Dos Chicos y un Bebé

CUARENTA Y CINCO

Quinn estaba frente a él, vistiendo un hermoso vestido color rosa y su cabello estaba recogido en una coleta. La perfección que formaba parte de ella, era de suma molestia.

¿Por qué estaba allí?

-Si, claro.

Ambos caminaron hasta la hilera de sillas y tomaron asiento. Sólo entonces, Gun pudo notar a Tiw detrás de la joven.
El chico parecía algo distante, extraño.

Si Quinn quería hablar con él, era mejor que estuviesen solos.

-Tinn está en la habitación 202, puedes ir a verlo en lo que hablamos.

El chico parpadeó y su vista fue directa hacia su amiga, quien únicamente asintió con una suave sonrisa. Tiw se puso de pie y desapareció por el pasillo.

La sala quedó en completo silencio y Gun se limitó a esperar por lo que fuera que Quinn le dijera. También, se preguntaba cómo se habían enterado.

Quizás el hecho de que Tinn había faltado a clases, había sido la razón. Después de todo, el mayor no había faltado antes a la universidad.

-¿Cómo está Tinn?

La pregunta le sorprendió. Sin embargo, no dudó en responder.

-Se encuentra bien. Tiene una fractura en el brazo. Creo que es lo más grave.

Ella suspiró aliviada y sonrió.

Carajo. Gun en serio quería salir de la sala. No deseaba hablar con la chica en lo absoluto y-

-Lo lamento.

¿Huh?

-¿Tú qué? ¿Por qué?

-Tinn me contó que ustedes dos estan saliendo. Me lo dijo antes de que iniciara la fiesta, después de que yo ... Lo invitara a salir.

Oh, su amor por el pelinegro creció y también la culpa.

-En realidad, hace ya un tiempo me había dicho que no estaba buscando pareja, pero yo pensé que podía hacerlo cambiar de opinión.

Gun asintió, indicándole que siguiera. Ya había picado su curiosidad.

-No sabía que estaban juntos, en serio no quise entrometerme.

Ok, eso cambiaba la perspectiva de las cosas.

-Está bien. Tinn y yo decidimos mantenerlo en secreto, fue nuestro error, no tuyo.

-Aún así, fue incorrecto y me disculpo.

-Ok, acepto tus disculpas.

-Y también, bueno, me gustaría que pudiéramos ser amigos .

Amistad. Ser amigo de la persona que despertó tanto dolor en él. No estaba mintiendo, no tenía rencor hacia Quinn, pero era demasiado pronto.

-Hay cosas que no sabes aún, cosas que pasaron mientras intentabas, bueno, lo que quiero decir, es que quizás me lleve un poco de tiempo verte como mi amiga, pero no estoy descartando la posibilidad.

-¿Cosas que no sé?

-Bueno, para empez-

-¡BAPI!

Los dos jóvenes giraron para encontrarse con Photjanee caminando al lado de su esposo y en sus brazos llevaba al pequeño niño.

Gun le sonrió y extendió sus brazos para recibir a su pequeño Leoncito. Kraisee estaba sonriendo y mostrando esos dos pequeños dientes que lo hacían ver como un conejito.

Era sorprendente la manera en que le recordaba a alguien.

-¿Cómo te fue? - le preguntó la señora.