Capítulo 33

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Me aferro todo lo que puedo a la toalla que cubre mi cuerpo. Su mirada, la misma mirada con la que Troy me había mirado hace un mes atrás cuando me había descubierto. La misma mirada dolida, confundida y decepcionada.

Odiaba ésto.

Me odiaba por hacerle esto.

--- ¿¡Habla maldita sea?!--- ruge con ira. Mueve las manos arriba abajo haciendo más énfasis a su enojo.--- ¡Dime que significa ésto Alice, Bella. Quien quiera que seas!.

Cierro los ojos conteniendo las lágrimas. ¿Que me pasa? Cuando vine aquí era más fuerte, ruda y sin importarme nada y ahora... ahora soy más débil que todos aquí.

No.

Tu no eres así Bella, tu eres fuerte. Puedes enfrentarte a todo y a todos. Arregla éste problema en el que tu te has metido.

Cuando abrí los ojos ya estaba más segura.

--- Voy a explicártelo. --- se cruza de brazos. --- Pero primero deja que me vista. --- le pido.

Rebecca asiente y me rodea para salir de la habitación.

Las ganas de gritar y de zapatear era lo que más quería hacer en estos momentos pero eso no solucionaría nada.

Me vestí con rapidez y apenas logré peinarme, ya lo haría luego, golpee mis mejillas para saber si no estaba soñando pero en verdad esto estaba sucediendo. Tenía que salir y enfrentar a la verdad.

Suspiré. No me gustaban los rodeos por lo que apenas estuve lista salí a la sala de estar en donde Rebecca me espera, sentada en el sofá con la expresión de enojo.

Sus ojos no eran más que unas ráfagas de agujas enviadas a todo mi rostro. Si pudiese matarme con ella estoy segura que en estos momentos estaría bajo tierra o quizás un puente. Quien sabe que podría estar maquinando esa mente.

--- Al grano. ---dice apenas llego hasta ella.

Suspiro. --- Sabes que no iba a vacilar, de todos modos. --- resoplo.

--- ¡Que bueno!--- dice sarcástica. Bella, solo está dolida, solo está dolida. --- Ahora seamos adultas por primera vez en nuestras vidas y dime toda la verdad, y no quiero verdad a medias. Toda. Comenzando de tu vida en Roma. Quizás también me has mentido en eso.

Suspiro y me siento en el sofá para una persona a su lado izquierdo para mantener la distancia. Me alegra que por lo menos ya estemos hablando con seriedad y no gritándonos el uno al otro.

Y entonces le digo todo, comenzando desde el principio de todo esto, en donde radica la historia. Mis padres. Le dije todo acerca de ellos, de mis hermanos, de mi vida super jodida, y lo fabuloso que era salir frente a las cámaras fingiendo amor. ¡Ja! Como si alguien que no era muy observador pudiera creerlo. Ella había escuchado todo sin interrumpir hasta que terminé y pensé que habría ese silencio incómodo en cambio, sucedió lo siguiente.

--- ¿¡Ese tal Connor era tu puto hermano?!--- ladra llevándose las manos a la cabeza. --- ¡Lo sabía! Se podría ver desde lejos pero estaba muy tonta que pensé que todos los de Roma se parecían. --- se llevó las manos a la boca como si hubiera confesado algo que no quería. Sonreí. --- Bueno, olvida eso. Pero, maldición, quiero odiarte pero conozco ese puto sentimiento. Mis padres son parecidos al tuyo, sin embargo yo tengo un hermano que me apoya...--- no vayas por ahí, no Becca. --- Tienes que decírselo. --- declara.

--- No, no y no. --- Rebecca me mira como si estuviese loca y lo estaba. --- Recientemente se ha enterado de algo que aún le cuesta asimilarlo. Pero, pero temo que si le digo ésto pueda perderlo y sé que no debería de importarme pero... pero lo amo Becca, estoy jodidamente enamorada de ese gilipollas y no soportaría perderlo. No otra vez.

Tu Dueño(En Edición...)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora