Debía admitir que en enserio estaba disfrutando el trabajar nuevamente en la cafetería de su mamá. Podía verle preparar los raspados y servir el café con una sonrisa. Ella realmente amaba cocinar.
Gim le había dicho que últimamente había muchas más personas y eso lejos de ser una molestia, era una bendición para el negocio.
Se acercó a una mesa en dónde le esperaban para ordenar, una pareja muy acaramelada. Al verle, le sonrieron y ordenaron sin quitarse la vista de encima.
Que empalagoso, pensó.
Tinn y él no eran así... ¿Verdad?
Oh, Tinn. El sólo recordar como prácticamente se ignoraron en la universidad hizo que su corazón doliera. Quería abrazarlo durante toda la jornada universitaria pero no era posible.
Todo por esa estúpida regla que había puesto. Sin embargo, no era del todo inútil y la razón detrás de la misma era coherente.
Quería que ambos tuviesen un perfil bajo en el campus.
Arrugó la frente y se perdió entre el arrepentimiento de no haberle dado a su futuro médico, un beso. Quizás si lo pensaba mejor, las cosas serían difer-
Wuaaaawuua
Dejó la libreta con la orden sobre el mostrador y se apresuró hacia el segundo nivel como si fuese un rayo. Llegó a su antigua habitación y se encontró con Lucky arrullando a Kraisee.
El bebé ya no lloraba pero su rostro seguía de color rojo suave. La joven le sonrió.
-Oh, no te preocupes Gun. Todo está bien.
Respiraba con dificultad para ayudar a su cuerpo a calmarse y también para eliminar esa pesadez que se había quedado trabada dentro de su pecho.
Odiaba escuchar a Kraisee llorar.
Asintió y abandonó la habitación.
Regresó al mostrador y tomó la libreta en sus manos sin cambiar su expresión apenada.
-¿Todo bien?- le preguntó su mamá.
-Si- no dijo más.
Sabía que sería difícil separarse de Kraisee, pero no sabía que tanto.
....
Tinn tampoco la estaba pasando de la mejor manera. Al ser un amante de la literatura, pensó que quizás sería divertido trabajar en una biblioteca.
Gran error.
Todo estaba en silencio, las personas solamente saludaban al entrar y no las volvía a ver hasta que salían. No había nadie con quién platicar y si hubiera sería un delito hablar en un tono alto.
¿Por qué venían a una biblioteca con amigos si no iban a interactuar entre ellos?
Respiró profundo sintiéndose frustrado.
Al menos no tenía que estar de arriba para abajo atendiendo clientes o lidiando con las ventas de libros en una librería. Si lo pensaba bien, no estaba tan mal.
Gun la tenía más fácil, estaba en un trabajo que conocía y vería a Kraisee todos los días, todas las tardes. Admitiría que le tenía un poco de envidia, pero no de la mala.
Al cumplirse las 7:00 HRS. No dudó en apresurarse a tomar sus cosas, cerrar las puertas y correr hacia la estación de bus más cercana. Al llegar, se dio cuenta de que correr quizás no había sido la mejor idea porque su respiración se agitó demasiado.
El camino a su apartamento fue agotador, le tocó ir de pie junto a un señor que estaba prácticamente gritando en una llamada telefónica. Su cabeza comenzaba a doler cada vez que el hombre alzaba la voz.
Necesitaba una pastilla urgentemente.
Llegó a la entrada de su apartamento y sonrió por primera vez en el trayecto a casa. Sacó sus llaves lo más rápido que pudo, abrió la puerta y lo primero que vio fue a Gun correr hacia él y de un salto se trepó de él como si fuese un koala.
Tinn no pudo hacer más que sujetarlo con fuerza y reír por el recibimiento. El cantante comenzó a dejar besos sobre sus mejillas. Luego, escondió su rostro en cuello del más alto.
-Hey ¿Estás bien?
-Fue horrible Tinn. Te extrañé todo el día y ni siquiera pude pasar tiempo con Kraisee.
Tinn frunció el ceño -¿De qué hablas?
-Lucky estuvo con él toda la tarde en el segundo piso mientras yo trabajaba abajo.
-Bueno, pero tenemos la noche para estar con él. Estamos haciendo esto por Kraisee y debemos dar nuestro cien por ciento ¿No es así?
Gun asintió aún sin mover el rostro del cuello del mayor.
-Ahora ¿Realmente fue tan horrible tu primer día de universidad? Te vi sonriendo en el campus.
-Ok, quizás no fue tan malo. Estuve rodeado de personas que comparten mi gusto por la música.
-Mhm eso creí - sonrió -Sólo debemos acostumbrarnos.
-Tienes razón - respondió rompiendo su posición de koala -¿Qué hay de ti?
-Bueno, no estuvo nada mal - sus ojos se iluminaron de repente ante la gran noticia que tenía para darle a su novio
-Hey ¿Por qué tan contento?
-No creerás quien es uno de mis compañeros
-Mm ya picaste mi curiosidad ¿quién?
-¡Tiw!
¿Tiw?
Aquel Tiw del que había escuchado hablar tanto cuando eran niños, aquel Tiw que Tinn dejó cuando se mudó a los 7 años y no había vuelto a ver desde entonces y por último, el Tiw que ahora estaba en la misma facultad que su novio.
-Oh, tu amigo.
-¡Si! Fue algo estupendo. Podremos ponernos al corriente y recuperar el tiempo perdido ¿No crees?
-Claro...digo, él era como tu hermano. Estoy...muy feliz por tí.
Entonces el pelinegro le abrazó con fuerza y depositó varios besos a lo largo de su mejilla y cuello provocándole cosquillas.
-¿Tienes hambre?
-No te imaginas cuánta - susurró.
-Muy bien, entonces ve a bañarte primero - rio.
-Como usted ordene - depósito un tierno beso sobre sus labios y emprendió su camino hacia el baño.
De repente se dio la vuelta y salió corriendo con dirección a su habitación mientras gritaba -¡Sólo voy a ver a Kraisee primero! ¡Necesito recargarme!
Y entonces el más bajo rio desde lo más profundo de su corazón y negó con su cabeza.
Se dirigió a la cocina para servir la cena que había preparado media hora antes, no era nada del otro mundo, simplemente una sopa casera.
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Dos Chicos y un Bebé
FanfictionCuando un llamado a la puerta cambia la vida de Gun, él tendrá que decidir si fue para bien o mal. Con ayuda de Tinn, verá el lado hermoso de ese gran cambio. No soy dueño/a de los personajes, ya que pertenecen a pruesapha y GMM.