Capítulo 33.- "Una cena de parejas":

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-Claro que sí… ¿no lo recuerdas…? Estabas temblando y te di una infusión… llegaron los oficiales y les contantes lo que recordabas en ese momento… luego en la bañera te veías perdida y cansada… pasaste por un shock… incluso me hablaste del séptimo hombre… lo recordaste en ese momento… - ella trataba de que su cerebro trabajase ese recuerdo, recordaba lo del séptimo hombre, pero no recordaba si quiera haber salido de la bañera.

-Claro que sí… ¿no lo recuerdas…? Estabas temblando y te di una infusión… llegaron los oficiales y les contantes lo que recordabas en ese momento… luego en la bañera te veías perdida y cansada… pasaste por un shock… incluso me hablaste del séptimo...

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- Y… ¿lo de Holbert que estaba colgado en el árbol…?

-También me lo dijiste en la bañera… incluso lo gritaste en sueños… ¿no lo recuerdas dulzura…? – mirándola con preocupación, esa mirada la estaba convenciendo, tal vez sí que se lo dijo inconscientemente, pero en verdad que no recordaba haberle dado esa información, por más que estrujo su cerebro para recordarlo, no lo recordaba, no le era muy clara la conversación, solo recordaba borroso su recorrido de la bañera a la cama, se resignó y suspiró.

-No… no te preocupes – poniendo su mano en su cabeza, comenzando a sentirse mareada – tienes razón… creo que mi cerebro bloqueó algunas cosas… ahora debo parecerte una paranoica…

-No… no… no digas eso amor… - acariciando la mejilla de la chica – ya lo irás recordando… no te presiones a esos sucesos… es culpa mía… no debí hacerte recordar algo tan traumático como eso…

-Eres muy gentil… - sonriéndole calidamente - no todos los días puedes presumir de que una chica le haya roto la nariz a un hombre… jajajaja… - dándose la vuelta – iré a vestirme… - él asintió - ¿vas a recoger todo o se lo vas a encargar a nuestro “pequeño”?

-Jajaja… lo único que queda es lo que hemos usado en la mesa… que es poca cosa… así que nuestro “pequeño” no tendrá problema en recogerlo… él también tiene que colaborar en los que haceres del hogar… jajaja… - viendo a su sombra deslizarse hacia ellos – hablando del rey de Roma… “pequeño…” – señalando la mesa – recoge aquello por favor… - la sombra lo miró con la mandíbula desencajada, se auto señaló, hizo gesto de barrer, creo un aspa con sus dedos, luego con su manos sobó sus dedos, le sacó la lengua y se fue a la cocina.

-¿Qué ha dicho…? – preguntó la chica haciéndose una idea de lo que podría ser.

-Ha dicho… que es una sombra, si vamos a empezar a tratarlo como empleada doméstica… ya podríamos empezar a darle un sueldo… jajaja… - Charlie rió ante el comentario – últimamente parece tocar el límite de lo permitido… creo que es porque lo mimas demasiado… – la chica lo miró con algo de indignación.

Mientras afuera Henry y Treelore que trabajaban en la corraliza oyeron lo que nunca imaginaron oír de la casa de Alastor, en un principio parecía una pequeña discusión hasta que notaron que el asunto comenzaba a acalorarse y oyeron la voz de Charlie.

-¿Qué vuelves a insinúar con eso… que es culpa mía…!

-Solo digo que no deberías mimarlo demasiado, ni tratarlo como lo haces… si está rebelde no es por mi…

La Parca de Wendigo (Hazbin Hotel)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora