VEINTISIETE

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El tiempo pasó más rápido de lo que hubiese deseado, pues se encontraba a un día de su presentación. No, a una noche.

Una presentación que el maestro decidió fuese un exámen público en el área comunal de la universidad. Eso quería decir que todos los estudiantes podían asistir a verlos, puesto que el señor había convencido a la directora de que fuese un día libre.

Algo así como un festival.

Suponía que eso era bueno, lo malo era que todas las facultades accedieron a no tener clases, salvo una. La facultad de medicina.

Estupendo ¿No?

Incluso, ese día Tinn debía realizar una exposición súper larga que llevaba preparando tres días, estaba incluso durmiendo en la casa de Tiw.

Lo extrañaba, lo extrañaba de gran manera. Suponía que esa era la desventaja de depender mucho de alguien.

Tinn lo llamó todas las noches durante los últimos 2 días que estuvo lejos, pero esa noche no había recibido ninguna llamada o mensaje. Ya eran las 9:00pm y si también quería hablar con Kraisee, debería llamarlo él.

Marcó el número de teléfono que obviamente tenía memorizado. Esperó en línea...

Un tono, dos tonos, tres tonos... Nada.

Que Raro, Pensó.

Colgó e intentó nuevamente sacar la llamada. Ésta vez fue lo mismo, salvo que al cuarto tono se escuchó movimiento al otro lado de la línea.

-¿Hola?

-Si, hola. ¿Quién habla? - preguntó la voz.

Guardó silencio por un momento ¿Se equivocó de número? ¿Por qué estaba escuchando la voz de una chica? ¿Quién demonios era?

-¿Bueno?- insistió la joven.

-Oh sí. Lo lamento, creo que me equivoqué de número. Estaba buscando a Tinn.

-Oh, es el teléfono correcto. Es sólo que Tinn se está bañ-

Se escuchó a alguien hablar en el fondo, parecía como una exclamación. Trató de poner suma atención para ver si lograba captar algo de lo que decían.

Al parecer estaban murmurando o quizás así sonaba porque se encontraban lejos del micrófono.

Kraisee estiró su brazo hacia el teléfono para agarrarlo pero Gun negó con la cabeza y lo acomodó sobre sus piernas.

-¿Hola?

Esa si era la voz de su novio. Sin embargo sonaba algo agitado. Oh, su mente comenzó a jugar con él.

-Tinn.

-Hola, disculpa por eso. Quinn contestó el teléfono pensando que podría ser algo importante.

Escuchó una puerta cerrarse.

-¿Por qué estás tan agitado? ¿Estás bien?- no pudo evitar preguntar.

-Si, no te preocupes. Es sólo que bajé corriendo hasta el jardín para que pudiéramos hablar tranquilos.

Bueno, eso sonaba bien.

-Un momento, pensé que estarías en la casa de Tiw ayudando con la exposición.

-Si, aquí estoy. Es sólo que Quinn estaba aburrida en la universidad ya que el segundo semestre aún no empieza, así que Tiw la invitó para unirse a nuestro sufrimiento.

¿Había estado allí las dos últimas noches también?

-Oh, bueno. Sólo llamaba para desearte buenas noches y para que hablaras con Kraisee.

Dos Chicos y un BebéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora