12 º Capítulo

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" La sinceridad, duele"


Hoy le dieron buenas noticias a Erick. 

—Le haremos más pruebas, y si todo sale bien y avanza como es debido, en una semana saldrá. Mañana le trasladaremos a planta- dice el médico con una sonrisa al ver que todo surgía como era debido.

—Gracias por el trabajo que hacéis-exalta Angie al médico.

Angie se quedó sola esa mañana y fue la única que recibió esa noticia. En el grupo que creamos por WhatsApp con mi familia y ellos dos, Angie nos dio la noticia, y todos estábamos tan felices. Estábamos en casa porque por la mañana temprano teníamos que hacer varias cosas antes de las fiestas Navideñas. Se acercaban las fechas y queríamos tener todo lo más perfecto posible.  

Después de organizar todo, volvimos al hospital y en cuánto llegamos, me asomé hacia donde estaba él, hablando con su madre. Se les veía más felices.

Al entrar, fui directa a Erick, abrazándolo con cuidado y empezando a sentir mi corazón más sensible. Era una gran noticia. Por fin había más color y las miradas no eran tan apagadas como al inicio de todo.

Al instante, parte de mi felicidad se convierte en algo más tenso.

—¿Qué pasa? Te noto tensa- intuyó Erick al ver como mi sonrisa iba desapareciendo.

—Bueno lo mejor es que me vaya, iré a la cafetería a por otro café. ¿Tus padres están allí no, Lara?- suelta Angie cogiendo su bolso y yéndose hacia la puerta.

—Sí, quisieron desayunar algo antes de ver a Erick- le comento. Angie se marchó por la puerta, dejándonos a los dos en una habitación, de paredes blancas, creando un silencio que cada vez pesaba más. 

—Siéntate aquí- dice Erick señalando un lado de la cama.

No quería hablar de este tema, y menos cuando recibió una gran noticia pero si no lo hacía ahora, puede que más tarde sería peor.

—¿Por qué quisiste irte?- pregunté tan directa como una bala en el corazón.

Se queda un rato pensando mirando hacia el suelo buscando una respuesta que ambos sabemos pero él tiene que sacarla a la luz.

—Lara, estoy roto y cuando algo no se puede arreglar o cuesta mucho hacerlo, es mejor tirarlo en vez de darle más oportunidades, y yo decidí irme. Soy un caso perdido.

—Puede que seas un caso perdido pero solo estás liado, y eso no significa que haya una solución. Tienes tu historia que por desgracia no ha ido tan bien pero eso no significa que haya algo que lo mejore.

—¿Y cuando mejorará? Porque llevo esperando años.

—Cuando tu estés listo para pasar de página. Aún te quedaste en la misma página del libro y te da miedo avanzar porque sabes que pasará pero tú prefieres resguardarte, ser alguien que no eres y tener tu propia condena. Y todo por no querer descubrir cosas nuevas.

Eso lo dejó más pensativo. Sabía que tenía razón y eso le machacaba mucho más.

Cuando las personas descubrimos la realidad, lo que hace que no avancemos y choquemos con la misma piedra, nos cuesta verlo y preferimos irnos de ahí, porque somos fáciles de esconder lo que realmente pesa a sacarlo .

.......

Han pasado varios días desde que le dieron la noticia. Ha estado en constantes pruebas para comprobar que todo está bien y ya por fin mañana le dan el alta.

—Erick, te tenemos que hacer un análisis de sangre mañana y si salen bien los resultados, te podrás ir- informa el médico que ha estado atento a él desde que ingresó.

—Vale. Por fin me voy- dice con una voz de entusiasmo.

—No cantes victoria antes de tiempo- comenta el médico riendo al ver la cara de Erick quitándose la ilusión.

—Tu tranquilo que seguro que mañana pisas la calle- dice la enfermera confirmando que mañana se va.

—Eso espero, por cierto....

—Dime, ¿qué pasa?

—¿Puedo dar un paseo aunque sea en esta planta? Quiero moverme un poco que solo vivo tumbado. Anda por favor, déjame.

—Venga vale, te ayudo a levantarte.

Yo miraba toda la situación riéndome. Parece que se ha quedado en esa cama por años y solo ha estado un mes.

—Erick, yo me voy a tener que ir otra vez, mis padres me están esperando. ¿Quieres ir a verlos?- pregunté.

—Si, vamos a ir a verles. 

Dejamos la habitación y nos dirigimos hacia la cafetería. 

—Veo que ya puedes andar Erick, me alegro mucho- dice mi padre acercándose a él. 

Mis padres hablan con él acerca de cómo se siente y nos despedimos dejándole con su madre. 

Me fui despidiéndome con un abrazo. Estos días, al saber la realidad de todo, no he podido comportarme como una cabrona porque no se lo merece. Ahora mismo soy la única que la entiende y poco a poco la gente se irá dando cuenta aunque en parte es mejor que nadie sepa apenas nada. Es un tema muy serio para ir haciendo bromas.

—Bueno, yo me tendré que ir también. ¿Estarás bien solo?

—Si, tranquila, estaré rodeada de enfermeras y médicos. Ya nos vemos mamá. 

Me encuentro solo en mitad de un hospital. Lara y sus padres se han ido hace cinco minutos y mi madre apenas un minuto. Decido andar lentamente porque llevo mucho tiempo tumbado y aparte es mi primera vez así que debo de llevar cuidado. Saludo a las enfermeras y sigo andando en dirección al ascensor. Quiero ir a la parte de pediatría, me apetece animar a los niños y pasar un buen rato.

Llego y me encuentro a varios niños en la parte de juegos. Me da mucha pena verles así, y aunque vean esto como un "juego", seguro que saben que algo está pasando.

—Holaa, soy Erick. Chocar la mano chicos.

Empiezan a venir hacia mí y van chocando las manos.

—Bueno, veo que estáis jugando, ¿queréis que me una?

—Si claro, únete- dice la enfermera que está al cuidado de los pequeños.

Estuvimos horas jugando, contando chistes, riéndonos y para terminar les conté que yo cantaba y me dijeron de hacerlo. Decidí cantar mi canción favorita Let It Be de los Beatles. Cojo la guitarra, la afino y empiezo a tocar. Siento un poco de nervios pero en cuanto oigo las primeras notas, me llevo por la música.

—Let it be.. - acabo tocando la última nota.

Siento una ola de aplausos y silbidos hacia mí. No sabía que cantaba tan bien.

—¿Puedes tocar otra?- pregunta un niño que está sentado a unos metros de mí.

—Si claro- digo a la vez que pienso en que canción cantar.

Pienso una canción rápidamente y vuelvo a tocar la guitarra.

—How was I to now?... 

Almas VacíasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora