11º Capítulo

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" El escozor de una herida"


Voy hacia el hospital. He estado toda la noche llorando cuando vi que alguien me llamó y me dijo que Erick se intentó quitar la vida pero pudieron salvarlo. Intuí que fue la madre al ver lo destrozada que estaba y su preocupación.

Me dirijo al hospital y al llegar, veo a una mujer sentada mirando hacia la sala de la UCI. Me acerco a ella, y reconozco que es la madre de él por el parecido. 

—Lara, ¿eres tú?- me dijo. Era una mujer de unos 40 años, pelo negro, y unos ojos verdes que resaltaban de los claros que se le veían. Eran los mismos ojos que los de Erick. 

—Si, soy Lara. ¿De que me conoces?- pregunté.

—Soy la madre de Erick, Angie. Él me hablaba de ti, por eso te reconocí.

Efectivamente, era ella. 

—Oh claro, lo siento mucho por todo lo que estás pasando- le dije abrazándola.

—No pasa nada, dicen que se ha podido salvar de milagro. Con las heridas que tenía y la cantidad de pastillas que se tomó, no saben cómo ha sobrevivido. Por cierto, ¿sabes de qué son esas heridas?

No sabía si mentir o decirle la verdad. Era una madre preocupada, y se nota que le quiere y querrá saber lo que le pasa a su hijo.

—Ayer él fue a una fiesta, y se metió en una pelea con uno de nuestra clase. Recibía comentarios muy malos y a él se le acabó la paciencia.

—Madre mía, qué horror- dijo empezando a llorar y derrumbándose en el suelo.

La abracé, y le dije que todo iba a estar bien, haciéndome llorar porque me acordé de aquella noche, mirando las estrellas y prometiendo que todo iba a estar bien sin saber que horas más tardes deseaba irse.

—¿Angie?- preguntó un médico.

—Si, soy yo. ¿Qué pasa?¿Hay algo malo?

—No, tranquila, al revés, se ha despertado. Puedes ir a verlo durante cinco minutos, necesita descansar.

La emoción que sintió en ese momento la sentí hasta yo. Era un milagro todo lo que estaba pasando.

—Voy a ir a verle, ¿te quieres esperar aquí? No tardaré mucho.

—Si ve, yo me espero aquí.

Fui hacia la cafetería. Necesitaba un café de lo poco que dormí. Al acabar, me dirijo hacia la UCI, donde estaba Erick. Esperaría afuera a Angie, y mientras me pondría música para no estar tan aburrida y calmarme. Aún me sentía super mal, todo pasó tan rápido, que costaba asimilarlo.

Angie salió de la UCI y se le veía con mejor cara, eso hizo que mi tensión ante lo que podía pasar, disminuyera.

—¿Cómo fue?

—Se nota que está muy mal, pero va mejorando. Preguntó por ti.

—¿Qué preguntó?

—Cómo te encontrabas. Yo le dije que estabas mal y él se notaba que le preocupaba que tú estuvieras mal. Parece que se arrepintió de lo que ha hecho y en una parte por ti.

—¿En serio?

—Sí. Lara, puede que no lo sepas, pero eres de las personas que más le importas. Si vieras como habla de ti, se nota que aunque no os llevéis muy bien, te tiene cariño.

No me esperaba para nada esto. Tuvimos nuestros choques, se enfadó conmigo, y yo con él, y aún pasando eso, yo le importo y habla muy bien de mí.

—Puedo preguntar qué pasó para que esté tan mal.

Almas VacíasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora