitando a salir? Eso no es propio de una mujer. --- me río a carcajada limpia.
--- Pues digamos que no soy una mujer normal.
--- Está bien, acepto ¿Paso por ti a las ocho?
--- Claro estaría encantada.
--- Ya conoce la regla.
--- ¿Cual regla? --- frunzo el ceño.
--- El que invita paga. --- abro los ojos como plato y me incorporo en la cama.
--- ¡No! Bueno, yo invito tú pagas. ¿Olvidas que no soy normal?
--- Sí ya me lo has dicho. Te veo entonces.
--- Claro, descansa.
--- Tu también preciosa.
Cuelgo la llamada con un rubor inusual en mi mejilla. Sabía que jugaba con fuego pero quizás podría apagar el fuego antes de quemarme.
Me quede dormida minutos después.
*
El fuerte sonido de mi puerta me sobresalto de tal manera que caí al suelo boca abajo.
Gruño y las muecas de dolor no tardan en salir de mis labios. Con la ayuda de mis brazos me levanto del suelo, el puto sonido aún seguía insistiendo. Miro la hora en mi teléfono ¡¿Quién demonios toca la puerta de una chica solitaria a las dos de la madrugada!? ¿¡Que carajos!?.
Me acerco a la puerta con un cuchillo en manos, si ¿No pensaran que abriré la puerta indefensa? Miro a través del pequeño hueco por la puerta y casi me derrumbo al ver a un furioso Troy del otro lado con la mandíbula apretada, los ojos dilatados de furia y una vena salida en la frente.
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Tu Dueño(En Edición...)
RomanceBella White tiene la vida que toda adolescente desea tener, dinero, un cuerpo escultural, popularidad y lo que todos creen "amor". Su vida se basa en mentiras y falsedades. Es despreciada por sus padres, sus hermanos la tienen de menos, aparentan am...