Capítulo 24.- "Ataque de celos":

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Charlie se pasó la mañana dándole vueltas al asunto, pero estaba pendiente de la radio cuando ya iba a ser hora de que comenzara el programa de Alastor, no se lo quería perder mientras barría, caminó hasta el pasillo y se quedó de pie frente a la oficina de Alastor, dudaba si entrar o no para limpiar, pero entonces reflexionó que solo había entrado ahí un par de veces y él parecía orgulloso de que ella estuviera esperándolo fuera por las partituras, se pensó "no entrar pase lo que pase", retrocedió y escuchó la voz de Alastor.

Charlie se pasó la mañana dándole vueltas al asunto, pero estaba pendiente de la radio cuando ya iba a ser hora de que comenzara el programa de Alastor, no se lo quería perder mientras barría, caminó hasta el pasillo y se quedó de pie frente a la ...

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-"¡Buenos días mis estimados radio oyentes...! Comenzamos la semana con un buen día soleado, es sin duda perfecto para comenzar la temporada de pesca... jajaja... un saludo también a aquellos que odian los lunes... Aquí "El demonio de la Radio" - ella soltó una risita al oírlo de tan maravilloso humor, no comprendía como podía disfrazar su tristeza de una forma tan natural, fue entonces que lo oyó decir sobre un ataque anoche, se acercó a la radio - la policía pide máxima difusión el Wendigo ha vuelto a atacar y esta vez son siete sus víctimas... - aquello extrañó a Charlie - la policía cree que él Wendigo ha salido de su rutina, el domingo por la mañana ha sido encontrada una cabeza frente a una tienda, según los reportes era el señor Joseph Walker dueño de la peletería... se calcula que fue asesinado el sábado por la noche o en la madrugada del domingo y anoche la policía reportó otras seis víctimas, todas atribuidas al Wendigo...

-"¿Alguien murió el sábado por la noche?" - se penaba Charlie - "aquello demuestra que Alastor no es ningún asesino, él estuvo conmigo toda la noche... nos acostamos... compartimos cama... sabía que no podría ser..." - sintiéndose aliviada por tener otra prueba de la inocencia de Alastor, oyó más noticias y no había ninguna mención de Holbert, incluso hubo una broma sobre esos dos de Clean y Gwen, dio información de cómo iba a estar el clima, la chica se volvió a pensar - "¿pero... que hay de Holbert...?" - aún escuchando la radio.

-Oh... no debo olvidar mencionar algo sobre la Academia de Artes y Danza de Lafayette... - eso sí que sorprendió a Charlie - pero... esa mención se dará en el siguiente tramo... ahora estamos con cosas realmente importantes... - arrastrando las palabras - ¿No cree director Leoine...? ¡Andamos escasos de tiempo...! - eso era realmente extraño para ella - bueno... continuamos con una alegre melodía... un jazz clásico pero agradable, para aquellos que necesiten comenzar el lunes con el pie derecho... pero si tienes dos pies izquierdos he hecho lo que pude por alegrarte radio oyente... disfrútalo Charlie... - ella se sintió feliz de oírlo saludarla y dedicarle unas canciones... iba a ser la primera vez que oiría toda la programación, subió el volumen de la radio y se fue a la planta de arriba a limpiar.

-Eres realmente encantador querido... - hablándole a la radio, escuchó a Alastor narrando una novela y en verdad sentía intriga por saber qué ocurriría con Mark después de que Louisa le disparara a traición y a quien recibió Ruth en su casa, tenía que admitirlo se había enganchado a una novela en 30 minutos, no sabía lo increíble que sonaba la voz de Alastor narrando la historia y también haciendo la voz sexy de un personaje llamado Aron, pensaba que cuando regrese a casa preguntarle de quien era esa voz, pero lo reconoció al soltar esa característica risa suya, nunca imagino que él podría soltar una voz tan sexy - es fantástico... - también lo reconoció haciendo la voz de un doctor y del gerente de un hotel, sentía las mejillas arderle, el pecho palpitar con fuerza ante esas voces tan varoniles sensuales y carismáticas, dejó la limpieza por prestar más atención a la novela, pero lo que más la sorprendió era que uno de los personajes se llamaba Charlotte, suspiró - que detalle... - decidió volver a la limpieza al fin y al cabo podía seguir oyendo la novela, pero estaba segura de que a la primera cosa interesante correría junto a la radio, estaba barriendo y miró la puerta de la habitación de él, volvió al mismo dilema de la oficina, pero decidió entrar a barrer y pasar el polvo, ya había estado dentro más de una vez y no tocaría nada fuera de normal para limpiar, terminó con la habitación y comenzó a limpiar en el baño, ahí vio junto al espejo una gama de accesorios para hombres, navaja, crema de afeitar, loción para después del afeitado, lociones para hombre, loción para el baño, sales de baño, un cepillo para quitar las pelusas de los chalecos, pinzas, cepillo para las uñas, cepillo de pelo, un peine para las cejas, cuchilla para las cejas, dos cepillos dentales, un frasco pequeño de laca, crema de manos, enjuague bucal, bastoncillos para las orejas, gotas para los ojos, pañuelo para limpiar gafas, pañuelos, bolsa de agua caliente, 4 jabones, crema para las ojeras, cera de aloe y 2 corta uñas, por un momento tuvo la impresión de que él tenía más cosas que ella y no pudo evitar reír - ¿Cuál de todo esto será la loción que tanto me gusta...? - observando dos frascos que parecían ser loción para hombres, uno detrás del otro, destapó la loción más cercana y la olisqueo, era sin duda la fragancia con la que Alastor está todos los días - me gusta como huele... - cerró los ojos y lo imaginó elegante, caballeroso y sonriente con ese histrionismo tan característico de él, tapo la loción y tomó la que estaba atrás lo destapó e inhaló - es... este... - era embriagador, salvaje y varonil, se sentía tan erótica por sus pensamientos pervertidos, trayendo a su mente su tacto, su piel, su cuerpo desnudo, sus besos, deseando que levantara sus faldas, la embistiera y la poseyera en esos momentos, se reprendía porque una dama no debería tener pensamientos tan lascivos, pero no podía evitarlo, no quería evitarlo, suspiraba de placer, escuchó la voz sexy de Alastor en la radio, tenía que abandonar aquella habitación, dejó todo en su sitio y salió cerrando la puerta apoyándose en ella suspirando, se sentía algo extraña, levantó su falda y miró su ropa interior, bajó de nuevo su falda, se dirigió a su habitación sintiéndose avergonzada, había tenido un orgasmo y se pensó que eso no era normal, mirándose al espejo - contrólate... eso no es propio de una dama... - al terminar bajó con un cuaderno, se sentó en la mesa y se puso a escribir mientras oía un programa de humor en donde también oyó a Alastor en donde estaban parodiando la entrevista con el alcalde, al terminar el programa ella había guardado ya el cuaderno y se puso las mayas del ballet para practicar, vio el rifle sobre la chimenea y sintió pena al no poder practicar sola, le puso empeño al ballet mientras oía música de la radio y al final de la tarde oyó de nuevo la voz de Alastor despidiéndose.

La Parca de Wendigo (Hazbin Hotel)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora