Capítulo 16.- Vamos por las partituras:

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El camino de vuelta estuvieron en absoluto silencio, ninguno parecía querer romper ese hielo, pero estaban a gusto con ello, cada uno en sus propios pensamientos, Alastor se preguntaba porque le tembló la mano esa mañana cuando sabía bien lo que t...

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El camino de vuelta estuvieron en absoluto silencio, ninguno parecía querer romper ese hielo, pero estaban a gusto con ello, cada uno en sus propios pensamientos, Alastor se preguntaba porque le tembló la mano esa mañana cuando sabía bien lo que tenía que hacer ante una posible amenaza en su vida, nunca le había ocurrido, su pulso jamás le había traicionado, ni siquiera la primera vez que tuvo que apretar el gatillo o usar la hoja de su cuchillo, pero por alguna razón se sintió aliviado de soltar el cuello de Charlotte, fue tanto ese alivio que apartó la mano sin pensarlo, como si su pulso volviera a ser el de siempre, “¿Qué le estaba ocurriendo?”.

Mientras Charlotte también estaba perdida en sus pensamientos, “¿Por qué tiene un Dodge negro?”, “¿Cómo aparecieron unas rosas en el Dodge azul, si no lo usó?”, “¿Con quién murmuraba anoche cuando ella estaba en el baño?”, cada vez tenía más preguntas y ninguna respuesta, desde la primera vez que lo vio la impresionó, su mirada, su imponente presencia, su tranquilidad ante cualquier situación, su sonrisa, su ternura, ella había declarado que no era su tipo, pero resultó que se convirtió en el hombre que comenzaba a gustarle, de hecho le gustaba muchísimo, era diferente de muchos hombres que había conocido y se había enamorado de él, de querer saber sus secretos, de sus misterios, de su histrionismo, de su excentricidad y su egoísmo, ella había notado que tan excéntrico y egoísta podría ser con solo oírlo hablar de sus trofeos, eran su obra de arte adornando sus paredes, se preguntaba si él podría tener algún otro defecto en su forma de ser, seguramente también se enamoraría de ello, tenía algo que no podía explicar que le atraía muchísimo, que despertaba en ella la excitación, el peligro y el desafío, sabía muy bien porqué se entregó a él, le amaba como nunca había amado a alguien, los pensamientos de ambos se detuvieron cuando el auto paró.

Mientras Charlotte también estaba perdida en sus pensamientos, “¿Por qué tiene un Dodge negro?”, “¿Cómo aparecieron unas rosas en el Dodge azul, si no lo usó?”, “¿Con quién murmuraba anoche cuando ella estaba en el baño?”, cada vez tenía más pregu...

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-Hemos llegado querida… - ella le sonrió, bajaron del auto y habían llegado al pórtico cuando Alastor la sujetó del brazo y tiró de ella para colocarla atrás de él y murmuró – hay alguien en la casa… - ella lo notó un poco tenso y de repente se relajó soltando una sonrisa con suficiencia – no… no pasa nada primor… - abrió la puerta en absoluto silencio, entro y llamó - ¡Husker…! amigo mío… que te tengo dicho de entrar a mi casa en mi ausencia...! – ella observó que la casa estaba en total tranquilidad hasta que se sorprendió al oír la voz del mencionado desde la cocina.

La Parca de Wendigo (Hazbin Hotel)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora