"No todo lo que pintamos, es claro"
1 semana para Navidad
Esta semana estaremos viendo películas, organizando el segundo trimestre y a final de la semana nos darán las notas.
Ya tenemos destino para Navidad. Iremos a la casa de Londres que tenemos alquilada a lo largo del año excepto en vacaciones, donde la usamos nosotros.
Erick se ha vuelto mucho más frío.
Apenas quiere estar con la gente, no habla y a la mínima que alguien le dice algo que a él no le gusta, ataca dando miedo. Todo el mundo le tiene pánico y ya nadie se acerca. Y todo fue por el caos que le cree.
Hoy viernes iré a la fiesta Navideña que crea mi clase e invita a todos los jóvenes del pueblo. Carla me ha vuelto a convencer y está vez, no sé por qué, tengo la intuición de que será mejor que la noche pasada.
Al llegar, vemos al mismo grupo de siempre fumando unos cuantos cigarrillos mientras hablan de la vida. Cuando entramos, nos recibe Nala y Stella, ya que ellas también se apuntaron a esta fiesta.
— Hay demasiada gente por el salón, creo que lo mejor será irse para la zona de la cocina- sugirió Carla al ver que se estaba agobiando.
— A mi me parece perfecto- admití porque siempre soy así y a la mínima que alguien dice de irse de la multitud, me uno.
En la cocina, había una pareja liándose pero al vernos se fueron.
— No se porque intuyo que esta fiesta será mejor, si siempre son lo mismo- digo quejándome por quinta vez en todas las fiestas que llevo.
— Bueno, siempre pasa algo a lo largo de la noche- comenta Nala de una forma indirecta.
Hablamos, nos servimos más bebidas y la música empieza a sonar por toda las habitaciones de la casa ya que lo han puesto al máximo volumen con altavoces haciendo que retumbe por las paredes. El alcohol empieza a subir, y siento un ligero mareo por mi cabeza. Pero soy capaz de reconocer cada cosa que pasa, y donde estoy en cada momento.
Se empiezan a oír abucheos, e incluso gritos. Nos asomamos a ver qué pasa y de repente me encuentro con él. Estaba entre la multitud, pegando a un chaval de nuestra clase.
Realmente daba miedo ver la escena. Entre el coraje de Erick y la furia del chaval no era lo más compatible en estos momentos. Solo se veía puñetazos, patadas, y algún insulto que se decían. Lo intentaron separar ya que podía acabar muy mal, y aunque costó, pudieron separar a los dos.
Erick estaba ensangrentado, un labio partido, la ceja también, y un ojo se empezaba a hinchar. El chaval, que se llamaba Tom, tenía las mismas heridas pero se notaba que era el más grave. No era capaz de situarse, y decidió tumbarse mientras venía la ambulancia. Carla preguntó qué pasó y le dijeron qué Erick llegó, Tom le chuleó diciéndole todo tipo de palabras ofensivas y él actuó de la peor forma posible.
Parecía que la paciencia de Erick ya se había acabado definitivamente.
Noto que alguien se levanta dando tumbos. Me fijo y es él yéndose pasando al lado de un Tom débil y muy crítico como si su vida dependiera del tiempo. Era una escena que nos dejó muy impactados. No habíamos visto al verdadero Erick y al hacerlo, asustó a cada persona que estaba en ese momento, en la habitación.
— Ahora vengo, necesito aire- dije sintiendo un mareo entre el alcohol y todo lo que pasó en menos de diez minutos.
— ¿Quieres que vayamos?- preguntó Stella al notar que tenía un tono pálido.
— No gracias, estoy bien- mentí
— Vale, estaremos atentas al móvil. Nosotras iremos hacia el coche, te esperamos allí. Ten cuidado.
Vi cómo se alejaban e iban hacia la parte delantera de la casa. Yo iba hacia la parte de atrás, había menos personas y me sentiría mejor. También porque había una persona herida de una paliza y si le pasaba algo, tendría que pedir ayuda.
Al salir y sentir el aire fresco, note como todo el dolor de cabeza iba disminuyendo.
— Nunca te cansarás de perseguirme eh Lara.
El susto que me pegó aún lo sigo sintiendo. Giré la cabeza y estaba tumbado en el césped. Se le veía que estaba muy mal, tanto físico como mentalmente.
Me acerco a él y me tumbo, viendo un manto entero de estrellas. No se le ve tanto las heridas con la oscuridad que hay pero se nota que estaba sangrando lo suficiente para morir desangrado en unas horas a no ser que vaya a un médico.
— Tienes que ir a un médico- le digo intuyendo que él lo sabe.
— Muchas gracias, yo pensaba que estaba perfecto y no me duele la mitad del cuerpo.
Debería de verlo mal lo que me dijo, pero en vez de eso, me reí. Me sorprendió que él se uniera también aún teniendo pocas fuerzas.
— Perdón, es que el alcohol hace un poco de efecto aún- digo riéndome otra vez.
— No pasa nada, si estamos los dos fatal jajajaja.
Verle animado pese a cómo estaba hacía que me sintiera mejor, aún sabiendo que necesitaba ayuda urgentemente. Sé que él es malo, pero porque lleva una máscara, ya que prefiere ser eso, a ser realmente el Erick qué es.
— Oye Lara, ¿me prometes una cosa?
— Sí claro, ¿qué pasa?- pregunté con cierta duda.
— ¿Todo irá bien?
— Todo irá bien Erick, eso siempre.
— No sé, últimamente no todo va tan bien.
— Lo estará.
Después de eso, se levantó como pudo, y se alejó.
Esa noche Erick quiso irse de este mundo, pero pudieron salvarlo en el último segundo.
ESTÁS LEYENDO
Almas Vacías
RomanceLara, una chica que no tiene ningún objetivo planeado. Erick, un chico problemático para el pueblo, pero para los ojos de la persona correcta es totalmente lo contrario. En el pueblo de las afueras de Londres todo ocurre con normalidad hasta que u...