TRECE

1K 167 21
                                    

-¿Cómo acabamos en esta situación?

-Pregúntale al vino que mandó tu tía - murmuró Tinn mientras acercaba al más pequeño, apretando su cintura.

Gun se encontraba a horcajadas del mayor, tenía los brazos alrededor de su cuello y la punta de su nariz rozaba suavemente la del contrario.

Lo que había comenzado como un acto lujurioso provocado por el vino, el cual no estaban acostumbrados a consumir, terminó mermando hasta dejar solamente un sentimiento cálido en ambos .

-Me gusta estar así contigo - susurró cerrando los ojos, disfrutando de la cercanía que había anhelado por tantos años.

¿Cuándo había cambiado todo? ¿En qué momento habían cruzado la línea de su amistad? ¿El cuidar a Kraisee había despertado el anhelo de cercanía de ambos? ¿Acaso siempre había existido en su mejor amigo el amor por él?

Al menos, para Gun la necesidad de tener a su compañero cerca empezó desde los 8 y el anhelo de su corazón surgió 1 año después de conocerlo, cuando descubrió lo que las burbujas en su interior significaban. 

-Y a mi me gusta tenerte así, abrazado completamente a mí - una corriente recorrió el cuerpo del cantante ¿Estaba soñando? ¿Había muerto y estaba viviendo sus fantasías ante de pasar al siguiente plano?

-¿Estamos ebrios?- preguntó riendo, algo que Tinn imitó.

-No mucho, sólo un poco entonados quizá.

-Entonces, para aclarar... ¿Estás totalmente consiente de ésta conversación? No quiero abrir mi corazón y que mañana no recuerdes nada.

El más alto asintió mientras sus ojos buscaban los de su amado.

Gun suspiró mientras alejaba su vista de los orbes de su enamorado. Necesitaba coraje para hablar pero, era difícil el expresar un sentimiento que llevabas guardado por tanto tiempo.

Sintió una mano acariciar su espalda, haciéndolo temblar inconscientemente.

-Puedo comenzar yo, si lo deseas.

Gun abrió sus ojos ante aquello. No, Tinn había sido el primer valiente en actuar, el quería ser el primero en hacerlo con palabras.

Negó con su cabeza.

-¿Recuerdas mi cumpleaños número 8?

Tinn asintió con una sonrisa.

-Ese día me regalaste una flor que arrancaste del jardín de tu mamá. Me dijiste que cuando tuvieras tu mesada me comprarías un ramo de girasoles en la florería - Gun rió ante el recuerdo.

-Te reíste en mi cara, pero la aceptaste, la pusiste en una botella con agua.

-Mhmm. Luego, la puse como separador en mi libro de matemáticas.

-Ese día me puse muy feliz, pensé que creerías que era tonto o extraño. Que un chico te regalase una flor.

Gun asintió -El caso es que no era cualquier niño, eras tú.

El más pequeño aflojó su agarre alrededor del cuello de su mejor amigo y le agarró ambas mejillas con sus manos. Sintió la calidez y admiró el color rojo que reinaba en su rostro. 

-Cuando me diste la flor sentí como si miles de burbujas rebotaran en mi estómago. Al menos, así lo describí en ese entonces... - sonrió -Un año después, en el día de San Valentín me regalaste un chocolate y me dijiste que te costó encontrar uno con almendras porque sabías que eran mis favoritos.

-Ahora no puedes ni verlos.

-Si lo pensamos bien, es por tu culpa. Desde que te dije que me gustaban, me dabas uno todos los días.

Dos Chicos y un BebéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora