DIECISIETE

948 155 49
                                    

Los tres adultos se habían retirado a sus aposentos. Gun fue el último en despedirse de su mamá y se ganó una mirada cómplice que logró ponerle rojo el rostro.

Caminó avergonzado hasta su habitación y al entrar se encontró con Tinn bajo las sábanas y a Kraisee cómodo en su cama improvisada.

-¿Por qué tienes las mejillas rojas?

-Por nada- negó con la cabeza, evitando cualquier contacto visual con el mayor -Sólo tengo sueño.

Ante la respuesta, Tinn sonrió y abrió sus brazos lo más grande que pudo.

-¿Qué haces? - rio

-Quiero un abrazo de mi novio.

-Eres demasiado empalagoso Tinn.

-Es una de las razones por las que te enamoraste de mí ¿Me equivoco?

El cantante negó con su cabeza por tercera vez esa noche, sin ocultar su sonrisa. Trepó a la cama y se acomodó entre los brazos de su novio.

Suspiró contento ante la calidez que invadió su corazón.

-Hay algo que no me estás diciendo - murmuró después de un tiempo, ganando la atención de Gun -Toda la tarde parecía que me querías decir algo pero no lo hiciste.

-Oh, es sólo... algo que me dijo mi mamá.

-Dime

Entonces Gun suspiró e inconscientemente se apretó al cuerpo del mayor aún más. Habían quedado en que serían honestos el uno con el otro, no sería el primero en romper esa promesa .

-Mi tía conoce a una pareja que podría adoptar a Kraisee. Dice que son buenas personas y que seguro le darán una gran crianza.

Entonces las manos que hace unos segundos acariciaban su espalda se detuvieron por completo.

-¿Tu mamá los conoce?

-Eso mismo pregunté yo - sonrió - No, no los conoce pero dice que de ser así, podemos agendar una cita con ellos para que conozcan a Kraisee y de paso, conocerlos.

Tinn no dijo nada, sólo sintió que se alejó unos centímetros para acomodarse frente a él y así poder verle a los ojos. Ambos sobre sus costados.

-¿Y tú qué opinas?- le preguntó mientras sus ojos se mostraban expectantes.

El menor sintió un nudo en su garganta, no quería seguir con su fachada pero tampoco deseaba que Tinn se sintiera presionado ante los planes que ya había armado en su cabeza.

-Creo que es una buena idea.

Y pudo ver algo en los ojos del mayor, esa no era la respuesta que estaba esperando. Sus orbes color café le transmitían decepción y tristeza.

Gun no quería presionar a Tinn. No quería arruinar el futuro tan brillante que su mamá le había descrito. Pero, enserio quería que Kraisee se quedase a su lado.

¿Qué podía hacer? Debía ser honesto.

-Tinn - llamó suavemente - ¿Cómo te sentirías si yo...quisiera terminar contigo?

Entonces, los ojos del más alto se abrieron cual platos, se agrandaron con miedo tal y como si hubiese visto a su peor pesadilla frente a él.

Gun se apresuró a tomarle la mano y acariciarla con cuidado -Lo siento, lo siento. Fue un mal ejemplo.

-¿Quieres terminar conmigo?

-No, claro que no. Es sólo que... No sé qué hacer Tinn y no quiero que tú... Lo siento.

Dos Chicos y un BebéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora