°8.

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Apenas se detuvo en la acera una camioneta Ranger Rover negra último modelo estacionó enfrente de ella, la ventanilla bajó mostrando a la ojiverde sonriente. Subió escucho como la otra pasaba los seguros de las puertas, la ayudó a colocarse el cinturón de seguridad el auto olía a nuevo y al perfume de Lauren, la miró nerviosa esta sonreía de lado traía unos lentes obscuros puestos ¿para que si estaba de noche? Su corazón se aceleró cuando la otra chica se le acercó dándole un suave beso en la comisura de los labios, estaba nerviosa y asustada.

La otra se apartó colocando su propio cinturón arrancando de prisa coloco música a alto volumen sentía como el asiento y los vidrios de las ventanas vibraban cuando el bajo sonaba. La llevó a un club que sabía que era exclusivo por la cantidad de gente que había haciendo la fila para entrar, había seguridad por montón, ellas no entraron por la puerta principal sino la del personal entendia eso Lauren era popular, muy reconocida y no quería ni imaginar el alboroto que se armaría si la veían entrar.

El lugar estaba en penumbra sin embargo cada que unas luces azules y blancas se podía ver un poco la cantidad de gente que había y donde estaban las cosas, iban tomadas de la mano la morena la llevó al fondo entraron por una puerta blanca, ahí olía diferente sintió fresco había aire acondicionado, la música era electrónica pero relajante, Lauren saludo a todo mundo en el camino, la enfermera se sorprendió al ver a unas chicas que tenían sexo en un rincón del pasillo la ojiverde solo sonrio divertida, había una pista de baile alrededor cómodos sillones de cuero negro, habían meseros hombre y mujer en ropa interior sirviendo, vio la barra, pero ahí no era donde iban la chica la seguía llevando esta vez por una escalera.

El espacio era más reducido había menos gente, olía a menta y chocolate, de fondo música jazz, había una mesa de billar, un jacuzzi en el medio que estaba vacío, dos mesas cerca de la barra y como especie de cubículos donde habían sillones y camas, hacía donde estaba la barra en frente de esta estaba un gran ventanal con puertas que daban a una terraza salieron ahí, había una parejita que bailaba con sensualidad murmurando entre ellos como si no existía nadie más.

Lauren:_¿Te gusta la vista? -murmuró poniéndose detrás de ella.

Juntando sus cuerpos, la morena tembló como una hoja estaba perdida la ojiverde le gustaba no tenía dudas, su cuerpo hacía que el suyo se encendiera cerró los ojos cuando sintió que la ojiverde la olía por el cuello del lado derecho, sintió su pelvis encajar perfectamente con su trasero sus manos encima de las suyas, se sentía acorralada pero no le molestaba al contrario la excitaba, habían pasado más de seis años desde la última vez que tuvo sexo y fue con él... con el padre de Luciano.

Camila:_Si me gusta... -apenas dijo eso su cara fue volteada hacia la derecha con suavidad por la ojiverde y sin tardar la beso.

Subió a una nube de inmediato, cerró sus ojos sintiendo cómo la otra mujer se balanceaba contra ella de forma sexual sin dejar de mezclar la lengua con la suya, de pronto sintió como una mano amasaba su pequeño pecho derecho lo que la hizo gemir y que se besara con más intensidad, se separaron al escuchar un bullicio miraron era un grupo de unas seis personas que habían llegado al lugar, dos se metieron al jacuzzi aún vestidos y los otros se sentaron en la barra.

La ojiverde pillo a Ilan que andaba de risa en risa con una hermosa rubia que le sonreía como si el tipo fuera la octava maravilla. La morena se dio cuenta de cómo su acompañante miraba hacia los recién llegados.

Lauren:_¿Quieres beber algo? -la morena negó ella no ingerida alcohol de ningún tipo no le gustaba.

Camila:_¿Tú si? No pares por mí, el hecho de que no me guste tomar no quiere decir que te lo prohíba. -la ojiverde la abrazo por la cintura mirándola sonriente.

La Enfermera (CAMREN) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora