20º Capítulo

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"Un rayo de luz"


—Lo siento Abby, no te mereces nada de lo que te está pasando-  comento teniéndola aún entre mis brazos. 

—Me acomodé a ello, y ya es parte de mi día a día- sigue sollozando— pero es que a veces acabo tan harta, que reviento como un globo pinchándose.

—Pues no debes de hacerlo. Ven, sentémonos- la abrazo una vez más con más fuerza, y nos tumbamos en el césped, mirando hacia las estrellas.

Nos quedamos callados, solo notando las respiraciones, y sintiendo el aire fresco de la noche.

—Cuando éramos pequeñas, mi hermana y yo, nos tumbábamos aquí, y veíamos la noche de estrellas fugaces. Siempre deseábamos tener un chico guapo cuando seríamos más mayores, o un gran coche, y nunca me imaginaría que hoy desearía que ella saliera viva del hospital.

—Va a salir, eso tenlo claro. Es Lara Conner, ¿no?

—Jajajajaja si, los Conner somos fuertes.

—Yo, cuando miro las estrellas, siempre me fijó en la que más brilla. Se que mi padre está allí, sonriéndome y sintiéndose orgulloso de mí.

—Seguro que lo está, lo siento mucho- me dice mirando fijamente hacia las estrellas. 

Abby es una chica que cuando te sientas con ella, te sientes bien. Simplemente te escucha y te apoya, diciéndote lo justo para animarte un poquito más. Es reservada, pero cuando se abre, te muestra ciertas cosas lo que nadie puede mostrarte en años. 

Seguimos hablando un rato más, y decidimos entrar ya que el frío se hacía notar más.

A la mañana siguiente, nos vamos todos al hospital. Deberíamos ir a clase Abby y yo, pero como ya comente, esta semana será más introductoria y recuperaciones, así que nos dirigimos al hospital.

Entra Alice y Michael, y nosotros vamos a la cafetería para comer mientras esperamos. Al terminar, nos dirigimos a la UCI. Me ha dicho Alice que vaya a verla. En esta semana solo la vi al día siguiente de todo lo que pasó y una vez más pero solo cinco minutos. Echaba de menos verla, pero no era capaz de hacerlo. No podía verla tan débil.

—Voy a entrar- solté.

No estaba preparado, pero había que hacerlo.

Veo muchos enfermos dando vueltas por todos lados, atendiendo a cada persona y ella, al fondo, estaba ahí. Sin enfermeras, con un respirador, y sola entre la multitud.

Las heridas de hace una semana, ya iban cicatrizando. Su piel estaba con más color y su corazón latía con más fuerza. Era una Lara distinta, con más vida, y siendo ella con su coraje pero en un sueño profundo.

La cogí de su mano, con cuidado, y la miré con la mayor sinceridad posible. Sentía admiración por ella, por lo que luchaba día a día y lo que ha conmovido a la mayoría de personas por su noticia.

Ayer me metí en Twitter y todo era apoyo hacia ella. Incluso algunas fanáticas mencionaron a Harry Styles para que le mandara apoyo de alguna forma. Era increíble lo que hacían, y lo sentí como un abrazo, sobre todo para ella. Necesitaba que lo viera ya.

Al instante, el corazón de Lara empezó a latir de más, empezando a tener convulsiones. No sabía lo que estaba pasando.

Una enfermera me coge y me lleva afuera. En un segundo, había 5 médicos alrededor suya.

—¿Qué pasó?- preguntó Michael con agitación.

—Estaba viendo el móvil, y hablando con ella, y de repente su corazón empezó a latir de más y darle convulsiones.

Empecé a llorar. Los padres de Lara empezaron a dar vueltas, Angie se quedó mirando a un sitio y Abby rezaba suplicando que todo saliera bien, cerrando sus ojos. El médico sale y todos nos vamos hacia él.

—Lara está perdiendo su batalla. Han sido muchos días en coma, y su cerebro no lo está aguantando. En cualquier momento, puede irse. Sería un milagro que despertara ahora, así que podéis tener la opción de dormirla.....

Mientras el médico iba hablando, yo no era capaz de asimilarlo. Definitivamente no había más posibilidades. 

Lara se iba a marchar.

Nos iba a dejar, no pudimos despedirnos de ella, y sus padres lo lamentarán por siempre. Su pequeña niña de pelo rubio, no ha aguantado. Y lo peor de todo, es que está sufriendo. Porque lo noto, igual que lo notará sus padres, o su hermana, incluso mi madre.

No estábamos preparados para una despedida sabiendo que todo estaba mejorando.

Todo Twitter, las noticias, se llenaron de comunicativos diciendo que ella había perdido la batalla. Y aún no se había ido. Todos teníamos pocas esperanzas, todo se había derrumbado. Ya nada tenía sentido.

Nos dejaron verla, decirle las últimas palabras. Iban a dormirla. Fue una decisión que tomaron sus padres al saber que su hija lo estaba pasando mal, y ya no tenía las suficientes fuerzas. Al decirlo, se derrumbaron, sin poder levantarse y sintiendo una agonía. 

Una notificación sale en mi móvil. Era el equipo de Harry. Él quería verla antes de que ella se marchase de esta vida. Se había enterado de la noticia. 

Les comenté la situación a los médicos, y decidieron esperar unos días. Su ídolo iba a venir y no sabía que hacer, ni decir.

En cuanto llegó, había millones de seguratas alrededor de él, pero justo antes de pasar a la UCI pidió que estuviera solo. Entró conmigo y con sus padres. Cogió la mano de ella, y empezó a cantarle Sign of the Times, su canción. Esa canción en la que le ha salvado en muchas ocasiones, en la que a ella le hacía sentir mariposas y en un futuro iba a oír en directo. Y ahora la oye en un sueño, en el cual nunca se despertara. 

Hablamos y le comentamos su situación. Sus lágrimas salían de él. Estaba destrozado pensando que una fan suya estuviera sufriendo todo esto.

Antes de irse, les prometió a Alice y Michael, que si ella pudiera salir adelante, iría a verla. Eso hizo que sus padres se emocionaran. Él era de las pocas personas que tenía una pequeña esperanza. Y eso siempre ayudaba.

Pasó ya una hora desde que vino. El silencio habitaba en el pasillo, solo oyendo los pitidos de su corazón. Nadie se había separado desde entonces. En un momento, siento que algo dentro de mí empezaba a iluminarse y a vibrar más que nunca, parecía que estaba reviviendo algo que estuvo muerto durante un tiempo.

Lara empieza a toser. Nos dicen que nos marchemos porque necesitaban evacuar la zona.

El final se acercaba.

Decidimos ir a la calle, a que nos diera el aire mientras esperábamos. Llevábamos dentro 5 horas y el agobio se sentía. Una enfermera viene corriendo hacia nosotros.

No estaba preparado. 

—Sois los padres de Lara, ¿no?- pregunta la enfermera con respiraciones profundas tras haber estado corriendo. 

—Sí, ¿qué pasa?

—Lara se ha despertado.






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