OCHO

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-Hey Tinn, mira lo que encontré para el bebé, ¿No es lindo?

Gun bateó sus pestañas con su cabeza aún apoyada sobre el hombro del mayor.

Tinn, aunque un poco confundido, dirigió su vista al objeto y sonrió dulcemente.
-Si, demasiado lindo.

-Me recuerda a ti - el cantante sonrió dulcemente y dirigió su vista hacia las dos jóvenes que estaban frente a ambos y quienes miraban al cantante con el ceño fruncido.

-Oh, lo lamento. Que descortés soy - fingió sorpresa -¿Son amigas de mi esposo?

La pregunta flotó en el aire y tanto las chicas como Tinn abrieron sus ojos ante las palabras del más bajo. Las tres miradas mostraban el mismo sentimiento de Confusión. Una escena bastante cómica, pensó Gun .

-Ustedes dos son...

-¿Pareja? Sí, él es mi esposo. Pero, creí que ustedes se conocían - Gun inclinó su cabeza hacia la izquierda y abrió sus ojos inocentemente.

-Oh no, nosotras sólo pensamos...Bueno, en realidad necesitábamos consejo sobre unos pañales que íbamos...

-¡...A comprar!- terminó su amiga -Y lo observamos con el bebé y decidimos pedir ayuda Ha! Ya sabes, los padres solteros son tan... - dirigió su vista desde los zapatos de Tinn hasta sus cabellos y se atrevió a morder su labio, cuando se percató de la mirada de Gun, aclaró su garganta -Amigables.

-Si, que pena que aquí no hayan padres solteros, ¿No es así?- sus ojos se endurecieron y apretó los labios en una fina línea.

-Por supuesto, sólo buscábamos ayuda.

-Oh, ya veo. Bueno, si quieren puedo buscar a un empleado para que les ayude con su dilema.

-No, no es necesario. Nosotras ya nos íbamos, pero te lo agradecemos mucho. Hasta luego, Tinn.

Tinn solamente sonrió y asintió con su cabeza.

Ambas jóvenes se dieron la vuelta y prácticamente corrieron hacia el otro lado de la tienda. Al verlas alejarse, las facciones de Gun se endurecieron.

-¿Qué querían?- preguntó con veneno en su voz mientras se giraba y sus ojos amenazadores se topaban con los confusos del más alto.

Tinn no emitió sonido alguno, sólo observaba a Gun sin parpadear.

-Tinn, te hice una pregunta.

-¿Huh?

-Esas chicas ¿Qué querían contigo?

-Y-yo no sé, ellas sólo se me acercaron y comenzaron a hacerme preguntas.

El cantante agitó su cabeza con enojo y se alejó con rumbo a dónde minutos antes había dejado su carreta.

Confundido por el comportamiento de su mejor amigo, Tinn lo siguió y cuando por fin logro salir de su trance, lo encontró observando unos baberos al final del pasillo que seguía.

-Gun...

El más bajo no respondió y siguió revisando la variedad de diseños que habían frente a él, lo único que delataba su enojo, era el tierno puchero en sus labios.

-Gun

-Lo siento, no sé qué me pasó. Es sólo que, esas chicas te vieron con un bebé y ni siquiera se detuvieron a pensar si tenías esposa o novio o ...

-¿Fue por eso lo del esposo?

-Si, lo siento. Ellas, te estaban coqueteando y yo no s...

-¿Me estaban coqueteando?

La vista del cantante se posó sobre la mirada de Tinn, ¿En serio no había notado los coqueteos de esas mujeres?

-Tinn, se notaba desde aquí a América que te estaban coqueteando.

-Yo no lo noté.

-Es porque eres Tinn, eres inocente y no ves lo peor en las personas. Esas chicas estaban coqueteando contigo, fin de la conversación.

El más bajó chasqueó la lengua y regresó su atención a los baberos, tomó el que era color amarillo, con diseño de patitos y prácticamente lo arrojó a la carreta.

-¿Estás celoso?

-Sí Tinn, estoy celoso porque vienes conmigo, incluso si yo no estuviese aquí no se tendrían que haber acercado a ti a coquetear descaradamente por el simple hecho de que llevas a un bebé en brazos.

-¿y por qué te disculpaste conmigo?

-Porque...porque no estabas haciendo nada malo. No les seguiste el juego y te limitaste a sonreírles como un caballero y yo sólo... Me enojé e incluso ahorita estoy desquitándome contigo.

Tinn sonrió y se acercó lentamente a Gun para susurrarle algo al oído -Me gusta esta faceta tuya, no la había visto antes.

Sus mejillas se encendieron como antorchas y tuvo que dar dos pasos hacia atrás para evitar caerse de espaldas.

Era cierto, Gun jamás había hecho una escena , sin importar cuántas chicas había visto coquetear con Tinn en el pasado, el cantante jamás se había involucrado.

¿Por qué lo había hecho? ¿Por qué la ira le obligó a defender algo que ni siquiera le pertenecía? Oh, pero Tinn si era suyo y lo había sido desde que descubrió sus sentimientos por él. El mayor le pertenecía y no estaba dispuesto a compartirlo con nadie.

Parpadeó ante el pensamiento, ¿Cuándo se había vuelto tan posesivo?

-¿Gun?- elevó su vista nuevamente y los orbes oscuros de su amor le recibieron de una manera cálida -Gracias por cuidarme.

Y sin decir más, dio la media vuelta y continuó observando los demás artículos del pasillo, dejando al más bajo petrificado sin saber que hacer o decir.

Su corazón se sentía mal, más acelerado que de costumbre y las burbujas, sus amigas estaban todas comprimidas en su estómago.

No se sentía bien, sentía que explotaría y tendrían que recoger sus pedazos del piso para volver a armarlo y dejarlo nuevamente en una pieza.

¿Así se sentía comprimir tus sentimientos?

Había hecho eso por años, ¡¿Qué era diferente?!, No lo entendía, no lograba encontrar la respuesta a su comportamiento.

Luego, se dio la vuelta y decidió distraer su mente con el último artículo que había agregado a su carrito, el babero amarillo.

Lo tomó entre sus manos y de repente, la respuesta llegó a él como un rayo de luz, lo atravesó por completo iluminando su mente y razón. Era cierto que había logrado comprimir sus sentimientos dentro de su ser con éxito por muchos años.

Pero, ¿Qué pasa cuando llenas, llenas y llenas sin dejar escapar un poco y liberar espacio?, Colapsas y todo estalla.

¿Acaso había llegado a su límite?

El no compartir sus sentimientos, el no ser honesto con su amigo, ¿Le estaba pasando factura?, ¿Cuánto más podría ocultarlo sin que momentos como los de minutos atrás lo delataran?

¿Tinn ya sospechaba algo?

Tragó en seco y giró su rostro para ubicar a su amigo quien se encontraba meciendo al bebé y realizando caras divertidas al bulto en sus brazos. Al parecer, Kraisee había despertado.

Sonrió inconscientemente y luego, apartó su mirada para seguir observando los objetos dentro de la carreta.

¿Podría ser una señal?, ¿Podría ser su cuerpo diciéndole que ya no podía aguardar más?

Pero, aún no estaba listo para abrir su corazón y dejar salir todo lo que había estado reteniendo por años... ¿O sí?

Dos Chicos y un BebéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora