Gun sólo estaba consciente de una cosa, había calor. Tanto calor, como si el mismo sol estuviese alumbrando justo dentro de su cuerpo y sus rayos quemaran sus entrañas de una manera voraz y despiadada.
El pelinegro tomó la cintura del menor y la alzó para que éste diera un brinco y lo rodeara con sus piernas sin romper el beso.
A veces, se preguntaba cómo es que lograban ese tipo de reuniones en un lugar tan pequeño. Reuniones que terminaban en sesiones de besos intensos y acalorados.
Así es, desde aquel día, el armario de escobas se había convertido en su punto de encuentro para poder estar juntos durante las clases. Habían sacrificado el segundo receso, pero realmente no les importaba.
De todas formas, Tinn se encargaba de que su pequeño roedor comiera correctamente durante el almuerzo. No se iba a arriesgar a que Gun volviera a sus malos hábitos.
El timbre resonó por todo el lugar como de costumbre y eso les obligó a separarse unos dos minutos después. Ambos chicos estaban jadeando por la falta de aire.
El más pequeño no pudo evitar darle un beso esquimal al estudiante, restregó sus narices con tanto afecto que a Tinn no le quedó de otra más que sonreír ante la ternura de su pareja, esperaba que su sonrojo no se notara.
-Tengo que irme- murmuró Gun.
-No veo que estés desenrollando tus piernas de mí.
-Hay una gran diferencia entre "tengo" y "quiero" my love.
-¿Ahora también hablas inglés?
-Creo que estoy pasando mucho tiempo con Por.
El cantante finalmente soltó su agarre en la cintura del mayor y sus pies tocaron piso. Pasó sus manos por su cabello y ropa para tratar de volver a estar algo presentable. Tinn le imitó.
-Recuerda que hoy es la fiesta de despedida para el Doctor Force.
-Ughh, es cierto. No quiero ir.
-Me dijiste que era obligatorio.
-Eso también es cierto.
-Vamos, nunca vas a fiestas. Además, sólo es una y es para tu mentor. Creo que deberías ir.
El mayor abrazó al vocalista y lo atrajo hasta él, robándole un beso de sus labios. Deleitándose en lo rojas que podían llegar a ser las mejillas de Gun cuando se sonrojaba. Quería morderlas.
-Muy bien. Entonces, supongo que llegaré un poco tarde a la casa.
-Está bien, disfruta y trata de relajarte. También quiero que me mantengas informado por si algo pasa.
-Si mamá.
-Vamos, hablo en serio.
-Lo sé y lo prometo.
Con un último beso se despidieron y cada quien regresó corriendo a sus salones para sobrevivir durante las últimas dos clases, antes de que el timbre les anunciara la hora de salida.
...........
-¿Qué piensas?
Por, se detuvo mientras analizaba la situación. Nunca había estado en una posición como esa, si era honesto, jamás había tenido una pareja así que no sabía muy bien que responder al respecto.
-¿Tú quieres?
Gun desvió la mirada -Es que nuestros besos se han subido de tono últimamente. No puedo evitar pasar mis manos bajo su camisa para tocar su piel y-
-¡Ok! Creo que esa es demasiada información. Eso responde a la pregunta, gracias.
-Lo siento.
-Mira, no tienes porqué pensarlo tanto. Si tú quieres y él también, pasará como algo natural y espontáneo. Sólo déjate llevar.
-¿Tú crees?
-Si soy honesto, no conozco mucho de estos temas. Pero si tú piensas que éste tipo es el indicado, tienes mi apoyo.
Gun sonrió ante las palabras de su pequeño amigo, era increíble como habían logrado pasar de conocidos a amigos y de amigos a confidentes en tan poco tiempo.
Le había contado de su novio, obviando la parte de Tinn, y le había confesado el deseo sexual que lo estaba atormentando últimamente. Sabía que tanto su novio como él querían dar el siguiente paso, pero tenía algo de miedo.
Había leído que la primera vez dolía, al menos para la persona que sería quien recibiera... Bueno, ya saben. No tenía ni idea de que lugares tomaría cada quien, cómo lo harían o que utilizarían.
Carajo, no sabía nada.
Sin embargo, quería hacerlo, quería entregarse por completo a Tinn y fundirse con él para siempre. A veces le asustaba lo entregado que podía llegar a ser con su novio, pero también le encantaba.
Sentía que pertenecían el uno al otro para siempre y que mejor manera que jurar amor eterno enredados en el cuerpo del otro.
A Gun le picaban las extremidades con sólo pensarlo.
Tinn le había enviado un mensaje minutos atrás, uno en el que le explicaba que la fiesta duraría hasta media noche, pero él estaría de vuelta para las nueve. Esperaba que si pudiera disfrutar de la fiesta aunque sea un rato.
Momento.
Quizás, podrían hacerlo esa misma noche...
Podría esperar a Tinn y que pasara lo que tuviera que pasar.
Sonrió de manera satisfecha ante su brillante idea. Se despidió de Por y no olvidó agradecerle por sus buenos consejos.
Al llegar de trabajar, se aseguró de bañar a Kraisee, de darle de comer y al finalizar, lo arropó en su cuna. El pequeño bebé abrazó con fuerza su manta y se quedó profundamente dormido.
El niño era perfecto, Gun todavía no podía creer que en dos meses estaría cumpliendo un año. Estaba creciendo demasiado rápido y muy pronto comenzaría a caminar.
La simple idea lo llenaba de emoción y terror.
Sonrió nuevamente hacia su hijo y se apartó con rumbo a la sala. Tomó la bolsa que había dejado sobre uno de los sillones y la abrió.
Inspeccionó los dos artículos que habían dentro y sus mejillas ardieron ante lo que significaba cada uno de ellos. Se tomó la libertad de investigar un poco y el sólo recordar lo que había leído, le provocaba escalofríos.
Escalofríos de los buenos.
Dejó la bolsa en su lugar y tomó asiento a la par de ella, revisó la hora y ya eran las 9:30pm. No había recibido ningún mensaje de su novio y estaba empezando a preocuparse.
Se puso de pie y decidió que miraría algún programa o película en la televisión, de esa manera, podía relajarse para que tanto sus nervios, como su preocupación desaparecieran.
Caminó hacia el mueble de la televisión y tomó el control en sus manos, pero cuando escuchó su teléfono sonar, regresó corriendo a la habitación.
Revisó sus notificaciones con ansiedad y para su decepción, no era un mensaje de Tinn, pero si de South.
Había guardado su línea porque últimamente conversaban mucho más durante los almuerzos y también se dio cuenta que cuando el tipo no buscaba ponerlo en contra de Tinn, podía ser realmente agradable.
Abrió el chat y sus ojos se agrandaron con temor y su pecho dolió de una manera familiar ante lo que leyó.
![](https://img.wattpad.com/cover/337163479-288-k268106.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Dos Chicos y un Bebé
FanficCuando un llamado a la puerta cambia la vida de Gun, él tendrá que decidir si fue para bien o mal. Con ayuda de Tinn, verá el lado hermoso de ese gran cambio. No soy dueño/a de los personajes, ya que pertenecen a pruesapha y GMM.